BOXEO

Samuel Molina cae con honores ante Petitjean por el Europeo

Franck Petitjean se proclamó campeón de Europa del superligero al superar a Samuel Molina. El español dio la cara con 25 días de aviso.

Petitjean y Molina, tras el combate./
Petitjean y Molina, tras el combate.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Samuel Molina recibió la llamada para disputar el Campeonato de Europa del superligero con tan sólo 25 días de antelación. El andaluz, de 24 años, no dudó en dejar todo lo que estaba haciendo para acudir al gimnasio. La Esencia había boxeado el 29 de abril y se encontraba fuera de preparación, pero ningún condicionante le importó. Había acabado con las manos tocadas y pudo hacer poco sparring, pero Molina es un púgil de garantías.

Con confianza acudió a París. Los franceses le recibieron en un pequeño pabellón en el que tuvo que esperar, junto a Franck Petitjean, cinco minutos sobre el ring para poder empezar con la liturgia previa al pleito. Había saltado el automático y no había luz. Cosas del boxeo. Esa larga espera pareció pasarle factura al español, que comenzó un tanto frío. El francés era zurdo y ese hecho, quizá debido a la escasa preparación, se le atragantó de inicio. La izquierda recta del local llegó varias veces clara, lo que provocó una hemorragia nasal para el español. Por un cabezazo, la sangre también empezó a salir de la ceja del español.

Todo cambió en el tercer round. Molina dio un paso al frente, tomó el centro del ring y al acabar el asalto conectó un crochet que hizo tambalearse al local. Eso enchufó a Molina. La contienda se igualó y comenzó una guerra. La izquierda recta de Petitjean fue una losa para el español, pero también logró percutir con dureza. Molina fue poco a poco golpeando también abajo para restarle empuje a su oponente. Lo logró y desde el sexto el galo lo notó.

El pleito estaba siendo igualado, pero la sensación por televisión era de que los golpes mas nítidos eran del francés. Molina no perdía la cara, sacaba trabajo, con precaución, y aunque empezó a notar físicamente el corto aviso no dejó de intentarlo. El español se vació en los dos últimos asaltos, en los que no rehuyó el combate. Petitjean contragolpeaba, pero también acabó con mucho castigo en esos rounds de campeonato. Aún con todo, ambos púgiles dieron un final épico cruzando golpes sin importar la defensa y acabaron sintiéndose victoriosos. Los jueces dieron vencedor al galo por decisión mayoritaria (114-114, 115-114 y 115-113). Rozó el título Molina, pero volvió a demostrar que es un púgil de garantías. Con 24 años la oportunidad volverá a llegar y con el tiempo necesario de preparación el resultado será diferente.