Lomachenko cumple ante Ortiz para citarse con Haney en 2023
Vasyl Lomachenko y Devin Haney se cruzaron en el ring para dejar claro su acuerdo verbal. Se produjo después de la victoria del ucraniano ante Jamaine Ortiz.

Devin Haney, campeón unificado del peso ligero, estaba en la primera fila del Teatro del Madison Square Garden para ver el regreso de Vasyl Lomachenko. El estadounidense no quería perder ni un detalle del que será su próximo rival. Una vez que el ucraniano cumplió frente a Jamaine Ortiz, al que venció por decisión unánime (115-113, 116-112 y 117-111), Haney subió al ring y tuvo un encuentro con el excampeón mundial. Ambos dejaron claro qué tienen un acuerdo verbal para verse en 2023, por lo que no se tardará en conocer los detalles. Ese anuncio eclipsó el combate de regreso de 'Loma', el cual fue peor de lo esperado. De hecho, el propio Haney lo apuntó ante el micrófono. Se le notó el parón al ucraniano.
Lomachenko regresó a Ucrania cuando comenzó la invasión rusa y abandonó el país en agosto. Ese tiempo alejado del ring hizo surgir dudas y tras el desempeño de este sábado... siguen estando algunas. 'Loma' es un boxeador diésel y comenzó de menos a más. Ese ritmo lo supo aprovechar muy bien Jamaine Ortiz, quien hizo gala de su buen boxeo para mandar con el jab de inicio. Desde el tercer asalto el pleito cambió. El excampeón mundial comenzó a despertar y eso le sirvió para dominar, aunque sin hacerlo de manera aplastante. Aún así, del séptimo al noveno asalto Ortiz volvió a encontrar su momento. Lomachenko tiene una calidad muy por encima de la media. Esa técnica, sumada a su gran experiencia, hace que a medio gas pueda ganar este tipo de combates. Le vale, pero las dudas están ahí.
¿Podrá ganar a Haney con este nivel? Esa es la pregunta que más se repitieron los aficionados en redes sociales tras su triunfo de este sábado. Es cierto que 'Loma' hace un par de peleas que no ha mostrado su mejor versión, pero lo sucedido en el Garden es entendible. Tanto tiempo fuera, sin entrenar e inmerso en una guerra pasan factura. Por otro lado, este sábado se volvió a reflejar que el ligero le queda grande, pero es el camino que debe tomar. Además, y no menos importante, Ortiz es un gran boxeador y lo demuestra cada vez que se sube al ring. Son muchos condicionantes los que tiene encima Lomachenko, pero tendrá que despejarlos más adelante. El campeonato unificado, su sueño, le espera el próximo año.