La Federación no sancionará al boxeador de la polémica pelea en un cine: sólo hay una vía para que pierda su licencia
Un mandato judicial es la opción con la que el boxeador que redujo a un maltratador en un cine de León podría perder su trabajo. Las Federaciones, que le apoyan, no pueden entrar de oficio.
![Antonio Barrul, tras un combate./Instagram (@a.mproducciones)](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202405/07/media/cortadas/barrul-RO3GQk5daD0XMaTkr2AAhYJ-1200x648@Relevo.jpg)
Antonio Barrul es uno de los nombres que marcan la actualidad en España. El boxeador se hizo viral este lunes por un vídeo en el que se ve cómo reduce a golpes a un hombre que estaba agrediendo a su mujer. El púgil, de 25 años, pensó no hablar en un inicio, pero la dimensión que tomó el caso le hizo aparecer en varios medios de comunicación. Por ello, también quiso enviar un mensaje a través de sus redes sociales durante la madrugada de este martes.
El leonés reconoció que "le costaba dormir por lo ocurrido" y que aprovechaba el canal para agradecer las muestras de cariño. Su repercusión también se puede medir en números. El lunes a primera hora de la mañana contaba con 50.000 seguidores en Instagram. Después de 24 horas la cifra ya supera los 130.000. Se ha convertido, con su acción, en un referente por lo que ha querido hablar claro: "Pido perdón, pero no podía hacer la vista gorda. Si hubiese sido alguien de mi familia, me gustaría que alguien hiciese lo mismo. La violencia no es la solución, no es la vía para resolver los problemas".
Por último, el boxeador profesional (récord de 5-0 y exintegrante de la Selección) quiso visualizar el problema real, que es "la violencia que se ejerce cada día hacia muchas mujeres". "Hay que luchar por la seguridad de las que sufren o han sufrido violencia de género", añadió. Su acción está siendo aplaudida, pero le pudo costar un grave problema. Al ser un boxeador profesional, si mediase denuncia, sería considerado un "agravante" similar a portar un "arma blanca", por lo que de recibir un castigo sería mayor que por una pelea entre dos personas no federadas. No obstante, en ese supuesto el juez tendría que valorar todos los condicionantes del hecho investigado.
El otro castigo al que se podría enfrentar es a la retirada de la licencia de boxeador. En un primer momento, por el desconocimiento de la ley, hubo miedo de que la Federación Española de Boxeo o la de Castilla y León, órgano en el que Barrul está federado, pudiese entrar de oficio (lo descartaron ambos órganos desde el primer momento). Según ha podido conocer Relevo, esa opción está totalmente descartada.
Cualquiera de las citadas federaciones podría retirar la licencia, de manera temporal o permanente, a un boxeador siempre que se den actos que violen el reglamento y sucedan dentro de una competición sancionada por ese organismo. Es decir, si el incidente del cine hubiese sucedido en una velada de boxeo, ahí la Española o la Castellanoleonesa podrían entrar de oficio. Habría un comité (un juicio) en el que se darían alegaciones por parte del federado y después se tomaría una decisión.
La única posibilidad, por tanto, de que el boxeador pierda su licencia y tenga que dejar de ejercer su trabajo es por un mandato judicial. Si hubiese denuncia contra Barrul, algo que no ha sucedido en este instante, el juez podría castigar al deportista con la retirada, total o parcial, de su licencia. En ese caso, la Federación tendría que acatar la norma. Que suceda esa hipótesis es muy complejo y se da en casos de extrema gravedad. De hecho, en la historia sólo ha sucedido en una ocasión.
Arantxa Lorenzo, presidenta de la Federación de Boxeo de Castilla y León, desde un primer momento tranquilizó al púgil, quien la avisó el pasado 1 de mayo tras ocurrir el incidente en el cine. La mandataria públicamente ha mantenido lo mismo que le dijo al leonés en esa llamada telefónica. "Le apoyamos, su actuación es totalmente justa. Hay que ponerse en la situación y entiendo que hay que parar a personas así. No vemos una mala actuación. Es injusto que quieran jugar con su licencia", apuntó Lorenzo en León Noticias.
Por tanto, y en estos momentos, el púgil leonés puede estar tranquilo ya que su futuro no está en riesgo por su acción en el cine. El agresor no ha presentado una denuncia y si no lo hace, a nivel judicial, el caso no tendrá recorrido alguno. La idea de Barrul y su equipo era volver el 25 de mayo, pero el evento se cayó por motivos logísticos antes del hecho contado. El plan, tras ese contratiempo, es que pueda estar en el ring antes del verano, ya que su deseo es disputar el Campeonato de España del supergallo en 2024.