BOXEO

La supremacía sin altanería de Beterbiev y Bivol: venden su revancha entre cordialidad

Artur Beterbiev y Dmitry Bivol tendrán su revancha este sábado en Arabia Saudí. En juego estarán las cuatro coronas del peso semipesado tras la victoria de Beterbiev hace cuatro meses.

Artur Beterbiev y Dmtri Bivol, cara a cara, durante la rueda de prensa de presentación de su combate de revancha./
Artur Beterbiev y Dmtri Bivol, cara a cara, durante la rueda de prensa de presentación de su combate de revancha.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

El boxeo tiene enfrentamientos que se convierten en clásicos y que trascienden las categorías de peso y las épocas. Artur Beterbiev y Dmitry Bivol pueden encarnar uno de esos capítulos para la historia. En octubre de 2024, tras cinco años de historia, por fin se enfrentaron para unificar las cuatro coronas (WBC, WBA, IBF y WBO) del peso semipesado. Tan sólo cuatro meses después, gracias al dinero de Arabia Saudí, se dará la revancha en Riad. Al gobierno del país no le gusta dejar sin secuela estas megapeleas y no deja pasar el tiempo. 

El primer combate fue de una calidad técnica exquisita. El ring se convirtió en un tablero de ajedrez y los dos fueron movimiento sus piezas con una inteligencia extraordinaria. Beterbiev ganó por decisión mayoritaria y el pleito fue parejo. La revancha se espera igual, aunque Bivol debería de mostrarle con mayor agresividad. En la primera pelea no le valió y es quien debe cambiar cosas. Beterbiev, con su ritmo constante y sus manos pesadas triunfó. Repetirá plan. Será Bivol quien quizá deba renunciar a la movilidad para buscar la diferencia.

Los dos rusos cuentan con una gran experiencia amateur. Saben de sobra cómo es el estilo de su rival y se leyeron durante 12 asaltos. La línea que debe seguir el pleito, más allá de pequeños ajustes, es la misma. En cuanto a novedades no hay muchas, pero ver a los dos mejores boxeadores de un peso mano a mano no necesita luces para adornar nada. Es una pelea que se vende sola. Además, ninguno de los púgiles podría hacerlo aunque quisiera. Su don es boxear y no la palabra.

"No soy un cartero, soy un atleta", respondió Bivol cuándo la prensa le invitó a dar un mensaje a su rival en la conferencia pública para vender el combate. Ese fue "el toque de humor" que pusieron. Los dos son demasiado formales y no les gusta hablar. Beterbiev estuvo, si cabe, más serio. "La supremacía" es lo único que les importa a ambos, por ello lo repitieron en cada respuesta. No va más. Son dos boxeadores del pasado, de los que hablan en el ring. Su mejor manera de vender la revancha es emplazar a los fans al pleito de octubre. Son boxeadores.