CICLISMO

La emoción del Movistar Iván García Cortina tras su puñetazo en la mesa en Flandes: "¡Va por esas 20.000 banderas de Asturias!"

El corredor telefónico recoge los frutos a muchos años de trabajo en las Clásicas de primavera belgas.

Iván García Cortina (29), a la derecha, en el Tour de Flandes. /@SPRINTCYCLING
Iván García Cortina (29), a la derecha, en el Tour de Flandes. @SPRINTCYCLING
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

"¡Por fin te he dado un top 10!", le dice Iván García Cortina a un satisfecho Eusebio Unzué en la línea de llegada en Oudenaarde. El carismático fisioterapeuta Marcelino Torrontegui le da un beso al corredor asturiano. La alegría en el autobús del Movistar Team es notable y justificada. En el Tour de Flandes de los hombres extraordinarios, que encumbró de nuevo a Tadej Pogacar, hacer un noveno puesto son palabras mayores.

Cortina, siempre humilde y accesible para la prensa y los aficionados, se emociona con el resultado en su charla con Relevo. No es para menos. "No suelo decir eso, pero creo que sí que me lo merezco". El asturiano lo desarrolla: "¡Por fin bajar del top 20, que se me ha negado en todas estas carreras! Tanto en San Remo, como en Roubaix, como en Flandes... Casi todas: el 21, el 22, el 23, el 25… y, por fin, estar en el top 10 es merecido. Es un día muy especial y hay que disfrutarlo".

No en vano, son muchas temporadas batiéndose el cobre en unas tierras en las que sólo un puñado de españoles han cosechado resultados destacados. Juan Antonio Flecha, tercero en 2008; Imanol Erviti, séptimo en 2016; y Alejandro Valverde, octavo en 2019 (en su única participación) están en un club del que desde este domingo forma parte, por méritos propios, Iván García Cortina.

A diferencia de otras temporadas, el corredor de Movistar no ha hecho una gran apuesta en forma de fuga, sino que ha sido más calculador. "Este año fui a rueda y no hice ningún movimiento. Esperar, esperar y esperar... En los muros me encontraba el más fuerte del grupo de atrás, solo Magnus Sheffield tenía un poco más de gas", analiza. Y así, recogiendo cadáveres, se plantó en el sprint peleando por los puestos de honor.

Una vez en la recta de meta, su compañero Orluis Aular trató de ayudarle, pero Cortina se subió a un tren que no dejó escapar. "Seguí la rueda de Girmay al principio, pero a falta de 500 m Filippo Ganna arrancó, que es como un camión de grande, y me puse a rebufo. Me fue perfecto, fui a tope hasta que ya no me quedaba más", explica sobre el esfuerzo final que valió un resultado de postín en un Tour de Flandes plagado de estrellas.

"Toda la carrera iba escuchando mi nombre, te vienes arriba"

Iván García Cortina Ciclista

El director telefónico en las pruebas de adoquines, Jürgen Roelandts, comparte la alegría de su pupilo. "Les he dicho a los chicos: 'No me voy a casa sin sacar un top 10 en al menos una Clásica'. Y lo hemos logrado en Flandes, estamos contentos, hoy es lo máximo que podíamos sacar", expone a Relevo con la satisfacción del trabajo bien hecho.

No sólo los compañeros de Movistar han llevado a Cortina al mejor resultado de su vida en un Monumento. "Toda la carrera iba escuchando mi nombre y ánimos hacia mí, en el Oude Kwaremont, en todos lados… Es especial. Me han animado muchísimo y te vienes arriba", reconoce un hombre muy querido en tierras belgas.

También ha sentido de cerca su patria querida, a la que le dedica su actuación: "¡Ver a lo largo del recorrido 20.000 banderas de Asturias!, el sentir todo el apoyo de la gente, de toda España, pero en especial de Asturias… Si os fijáis en la tele, había mogollón de banderas de Asturias, más que Ikurriñas, que ya es decir, que eso es raro de ver en una carrera. Así que es una pasada y espero que hayan disfrutado tanto como yo"".

Cortina sentía que este día podía llegar. "Me estaba encontrando muy bien, en E3, en A Través de Flandes… Pero al ser más cortas, a mí me cuesta más, hay un momento que lo paso peor y me cuesta entrar en carrera. Sin embargo, en carreras más largas como esta, cuando la gente está un poco cansada, yo tengo ese gas y puedo estar ahí", subraya. Su experiencia sobre el terreno le ha dado ese plus que no han tenido otros corredores. "Creo que es mi novena participación. Me conozco la carretera mejor que la Vuelta a Asturias. Me sé cada cruce, cada curva…".

El próximo domingo en Roubaix, Iván García Cortina volverá a dar la cara, como siempre hace, pero con la tranquilidad de saber que ya come en la mesa de los top 10 de un Monumento como Flandes, para muchos la carrera más especial del año. "Nos viene muy bien para la moral de cara a Roubaix", añade Roelandts, cuya mayor preocupación es la muñeca del gallego Carlos Canal (que este domingo sufrió una caída) de cara al Monumento francés.

Cortina no ha hecho este año el reconocimiento del recorrido de la París-Roubaix, pero se lo conoce como la palma de su mano. Toca "rezar para que no haya mala suerte, que se alineen los astros y cuando arranquen las bestias estar bien ubicado". Ojalá el destino le guarde otro regalo, pero de momento que le quiten lo bailado. Un hijo adoptivo de los adoquines para los belgas. Un orgullo para los asturianos.