Mari Romero, 48 horas para el combate que lleva años persiguiendo

El boxeo es el deporte en el que mejor se evidencia que las oportunidades se trabajan. Un púgil lo debe ser 365 días al año. Nunca sabes cuándo sonará el teléfono. La historia de Mari Romero (Puerto Lumbreras, 38 años) puede ser una de las que entre en los libros de historia por inverosímil. La murciana (9-4, 2 KO) tenía previsto subir al ring el 13 de abril en su casa. Iba a disputar el Campeonato de Europa del gallo, pero todo cambió el este jueves. La oportunidad por la lleva años trabajando le llegó y la afrontará este mismo sábado. Una locura.

Dina Thorslund (20-0, 8 KO) tenía previsto defender sus coronas WBC y WBO del supergallo en Copenhage este sábado. Su rival, la turca Seren Cetin, causó baja este jueves y desde el equipo de la danesa contactaron con el entorno de Mari Romero. La española, que estaba lista para cumplir con el peso, principal escollo en primer lugar, no dudó en aceptar. Este viernes volará a la capital de Dinamarca, se pesará y el sábado podrá convertirse en campeona mundial.

Pese a la premura, Romero estaba más que preparada. El Europeo estaba en el horizonte, pero ha estado activa. Viene de pelear en el Boxam a finales de enero y ha estado concentrada con el equipo nacional. Por tanto, está en distancia y viene de hacer sparring de primer nivel. Su objetivo era acudir al preolímpico que comienza el próximo 29 de febrero, pero no logró el billete en el Boxam y miró a su carrera profesional. Todo pasa por algo. El preolímpico le hubiese impedido decir que sí a Thorslund.

La oportunidad también da un poco de justicia divina a Romero. La española no dudó en acudir a casa de Seren Cetin en abril de 2023. Cayó a los puntos en un resultado muy polémico. Pelear fuera le costó el combate, ya que la turca usó muy malas artes y no fue reprendida. Un escándalo más, pero que le abrió las puertas del Mundial. Ahora, finalmente no podrá disputar el chance que Romero merecía desde hace un año. Mari, tres veces campeona continental del supergallo, ve también recompensado su esfuerzo.

Cuando la española volaba para pelear por su cuarto título europeo recibió un mensaje de su trabajo. La acababan de despedir por acudir al pleito (se había cambiado de fecha y tuvo que viajar a Reino Unido en dos ocasiones). Lejos de venirse abajo, apostó todo por su carrera. Junto con su marido y entrenador, Francisco Ponce, decidieron hacer un all-in que está a un paso de completarlo. El órdago es difícil, ya que Thorslund es un campeona compleja y contrastada, pero el corazón y ritmo que imprime Romero pocas lo pueden poner. Está ante la oportunidad de su vida y cÓmo ha aprendido de su ídolo, Kiko Martínez, estos trenes no se pueden dejar escapar.