Ally Wollaston, la medallista olímpica 'kiwi' que revolucionará los sprints de la carretera
La velocista neozelandesa, uno de los fichajes del poderoso FDJ-SUEZ, consiguió en la Clásica de Almería su primera victoria europea de la temporada.
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Hasta el año pasado, FDJ-SUEZ era uno de los mejores equipos ciclistas femeninos del panorama; desde el 1 de enero, es el rival a batir en cualquier carrera donde se presenta. Este invierno, el conjunto francés ha afrontado una forzada revolución en su plantilla: expiraron los contratos de sus dos líderes, Cecilie Uttrup Ludwig y Marta Cavalli, ambas aquejadas de problemas físicos a lo largo de la temporada, y se marchó por voluntad propia Grace Brown, campeona de todo contra el reloj que decidió poner fin prematuro a su carrera deportiva para retirarse a su Australia natal.
Bajas sensibles que se vieron sobradamente cubiertas con la llegada de Demi Vollering, la mejor escaladora del mundo con una Vuelta y un Tour en un palmarés que comprende 38 victorias en las tres últimas campañas; Juliette Labous, sólida vueltómana; y Élise Chabbey, rodadora de gran cilindrada. De la mano de Vollering llegaron los patrocinios de Specialized y Nike, que junto a la lotera gala FDJ y la gestora de aguas y residuos SUEZ sufragan un presupuesto cercano a los cuatro millones de euros que colocan a la escuadra a la cabeza del pelotón femenino.
En este maremágnum de movimientos, un fichaje capital pasó casi inadvertido. Desde el AG Insurance-Soudal llegaba una neozelandesa, Ally Wollaston (2001, Auckland), cuyo pedigrí en carretera se reducía a victorias sueltas en sprints de la Volta a Catalunya o el Tour Down Under australiano. Para comprender la magnitud de su incorporación, había que mirar a la pista: en ella es doble campeona del mundo (en ómnium y eliminación) y doble medallista olímpica en París 2024 (plata en persecución por equipos, la cuarteta donde la técnica y el motor son claves; bronce en ómnium, el decatlón del velódromo). Con esas credenciales, no es ninguna sorpresa que en su primera cita europea de la temporada, la Clásica de Almería disputada este domingo, se impusiera con holgura en la llegada masiva.
"Durante los dos años que he firmado con FDJ-SUEZ, me voy a centrar en la carretera", explica Wollaston a Relevo en la meta de Roquetas de Mar. "Me he pasado los cuatro años del último ciclo olímpico volcada en la pista, y me apetece un cambio. Seguiré disputando alguna cita suelta, como la Copa de las Naciones que se disputa este marzo en Turquía, y los Campeonatos del Mundo; pero voy a estar dedicada al asfalto".
El sprint de Roquetas de Mar #ClasicaAlmeriaWE pic.twitter.com/rbFDwRNFbb
— Clásica de Almería (@Clasica_Almeria) February 23, 2025
En él, sus cualidades son ya notables: correosa cuesta arriba, potente en el plano, veloz en el sprint. Al margen de la progresión física, la 'kiwi' necesita crecer en las habilidades en carrera. "Me queda mucho por aprender", reconoce. "Me cuesta bastante trabajo rodar en el pelotón. En algunos momentos voy bien, pero en otros me cansa muchísimo mantenerme en las primeras posiciones y pelear el sitio. Quiero enfocarme en estos aspectos para mejorar en cada carrera".
En Almería, FDJ-SUEZ corrió a la medida de Wollaston, que ya venía de anotarse dos carreras en Australia (la Surf Coast Classic y la Cadel Evans Great Ocean Road Race). Dispusieron a su lado a su lanzadora de confianza en estos primeros compases de temporada, la gala Marie Le Net, y a un grupo de esforzadas gregarias que trabajaron para diezmar el pelotón en las subidas y controlar las escapadas en el llano. "Estamos trabajando para armar su 'treno' y que vaya ganando confianza con sus compañeras", explica Lars Boom, director del conjunto francés. Y qué mejor patio ferroviario que la Clásica de Almería, prueba de alta velocidad tanto en su versión masculina como en la femenina.
La auténtica piedra de toque para Wollaston y compañía llegará en las clásicas belgas que afrontarán a partir de esta semana y durante todo el mes de marzo. En ellas, la neozelandesa y su cohorte podrán batirse con Lorena Wiebes y su SD Worx, con Charlotte Kool y su PicNic-PostNL: dos rivales a las que no batió en sus dos enfrentamientos de la temporada pasada. Más difícil será que puedan medirse con ellas en Giro, Tour y Vuelta: con Vollering, Labous y la pujante Évita Muzic, el plan de FDJ-SUEZ estará centrado en la montaña y las generales. "Por lo pronto, sólo puedo cruzar los dedos y desear ser una de las más fuertes del equipo para que me alineen", acepta la neozelandesa. Su posible rol revolucionando los sprints es una de las muchas líneas argumentales de un 2025 que se presume apasionante en el ciclismo femenino.