CICLISMO

La brutal confesión que explica el momento clave para Pogacar en la Milán San Remo: "Dan ganas de vomitar"

El australiano Michael Matthews, segundo en la edición del año pasado, analiza el ascenso al Poggio, punto clave del primer monumento del año.

Tadej Pogacar abraza a Michael Matthews en el podio de la Milán-San Remo del pasado año./AFP
Tadej Pogacar abraza a Michael Matthews en el podio de la Milán-San Remo del pasado año. AFP
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Bajo el sol mediterráneo del 16 de marzo de 2024, hace ya más de un año, el australiano Michael Matthews esprintó con tanta fuerza que sus gafas saltaron por los aires en los metros decisivos de la SS1, carretera en la que concluye la impredecible Milán-San Remo, primer monumento de la temporada y, para muchos, la carrera con el final más frenético de todo el calendario ciclista.

Entre el vocerío, las sirenas y la salitre imperante en la localidad italiana, el potentísimo velocista del Jayco AlUla cruzó la línea de meta en segunda posición, solo por detrás del ganador de la prueba, Jasper Philipsen, y justo por delante del otro integrante del podio, Tadej Pogacar, con quien Matthews mantiene una excelente relación desde que ambos se conocieron en Mónaco, su lugar de residencia.

"Lo he vuelto a tener, lo he vuelto a tocar con la yema de los dedos", lamentó Matthews tras el desenlace. No le faltaba razón. Con el de 2024, el de Canberra suma tres podios en San Remo, además de haber concluido en un total de seis ediciones entre los diez primeros clasificados (tercero en 2015, séptimo en 2018, tercero en 2020, sexto en 2021, cuarto en 2022 y, ya mencionado anteriormente, segundo en 2024).

Tramo final de la última Milán-San Remo, donde Michael Matthews fue segundo pese a perder sus gafas por el camino.EUROSPORT

Ha sido ahora, sin embargo, un año después y camino de los 35 —que llegarán en septiembre—, cuando Matthews, perro viejo del pelotón y siempre reflexivo en sus análisis, ha destripado el punto clave del primer monumento de la temporada: el ascenso al temido Poggio, último repecho del recorrido al que se llega con más de cinco horas y media de sufrimiento en las piernas.

"Supongo que es difícil de entender cuando ves la carrera por la televisión, pero en el pelotón, cuando estás dentro, la sensación cambia por completo", arranca Matthews en una excelente entrevista con el ex ciclista Matt Stephens publicada en el canal de YouTube de Sigma Sports. "Cuando llegas aquí, ya sabes lo crucial que es esa curva a derechas con la que inicia la subida al Poggio".

Michael Matthews, Jasper Philipsen y Tadej Pogacar, en el podio de la pasada edición. Milán-San Remo
Michael Matthews, Jasper Philipsen y Tadej Pogacar, en el podio de la pasada edición. Milán-San Remo

"Incluso ahora, estando aquí contigo, rodando tranquilamente por estas curvas mientras charlamos, mi ritmo cardiaco se ha disparado considerablemente", reconoce desde el mismísimo Poggio el ciclista del Jayco AlUla, ganador de etapa en el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España. "He disputado esta carrera muchísimas veces [11 en total] y créeme, solo la sensación de llegar a esta subida… Te dan hasta ganas de vomitar".

"La tensión en tu cuerpo se dispara cuando estás aquí", sentencia Matthews. "Es como que te asusta, como si sintieras un chute de adrenalina constante, algo que pasa dentro de ti y que es difícil de describir por mucho que lo intentes. Al final, sientes que es uno de esos momentos claves de tu vida. Has pensado en ello durante años, has soñado con ello, te has ido a la cama tantas y tantas noches pensando en ello, y cuando llega, piensas, ah, era esto, aquí estoy, en el momento que tanto he deseado. Eso es el Poggio. Eso es, en definitiva, la Milán-San Remo".