Óscar Díaz, Ezequiel Gurría y el primer EBU Silver para un español

Este sábado, Alcalá de Guadaíra vivirá un momento histórico. Por primera vez un español alzará el EBU Silver, un cinturón nuevo, pero con poco. Esta faja viene a sustituir, desde el mes de septiembre, al Campeonato de la Unión Europea, un título que limitaba su consecución a unos pocos países del viejo continente y con el EBU Silver el espectro se abre a todos los países. Lejos del nombre, el objetivo es el mismo: un paso previo para disputar el Campeonato de Europa. Aún así, ser el primero siempre quedará para la historia.

Escribir su nombre en cabeza de la lista es lo que buscan Óscar Díaz (11-0, 5 KO) y Ezequiel Gurría (18-2, 4 KO). Los dos españoles chocarán en un combate, dentro del peso superwelter, que se cerró hace poco más de un mes. Díaz lleva esperando año y medio para disputar esta faja. Varias veces se le ha caído la pelea y la última por la baja, por lesión, del italiano Orlando Fiordigiglio provocó que el equipo del sevillano propusiese a Gurría y la EBU aceptase. Este duelo "tranquiliza" a ambos. Salvo hecatombe, el combate se dará.

Díaz empezó a boxear con 12 años para perder peso. Ahora, diez años más tarde, es campeón de España del superwelter y afronta el combate más importante de su carrera. El Campeonato de la Unión Europea se quedó sin disputarlo a dos semanas de la fecha marcada el pasado verano, algo que le supuso "un gran bajón anímico". Pese a todo, ha peleado dos veces más desde entonces y saca lo positivo: "Esa preparación marca un antes y un después en mi carrera. Soy mucho más maduro y se ve mejor las cosas sobre el ring", admite a Relevo el púgil.

Por su parte, Gurría, de 30 años, es un púgil mucho más experimentado. También empezó de niño a boxear y llegó a formar parte de la Selección. Como profesional ha sido campeón de España del superwelter y también, en 2021, salió a Inglaterra a pelear contra otro prospecto. "Esta pelea me llega en un momento boxístico perfecto. Soy mucho más maduro, me ha pasado de todo, se lo que es ganar, perder…", afirma el aragonés. Gurría llega con poco aviso, pero no será un hándicap: "El momento ideal para esta pelea es cualquiera. Siempre estoy entrenado. Ya llevaba una preparación específica porque iba a pelear, en un combate sin título, en octubre. Sólo hemos tenido que ajustar", añade.

La confianza de ambos es máxima y ninguno ve clave que se juegue en casa de Díaz, aunque obviamente al sevillano "le motiva". Sobre el papel la igualdad es máxima y se espera un combate parejo. Gurría es un estilista que ha trabajado "la pegada y el volumen de golpes", mientras que Díaz es un boxeador mas directo, pero que domina bien la movilidad. Igualdad es la palabra que define la previa del primer combate en el que un español alzará un EBU Silver.