Las duras imágenes que reabren el debate sobre la retransmisión televisiva en el ciclismo: ¿es necesario mostrarlo todo?

La Itzulia vivió hoy una jornada negra. A poco más de 30 kilómetros para la línea de meta, y cuando la etapa transcurría con aparente normalidad, una caída masiva en el pelotón a la salida de una curva de derechas provocó el caos. Una docena de ciclistas se fueron al suelo, muchos de ellos con aparentes lesiones de gravedad y entre los afectados se encontraban pesos pesados como Primoz Roglic, Remco Evenepoel o Jonas Vingegaard.

En mayor o menor medida, todos ellos se quejaban de los golpes recibidos. El belga salió disparado varios metros, el esloveno se cayó en una acequia y el danés aparecía tumbado e inmóvil a pocos metros de distancia. Además, otros corredores como Jay Vine se encontraban en diferentes zonas también inmóviles. Fue ahí cuando el helicóptero de la realización sobrevoló la zona.

Durante aproximadamente 30 minutos, las cámaras mostraron desde las alturas todo lo que estaba sucediendo a la salida de la mencionada curva. Los coches de los equipos se agolpaban en la carretera junto a media docena de ambulancias y un buen número de médicos y sanitarios atendían a los afectados. Mientras tanto, las imágenes de televisión captaban los diferentes escenarios.

Instantes después, un cámara llegó al lugar del siniestro en una moto y grabó, mucho más de cerca, primeros planos de los heridos. Durante diferentes instantes se pudo ver a ciclistas tirados en el suelo y sin moverse siendo atendidos por los servicios de emergencia. Unas imágenes que podían herir la sensibilidad de los espectadores que estaban delante de la televisión.

Esto provocó, a posteriori, la reacción de Adam Hansen, presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales, que criticó en las redes sociales la decisión de mostrar las imágenes de los heridos. El exciclista, que esta semana fue noticia por sus comentarios sobre la famosa chicane que la organización desplegará durante la París-Roubaix antes de unos de los tramos adoquinados, no se mordió la lengua.

"Por respeto a los ciclistas que han caído en un accidente y a sus familias en casa. La CPA no apoya la cobertura televisiva para continuar filmándolos mientras están caídos. Los ciclistas se han comunicado conmigo para preguntarme si podemos convertir esto en una regla y lo apoyamos. Por favor tenga cuidado", expuso Hansen.

En cambio, Martijn Arensman, padre de Thymen Arensman, ciclista del INEOS, respalda la decisión de que se muestre al detalle: "Cuando mi hijo se estrelló el año pasado, para nosotros fue mejor y menos estresante ver la situación que no ver nada en absoluto", en referencia a la caída que sufrió en La Vuelta.

Relevo se ha puesto en contacto con un profesional audiovisual con varias décadas de experiencia en ciclismo, y que también ha ejercido como realizador, para explicar cómo operan las televisiones en accidentes como el vivido este jueves en la Itzulia. "En una situación como ésta, lo primero es informar a los cámaras y solicitarles que se paren junto a los caídos, que se queden ahí para retratar la situación. Respecto a qué planos mostrar, no hay nada escrito ni articulado: cada profesional enseña lo que considera preciso. En mi caso personal, yo opto por mostrar la caída y repetirla un par de veces, pero sólo enseño a los caídos cuando ya están de pie y montándose en la bicicleta o en la ambulancia", desgrana este profesional, que advierte de la dificultad que supone tomar decisiones importantes en cuestión de segundos.

"Son situaciones muy complejas. Como realizador, no sabes qué hacer. Quieres mostrar lo relevante y a la vez esconder lo morboso, y es un criterio muy personal. Dudas, porque sabes que luego cualquier aficionado graba un vídeo 'in situ', con el móvil, que enseña absolutamente todo y se viraliza… Y, en esos casos, el realizador puede llevarse críticas por ocultarlo, cuando lo ha hecho con la mejor fe", concluye.

El presidente de la CPA reabrió un debate que hace tiempo que no existe en otros deportes. En la Fórmula 1 en la NFL, por ejemplo, hay protocolos de no emitir imágenes hasta comprobar que piloto o jugador accidentados no se encuentran en perfectas condiciones. Ocurrió con Guanyu Zhou cuando se estrelló en Silverstone o con Damar Hamlin cuando se desvaneció en un encuentro con los Bills.

El fútbol también se ha convertido en un deporte mucho más sensible en ese aspecto. Basta con recordar lo sucedido con el danés Erikssen en la última Eurocopa. El centrocampista se desplomó en un partido entre Dinamarca y Finlandia y hasta que pudo ser retirado varios minutos después, las cámaras enfocaban a las gradas o mostraban un plano general del estadio.