Abetxuko vuelve a Arabia Saudí un año después de su brutal caída: "Me tiró de la bici a posta"
El velocista alavés de Euskaltel-Euskadi rememora con Relevo uno de los peores días de su vida deportiva, provocado por la marrullería de un rival.

"En la bici tienes más días malos que buenos; sólo que, cuando ganas, se te olvidan los malos". Andoni López de Abetxuko (1999, Salvatierra) lanza esta reflexión a raíz de recordar una carrera de su época sub23 en la que se quedó descolgado demasiado pronto, abandonó desmoralizado y viajó hasta meta en la furgoneta de un equipo que le recogió al verle, pie a tierra, en mitad de la nada. Uno de esos días que todo ciclista debe vivir, en definitiva: si no tira la bicicleta al lecho de un río, significa que puede valer para profesional. Años después, el velocista alavés afronta su segunda temporada en la élite con Euskaltel-Euskadi. La primera arrancó "bien", pero se torció por "un percance": una caída en el Saudi Tour, la vuelta a Arabia Saudí organizada por ASO, empresa responsable del Tour de Francia.
"Fue curioso", evoca con una sonrisa en conversación con Relevo. "Nuestro hotel de aquel día estaba muy cerca del hospital. Yo iba con [Juanjo] Lobato y dijimos: 'Esperamos no pisar aquí'. A las tres horas, estaba ingresado". Era la cuarta etapa de la segunda carrera como profesional de Abetxuko y en torno al kilómetro 30 se precipitaron los hechos. "Era un momento de normalidad, sin tensión ninguna, en el cuál íbamos peleando la posición…"
"… Y yo iba agarrado del manillar, tranquilamente, cuando giré la cabeza a la derecha y vi que este ciclista venía". Una cuita de pelotón que fue demasiado lejos. "Me golpeó el manillar con su propio manillar, a posta, y me lo giró por completo. Yo no me lo esperaba y caí en seco, sin deslizar. Me rompí la clavícula, me fracturé la escápula y cuatro costillas. Nunca había sufrido una lesión tan importante". El causante del incidente, un italiano que ya no forma parte del pelotón profesional, fue descalificado y supo de inmediato lo que había hecho. "En ese momento no pensó muy bien la repercusión que sus actos podían tener sobre mí. Luego se arrepintió, claro".
A los pocos minutos, Abetxuko estaba en el hospital que Lobato y él querían evitar. "Estando allí, sólo quería volver a casa, con los médicos de casa, y curarme lo antes posible". Sólo fueron tres días internadoo en Arabia Saudí antes de que le permitieran volar de regreso a casa para encarar una larga recuperación. "En el equipo me ayudaron bastante y, aunque me costó empezar otra vez porque estuve cuatro meses sin competir, pude terminar el año bien". Bala designada de Euskaltel-Euskadi, rozó la victoria en sprints de la Vuelta al Lago Qinghai y la Volta a Portugal.
En 2024, Abetxuko estará bien rodeado a la hora de disputar las llegadas masivas. Euskaltel-Euskadi se ha reforzado en este capítulo con el valenciano Iker Bonillo, el mallorquín Xavi Cañellas, el neozelandés James Fouché y un ilustre como Jon Aberasturi, que llega de dos campañas en Trek. "A la hora de esprintar, me puede transmitir mucho", se esperanza Abetxuko. "En los momentos decisivos se ve la veteranía: cómo se mueve, qué hace, la elección de la rueda a seguir… Hacer calendario con él será muy bueno para aprender. En principio, este mes de marzo disputaremos varias carreras juntos en Francia y Bélgica. Espero poder ayudarle, y que él me ayude a mí. Nunca he lanzado a otro velocista en profesionales, porque el año pasado era el único sprinter del equipo, así que cometeré errores… Pero de los errores se aprende".
El joven alavés aspira a ser algo más que un velocista. "Quiero ser capaz de pasar la media montaña y aun así conservar mi punta de velocidad, porque es mi punto fuerte. Los ciclistas de hoy en día son buenos en todo. Llanean, esprintan, suben… No te puedes centrar sólo en una faceta, porque te estancas". Su temporada comenzó con dos pruebas de un día en la Comunidad Valenciana y continúa esta semana en el AlUla Tour, nueva denominación de la vuelta saudí que le costó un disgusto hace justo un año.