Evenepoel, dominio 'ma non troppo' mientras Roglic juega al despiste con la Covid-19
Victoria y liderato para el campeón del mundo en la contrarreloj larga del Giro de Italia, que concluye la primera semana con la 'maglia rosa'… y sin buenas sensaciones.

Concluye la primera semana del Giro de Italia tal y como empezó: con Remco Evenepoel imponiéndose en una contrarreloj individual que le venía como anillo al dedo y al frente de la clasificación general. El líder de Soudal-Quick Step se ha impuesto este domingo en Cesena para recuperar la 'maglia rosa' que había cedido al noruego Andreas Leknessund. Las diferencias son, no obstante, escasas, con Primoz Roglic y las dos bazas de Ineos Grenadiers (Geraint Thomas y Tao Geoghegan Hart) a menos de 50" de Evenepoel y el quinto en discordia João Almeida a sólo 1'07". El belga domina, pero no demasiado.
Consumidos 55 de los 73 kilómetros de contrarreloj individual del Giro de Italia con más CRI en una década, el antiguo campeón del mundo de la especialidad (y vigente de ruta) Remco Evenepoel no ha logrado infligir más de un minuto a ninguno de sus tres grandes rivales por la victoria final de la 'corsa rosa' en su terreno predilecto. Casi todo el margen lo logró, de hecho, en el ejercicio inicial de 19,5 kilómetros en Ortona. En los 35 de Cesena, en cambio, apenas pudo superar por 1" a Geraint Thomas (55" el primer día), 2" a Tao Geoghegan Hart (40") y 17" a Primoz Roglic (43").
"No ha sido mi mejor crono", ha sido el juicio del belga sobre su propia actuación. "No ha sido mi mejor día", fue la fórmula que eligió para calificar su etapa del sábado, cuando se acariciaron los Apeninos en cotas y muros y Primoz Roglic aprovechó un repecho llamado Los Capuchinos para meterle 14" de derrota moral. Lo hizo aprovechando un gran trabajo de su Jumbo-Visma. Lo hizo con un ataque progresivo que engañó a Evenepoel para cebarse en exceso y explotar. Lo hizo como mejor respuesta a los rumores, alentados por él mismo, de que padece Covid-19, una enfermedad que impidió ser de la partida a tres de sus gregarios para este Giro.
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— Giro d'Italia (@giroditalia) May 13, 2023
"No está mal para un tío con Covid, ¿verdad?", contaba Geraint Thomas en la meta de la octava etapa, víspera de la crono, en referencia a Roglic, a quien logro atrapar justo antes de coronar Los Capuchinos junto a su coequipier Tao Geoghegan Hart para colaborar con él en la misión de distanciar a Evenepoel. "Me dijo el viernes, en el Gran Sasso, que tiene Covid. Así que le dije que se alejara de mí". Risas. "Pero vamos: que él siempre dice que tiene malas piernas y que la carrera está siendo muy dura. Luego va y te gana por diez minutos".
El fondo de la cuestión es que, tal y como sucedió en la Volta a Catalunya, Roglic ha doblegado a Evenepoel obligándole a asumir como un error propio lo que fue un gran acierto estratégico del esloveno y su Jumbo-Visma. "Me he dejado llevar por el pánico y he intentado saltar a la rueda de Primoz en lugar de marcar mi propio ritmo", aseveró. El mismo "puedo aprender mucho de él" con el que cerró la ronda catalana.

El pelotón del Giro de Italia descansará este lunes velando armas de cara a una segunda semana en la que hará su aparición la alta montaña. Los dos primeros finales en alto en el Lago Laceno y el Gran Sasso fueron inocuos para la general final por la naturaleza de las ascensiones (tendidas), por su situación en el recorrido (muy pronto) y por las circunstancias meteorológicas (frío y viento de cara para atemperar los ánimos). La etapa del viernes con meta en Crans Montana, previo paso por dos colosos como el Gran San Bernardo y la Croix de Coeur, hará mucho más daño. Los otros cinco días serán cinco clásicas; especialmente bella la del domingo, en Bérgamo. Para ese día tal vez sepamos un poco más sobre el destino de este Giro de Italia.