Una lesión de última hora deja a Amanda Serrano sin pelear en Puerto Rico

La noche del sábado en San Juan (Puerto Rico) no fue cómo se imaginaba. El público acabó abucheando a Amanda Serrano, leyenda del boxeo de ese país y una de las personalidades más queridas. El enfado llegó porque la campeona mundial WBA, IBF y WBO del peso pluma no pudo pelear en el combate estelar como se anunció. Hubo pesaje y careo el día anterior, pero la Comisión de Puerto Rico no le dio el ok para poder subirse al ring.

El evento, organizado por el YouTuber, boxeador y promotor Jake Paul, transcurría con normalidad. El estadounidense, residente en la isla, ganó en el primer asalto a Ryan Bourland. Al terminar su pleito, ante el micrófono, saltó la sorpresa. Serrano subió al cuadrilátero vestida de calle y con unas gafas de sol. Una vez allí, Paul confirmó que la campeona no podría pelear esa noche, lo que en un primer momento encendió al público.

Sobre el cuadrilátero Serrano rompió a llorar. Después, en redes sociales, pidió disculpas de nuevo a todo el público y manifestó su deseo de pelear. Jake Paul fue quien dio luz sobre el asunto. A falta de 36 horas para el combate, Serrano sufrió una lesión entrenando que le afectó a la córnea. Tanto la púgil como su equipo intentaron por todos los medios pelear, pero el riesgo era elevado y los médicos de la Comisión de Puerto Rico no le dejaron pelear. Una desgracia, pero la salud es lo primero.

Jake Paul, al igual que Serrano, se mostró triste por la noticia, pero en su caso él demostró que comprende el negocio y que realmente busca el beneficio de los púgiles que están bajo su paraguas. No discutieron la decisión médica y además pagará la bolsa íntegra a Meinke. Por si fuese poco, todo aquel aficionado que quiera el reintegro del dinero que pagó la entrada podrá hacerlo. Por su parte, la WBO, organismo que tenía a Meinke de retadora, apuntó que no quitará el cinturón a Serrano. La idea, cuando la campeona esté lista, es reprogramar el pleito.