GIRO DE ITALIA

Pogacar saca la manita en el día más caótico del Giro de Italia

El ciclista esloveno, líder apabullante de la 'corsa' rosa, consigue su quinto triunfo tras superar a Giulio Pellizzari en los Alpes.

Pogacar celebra el triunfo de este martes en el Giro./AFP
Pogacar celebra el triunfo de este martes en el Giro. AFP
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Comenzó la jornada con un caos que, por suerte o por desgracia, parece inherente a la propia celebración del Giro de Italia. Cubierto de blanco el Stelvio, y nevando durante toda la mañana en los alrededores de Livigno, la organización de la ronda italiana decidió cancelar los primeros 88 kilómetros de la 16ª etapa. No sin cierta improvisación, eso sí.

"Sabemos que la etapa comienza en 30 minutos, pero no dónde", confesaba un ciclista del pelotón a periodistas allí presentes. Otro, y de los importantes de la general, Ben O'Connor, estallaba contra la organización en los micrófonos de Eurosport. "Es una de las carreras peor organizadas, probablemente", aseguró bajo el paraguas. "Esto nunca pasaría en el 99% de los casos [en otra prueba]. Es una verdadera pena".

Igual conviene explicarle al australiano que organizar carreras como esta no es fácil, una apreciación, ojo, más que compatible con la crítica al Giro de Italia, que, como cada año, bien podría haber previsto una situación como la de esta mañana en los Alpes.

Superado el embrollo, al menos en apariencia, el pelotón puso rumbo a Santa Cristina bajo la lluvia, con unos chubasqueros que, puestos a proponer cambios y evoluciones, bien podrían conservar los colores habituales de los equipos en lugar de ser todos negros, sin excepción. Asunto menor, eso sí.

En lo meramente deportivo, y conformada la esperada fuga del día, Movistar Team se lanzó a la cabeza del pelotón a poco más de 20 kilómetros de meta, ya en terreno ascendente, para anular la escapada y comprar papeletas en la rifa de la etapa.

Conformada la cabeza de carrera un día más por Julian Alaphilippe, retorcido sobre el agua al tiempo que huía del grupo perseguidor, con el jovencísimo Giulio Pellizzari presente, el grupo principal, el de los favoritos, aceleraba con Nairo Quintana desfondándose en la parte delantera del treno telefónico.

Pelayo Sánchez, mientras, saltaba a la aventura ajeno a la lluvia pero no a los problemas mecánicos. El asturiano sufrió un imprevisto con el cambio automático de su bicicleta y, obligado a pedalear con un desarrollo más duro de lo recomendable, puso pie a tierra para cambiar la cadena al plato pequeño de forma manual, como toda la vida.

Giulio Pellizzari habla de lo que se siente al seguirle la rueda a Tadej Pogacar.RELEVO

Comenzó el puerto final con Giulio Pellizzari en cabeza, dejando sin respuesta a todos, pero ay amigo, por detrás llegaba el monstruo. Pogacar aplastó a todos los favoritos sin tan siquiera atacar, sentado, cambiando el ritmo bajo la lluvia, y cazó al joven italiano a poco menos de un kilómetro de la línea de meta.

Negaba Pellizzari al mirar atrás y ver una sombra rosa. No se lo podía creer. Está aquí. Quién si no. Tadej Pogacar. Una, dos, tres, cuatro y cinco; quinta victoria para el esloveno en el presente Giro de Italia, a cuatro de las conseguidas por Alessasndro Petacchi en el Giro de 2004, hace ahora 20 años.

Por detrás, el bravissimo Pellizzari entró segundo junto a Daniel Felipe Martínez, a 16 segundos de Pogacar. Antonio Tiberi, mucho mejor que el domingo en Livigno, cruzó la meta quinto, a 33 segundos, Thymen Arensman a 38, y Geraint Thomas, desfondado bajo un tiempo propio de su Gales natal, a 49.

Así, en un día más para la interminable colección de éxitos de Tadej Pogacar —75 para él—, la clasificación general queda con el esloveno más de rosa que ayer, y quién sabe si menos que mañana. A 7:18 de Pogacar, segundo, se coloca el colombiano Martínez, que le roba el segundo escalón del podio a Geraint Thomas. El galés es ahora tercero, a 7:40 del liderato. Cuarto es Ben O'Connor, a 8:42, quinto, Antonio Tiberi, a 10:09, y sexto, Thymen Arensman, a 10:33; estos dos últimos, enmarcados en la interesantísima lucha por el maillot blanco.