Rabdomiólisis: la enfermedad que ha frenado la carrera de una de las mayores promesas del boxeo
Vergil Ortiz vuelve al ring este sábado. El estadounidense está llamado a marcar los próximos años del boxeo, pero una enfermedad derivada de los cortes de peso le ha tenido casi año y medio sin pelear.

Vergil Ortiz (Texas, 25 años) está llamado a ser uno de los nombres que marque el boxeo mundial en los próximos años. El estadounidense debutó con 18 años. Desde el inicio llamó la atención por su estilo valiente y por su pegada por encima de la media. Golden Boy no le dejó escapar y le ha ido cuidando la carrera. La empresa comandada por Óscar de la Hoya es experta en llevar con mimo a jóvenes con futuro.
Ortiz fue superando pruebas y su victoria ante el excampeón mundial Maurice Hooker en 2021 fue la reafirmación que necesitaba. Otro triunfo de prestigio ese año hizo que el 2022 se marcase como "el año". Debía dar un paso al frente y buscar los Mundiales. La división estaba compleja, ya que Terence Crawford y Errol Spence hablaban de una unificación completa que no se dio hasta 2023. Había que pelear y seguir mostrando, pero ahí empezaron los problemas.
En marzo de 2022 tenía programado enfrentarse a Michael McKinson. Era otro invicto y en juego estaba un cinturón intermedio WBO del peso welter. Su victoria le dejaría cerca del Mundial… pero causó baja. Durante el corte de peso, Ortiz tuvo que ser ingresado. En un primer momento se desconocía qué le estaba pasando. Las secuelas del coronavirus que había pasado parecían el origen de todo. Se tomó un tiempo para recuperarse y en agosto de 2022 pudo disputar ese combate. Noqueó a McKinson y demostró que había sido algo puntual.
La WBA ordenó que Vergil y Eimantas Stanionis, otras de las promesas de la división, peleasen por el Mundial Regular (interinato) del welter en marzo de 2023. Había llegado la oportunidad que Ortiz y Golden Boy llevaban tanto tiempo buscando. El pleito se pospuso a abril porque el lituano tuvo que ser operado de urgencia de apendicitis. De nuevo, durante el recorte de peso, Ortiz causó baja en la segunda fecha. El problema se repitió en julio, fecha en la que se había vuelto a reubicar el duelo. Había algo mucho más grave de lo que se había contado la primera vez.
El texano se mareó y perdió el conocimiento en esa última intentona. De nuevo había sufrido un caso de rabdomiólisis. Esta enfermedad descompone el tejido muscular y ocasiona la liberación de las proteínas del músculo en el torrente sanguíneo, lo cual es perjudicial para el riñón y puede llegar a ocasionar la muerte. Esta dolencia se produce, entre otros muchos factores, por la deshidratación extrema. Por tanto, el corte de peso estaba siendo perjudicial para la salud del joven boxeador.
Ortiz se tomó un tiempo para recuperarse y este sábado 6 de enero, en Las Vegas, está de regreso. Tiene 25 años y un récord invicto de 19-0 (19 KO). El talento sigue estando y, a priori, los problemas para cortar el peso han desaparecido porque el texano estrena división. Ha subido al superwelter y se probará frente al ghanés Fredrick Lawson (30-3, 22 KO). El africano debería ser un rodaje para Ortiz, quien deberá tomar 2024 para ganarse un puesto en su nueva categoría y pensar en algo más grande de cara al año próximo. Con los problemas de salud olvidados, una de las mayores promesas del boxeo mundial está de regreso.