Tyson Fury anuncia por sorpresa su retiro del boxeo profesional
El inglés publicó un vídeo de sus redes sociales en el que anuncia su adiós. Tras sus derrotas contra Usyk se vislumbraba un posible duelo ante Anthony Joshua.
![Tyson Fury./](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202501/13/media/cortadas/tyson-fury-RbqpdBwmqAgE2DEeP6A2qIJ-1200x648@Relevo.jpeg)
"Seré breve y conciso. Quiero anunciar mi retiro del boxeo. Ha sido un placer. He disfrutado cada minuto", con ese breve mensaje, Tyson Fury ha dejado en shock a su deporte. Con 36 años, el Gipsy King viene de dos derrotas consecutivas frente a Olek Usyk. Pese a esa mala racha, sigue siendo un púgil cotizado y una posible pelea contra Anthony Joshua se vislumbraba en el horizonte.
La opción era real y Arabia Saudí estaba por la labor, pero sus palabras son claras. Aún así, no es la primera vez que Fury se va para volver al poco tiempo. El mensaje que dejó al final del vídeo, "Dick Turpin llevaba una máscara", hace que en Inglaterra ya se esté especulando. Turpin era un bandido del S.XVIII y esa afirmación ha provocado más interacciones en redes sociales que el propio mensaje. Anunciar el adiós para forzar un mayor día de pago es algo habitual en estos deportes y al ser una práctica habitual del Gipsy King hace que su adiós sea cogido por pinzas.
Sea una despedida real o una artimaña, Fury sin duda alguna deja una huella imborrable en el peso pesado de los últimos años. Proveniente de una familia de Travellers (personas que iban de una ciudad a otra con espectáculo circenses, en el caso de su familia, con combate de boxeo), siempre tuvo al noble arte muy presente. Debutó profesionalmente en 2008 y rápidamente tomó fama en Reino Unido gracias a su carácter. Un showman nunca pasa desapercibido.
Su actitud fuera del ring era correspondida con victorias en el ring. El 28 de noviembre de 2015 logró su mayor hito. Contra todo pronósticos logró derrotar a Wladimir Klitschko por los Mundiales WBA, IBF y WBO del peso pesado. El ucraniano parecía inexpugnable, pero Fury fue su kryptonita. El mejor momento se convirtió en el peor, ya que no volvió a pelear hasta junio de 2018. Su carrera se vio interrumpida debido a problemas de salud mental y abuso de sustancias estupefacientes, llegando incluso a publicar en redes sociales una despedida dando a entender pensamientos suicidas. Anteriormente, Fury había dado positivo por nandrolona en 2015, pero nunca fue sancionado porque argumentó que había consumido "carne de jabalí no castrado" y esa ingesta provocó el resultado anómalo.
Los problemas fueron muchos, pero una vez superados todos logró volver a ganarse el respeto del boxeo y en diciembre de 2018 peleó contra Deontay Wilder por el Mundial WBC del peso pesado. Ambos hicieron nulo en el combate más emocionante en la carrera de los dos púgiles. En la revancha, en febrero de 2020, el inglés logró la victoria y llegó de nuevo a lo más alto. Esta vez pudo gestionar bien el éxito y consiguió ir superando rivales hasta llegar a un combate inédito en los pesos pesados. Nunca hubo un campeón indiscutido. Quería serlo, pero Usyk le ganó en dos ocasiones (es el único púgil que le ha derrotado).
Sendos tropiezos no han hecho mella en su legado, ya que su habilidad en el ring, combinada con su resiliencia para superar desafíos personales como la depresión y las adicciones, lo convirtieron en una figura inspiradora para muchos. Su estilo único y su capacidad para promocionar peleas lo distinguieron en una era altamente competitiva en la máxima categoría de peso. Su adiós dejará un vacío difícil de llegar, pero con Tyson Fury nunca se puede dar nada por sentado.