Salud mental o la mayor ganancia de su vida: la duda sobre el estado de Ryan García
La previa del duelo entre el californiano y Haney ha estado marcada por la preocupación por su salud mental. Se le requirió un examen médico para evaluarle y se negó.

El combate entre Devin Haney (31-0, 15 KO) y Ryan García (24-1, 20 KO) del sábdo puede marcar una época. Ambos están llamados a ser grandes protagonistas del futuro del boxeo. Haney es campeón mundial en dos divisiones (del ligero tuvo las cuatro coronas) y García acumula millones de seguidores en redes sociales además de haber alzado un Mundial interino. Ambos cumplirán 26 años este 2024. Pase lo que pase les queda recorrido.
La lectura inicial es muy interesante, pero en la previa poco se ha hablado de boxeo. El duelo está marcado para este sábado en Brooklyn (Nueva York), pero las dudas sobre si se llevará a cabo o no estarán, prácticamente, hasta que se suban al cuadrilátero. La actitud de García ha dejado muchas dudas a todas las partes implicadas.
En enero de 2021 Ryan logró su mayor victoria hasta la fecha. Noqueó, tras irse al suelo, al campeón olímpico (2012) Luke Campbell. Estaba lanzado, pero su mente dijo basta. El púgil tuvo que retirarse durante unos meses al pasar por problemas de salud mental. Se recuperó, pero nunca dio la sensación de ser el mismo. Los cambios de entrenador también denotan una actitud compleja. Salió mal con Eddy Reynoso, preparador de Canelo Álvarez, y rompió con Joe Goossen tras perder el invicto ante Gervonta Davis.
Antes de que se cerrase el pleito contra Haney también tuvo problemas con su promotor, Óscar de la Hoya. Con él parece haber limado asperezas, no le queda otra, ya que no había manera de que le liberasen el contrato. Otra cosa diferente es con Bernard Hopkins, una de las personas de confianza del mandamás de Golden Boy y leyenda del deporte, con quien la relación está rota.
Pese a todo, las principales dudas sobre el combate llegaron tras la rueda de prensa oficial. Ryan desapareció varios días de las redes sociales y al volver empezó a hacer publicaciones confusas y contradictorias. Además, el púgil reveló que había pasado varios días ingresado para resolver problemas relacionados con la salud mental. Su promotor, Óscar de la Hoya, salió al paso y dijo que estaba bien, pero el resto del mundo tenía preocupación. Se pidió una evaluación de su estado mental antes del combate. El púgil se negó. ¿Era cierto todo o era una estrategia para que Haney piense que no llega bien preparado? Esa es la gran cuestión.
La negativa de García le pudo costar el combate, ya que en el reglamento de la Comisión Atlética de Nueva York, organismo que debe dar el ok médico a los púgiles, es claro. Deben evaluar los problemas psicológicos y los casos de depresión o esquizofrenia que puedan tener los boxeadores que se vayan a subir a un ring. De ahí su petición. El organismo tiene como principal finalidad velar por la seguridad de los deportistas y cualquier tipo de problema, ya sea físico o mental, debe suponer la cancelación del combate.
Pese a ello, Ryan ha mantenido que está perfecto y su equipo, también. Todavía sin bolsas oficiales, el propio púgil estima que podría estar ganando alrededor de los 100 millones de dólares. Tantos ceros pueden cegar a quien primero debe velar por su salud, su entorno. La semana de pelea ha comenzado y en principio todo sigue adelante, pero la salud mental de García será la protagonista de todo. Cualquier cambio puede producirse antes del sábado. La incertidumbre ha ganado la partida al deporte.