Josh Taylor, Teófimo López y la etiqueta de 'boxeador de una noche' en Nueva York
Josh Taylor y Teófimo López se enfrentan este sábado, en New York. El escocés expone el Mundial WBO del superligero. Una derrota le costaría mucho a cualquiera.

La etiqueta 'boxeador de una noche' es de las peores que te pueden poner en el boxeo. Ese apodo significaría que tienes calidad, pero que un día de gloria es lo más destacado de tu carrera. Hay púgiles que han logrado dar un bombazo y desaparecen. Su legado queda ahí, por la sorpresa, pero otros están llamados a marcar una época y encasillarles en ese grupo es una losa muy grande. Josh Taylor (19-0, 13 KO) y Teófimo López (18-1, 13 KO) luchan por no entrar en ese poco glamuroso club. Este sábado, en el Garden de Nueva York, se enfrentan por el Mundial WBO del superligero y al perdedor se le pegará, al menos de momento, esa terrible etiqueta.
Josh Taylor es uno de los púgiles más talentosos que hemos visto en los últimos tiempos. Con 32 años debería estar en su prime, pero ese momento parece alejado. El escocés se presentó ante el mundo ganando las World Boxing Super Series ante Regis Prograis en octubre de 2019. Una estrella acababa de nacer y aunque con la pandemia estuvo parado y tuvo una única pelea, de rodaje, en 2020, en mayo de 2021 se secó. Ganó a José Carlos Ramírez y unificó la división. El superligero tenía un nuevo rey y parecía inexpugnable, pero llegaron los problemas.
Jack Catterall se había hecho a un lado para que Taylor y Ramírez pelease. El inglés debía tener su oportunidad, a continuación, contra el vencedor, pero Taylor, tras varios aplazamientos, tardó en concedérsela nueve meses. El pleito tuvo lugar en febrero de 2022. El campeón ganó, pero dejó muchísimas dudas. Muchos aficionados vieron ganador a Catterall y la revancha era necesaria. Todo se rompió ahí para Taylor. Empezó a hablar de que le daría ese combate, pero en el welter sin títulos, después buscaron fecha, no la encontraron… mareó la perdiz. Eso ha provocado que de los cuatro títulos que tenía sólo le quede el WBO. Es campeón, pero las dudas sobre su rendimiento son muy altas.
Teófimo López también llega en el alambre
Teófimo López era un joven en ascenso. Ganó el Mundial IBF del ligero ante una víctima propiciatoria y se citó con Vasyl Lomachenko. Contra todo pronóstico le ganó. Esa fue su gran noche hasta el momento. López era bastante más grande que el ucraniano y eso fue clave. Ese duelo fue a finales de 2020 y en noviembre de 2021 hizo su primera defensa de los cuatro cinturones del ligero. Georges Kambosos se hartó de esperar, pero le ganó en una bonita pelea. Teófimo puso la excusa del peso y subió de categoría, pero se volvió a tirar nueve meses parado. Volvió en agosto ante un rival sencillo y ganó, pero no convenció. El pasado diciembre, Sandor Martín apareció en su camino. El español hizo todo para ganarle, pero la localía y ser el prospecto de la promotora que organizaba todo le salvó. Tiene 25 años y quiere reinar en una segunda división. Difícil con el nivel que ha mostrado.
La situación de ambos no es la mejor para afrontar un combate de esta entidad. Taylor ha intentado llevar el peso en cuanto a nivel mental. Afirma que la pelea contra Kambosos ha sido una fuerte losa para su oponente y que ganándole "planea retirarle". Órdago bien grande, y más en un combate tan abierto. En condiciones normales de ambos, se esperaría una guerra absoluta, mucho ritmo y un Taylor favorito por boxeo. Pegar y moverse debería ser su plan, pero todo es un gran interrogante ahora mismo. Moneda al aire, no sabemos el nivel real que mostrarán ambos. Taylor tiene claro cómo incomodar a Teófimo y López también lo ha visto, aunque su estilo es más marcado. Cara o cruz para ellos. Ninguno puede perder o su carrera entrará en un túnel tenebroso. La etiqueta que nadie quiere está preparada para marcar a un nuevo boxeador. Taylor o Teófimo, en juego mucho más que un título en New York.