CICLISMO

La nueva realidad del pelotón femenino español: más profesionales… y menos ciclistas

Cribada por la nueva normativa que impone un salario mínimo, la escena femenina nacional se ha visto empobrecida en equipos y enriquecida en calendario.

Ciclistas de Eneicat y Cantabria Deporte, a la izquierda de la imagen, en el pelotón de la Women Cycling Pro Costa de Almería. /RELEVO / FRAN REYES
Ciclistas de Eneicat y Cantabria Deporte, a la izquierda de la imagen, en el pelotón de la Women Cycling Pro Costa de Almería. RELEVO / FRAN REYES
Fran Reyes

Fran Reyes

"Esto ha cambiado mucho, ¿eh?" En Mojácar, meta de la Women Cycling Pro Costa de Almería, una ciclista española explica cuánto ha sufrido en este inicio de temporada; tanto aquí como en la Challenge de Mallorca del fin de semana anterior. Cuando ella se puso por primera vez un dorsal, hace relativamente poco, convivían las 'amateur' con las profesionales y acabar era factible. Ahora, el listón ha subido varios niveles. Aguantar en el seno del pelotón es un reto; ser competitiva sin dedicarse en cuerpo y alma a la bicicleta, una quimera.

El pelotón femenino español se ha quedado en un tercio de su tamaño de un invierno a otro. La razón es la nueva normativa para los equipos Continentales, segunda división del ciclismo mundial gestionada a su criterio por cada federación nacional, y que la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) ha cribado con una nueva normativa pergeñada por su Consejo de Ciclismo Profesional (CCP) que, efectivamente, la profesionaliza. De los ocho equipos que existían en 2023, sólo sobreviven con licencia española dos: el pujante Laboral Kutxa de la Fundación Euskadi y el peleón Eneicat leonés. El bloque murciano Soltec compite ahora con licencia panameña. Cantabria Deporte-Río Miera, Farto-BTC y Massi-Tactic son ahora conjuntos 'amateur'. Los históricos Bizkaia-Durango y Sopela Women's Team han optado por desaparecer. En la cima, dentro del UCI Women's WorldTour, continúa Movistar Team.

A nivel de ciclistas, este cambio de normativa se ha hecho sentir de forma notable. Si el número de corredoras españolas en el WWT permanece constante de 2023 a 2024 (7), el de Continentales baja de 67 a 21 según los actuales registros de la Unión Ciclista Internacional (UCI), cifra que debería verse ampliada con media decena más de mujeres en las próximas semanas. Algunas, como la especialista en ciclocross Lucía González Blanco, han pasado de correr seis ediciones consecutivas del Giro a perder su estatus UCI después de 14 temporadas en el pelotón. Otras, como la murciana Irene Méndez, ha encontrado por fin premio a una apuesta de tres años en busca de la profesionalización que, ahora sí, ha encontrado de la mano de Eneicat.

Lorena Feixas, ciclista del Soltec Iberoamérica, persigue al pelotón durante la Women Cycling Pro Costa de Almería.  RELEVO / FRAN REYES
Lorena Feixas, ciclista del Soltec Iberoamérica, persigue al pelotón durante la Women Cycling Pro Costa de Almería. RELEVO / FRAN REYES

Eneicat, estructura capitaneada por Eneritz Iturriaga y Humberto Gómez, se ha visto obligada a triplicar su presupuesto de los 200.000€ a los 600.000€ para hacer frente a la nueva normativa. En esto ha sido clave la implicación de su socio colombiano CM Team, lo que supondrá un empeño extra en el calendario sudamericano. El Soltec de la Fundación Marcelino Oliver, por su parte, ha tenido que hacer las Américas de la mano de su patrocinador, una potente firma de energía renovable con intereses a ambos lados del Atlántico, y continuará su actividad en Europa con la perspectiva de ampliar fronteras compitiendo en Estados Unidos.

Los conjuntos caídos a la división Elite continúan sobreviviendo con unos recursos e intereses parecidos, peleando por invitaciones a un calendario UCI cada vez más amplio. Al nacimiento de la mentada Challenge de Mallorca, en enero, se ha sumado la ampliación de la Volta a Catalunya (que pasa de un día a tres y se disputará del 7 al 9 de junio) y la creación de la Pionera Race, prevista para el 15 de septiembre en la comarca valenciana de La Safor. La gran duda es cómo evolucionará el calendario amateur, encabezado por la Copa de España: si nacerán pruebas, si crecerán las existentes… o si se prolongará una parálisis que podría ser terminal para los equipos descendidos.