Infección superada y paternidad recién estrenada para un Fernando Gaviria que ya piensa en el Giro
El ciclista más rápido de Movistar Team retoma la competición estos días en Bélgica tras un invierno de problemas físicos.

Hay ciclistas que están tocados por una varita. Particularmente ocurre con los sprinters: los mejores son capaces de sacar a pasear su punta de velocidad incluso en sus peores días. Para quienes conocían sus circunstancias, el triunfo de Fernando Gaviria en la primera etapa del Tour Colombia, sprint masivo en la Duitama donde se sublimaron a dúo Miguel Indurain y Abraham Olano en el Mundial de 1995, fue uno de esos casos de mágica explosividad. Pese a una preparación comprometida por varios problemas físicos, el antioqueño logró imponerse en la llegada masiva para anotar su primer triunfo del año en su primer día de competición.
El tupido bigote que adornaba el rostro de Fernando Gaviria (1994, La Ceja) aquellos días en Colombia, y también en el posterior UAE Tour, vuelve a estar confundido en su sempiterna barba rala. Arrancó la segunda fase en su segunda campaña con Movistar Team, equipo al que llegó hace dos inviernos con la vocación de convertirse en una referencia para las llegadas masivas y un anotador de puntos (617 en 2023; el séptimo mejor del equipo en guarismos), este miércoles en la semiclásica belga Brujas-La Panne (14º en meta). Debería haber estado en Tirreno-Adriático, ronda italiana que se perdió por el mejor de los motivos: el nacimiento de su primer hijo, Enzo. "Con él cambia todo", asegura feliz. "Es una motivación extra para mí".
De repente, la vida sonríe al hombre más rápido de Movistar Team después de un invierno complejo. En septiembre del año pasado, Gaviria se rompió la clavícula derecha en el Tour of Britain. La operación, en principio saldada con éxito, se torció posteriormente por una infección. "Me tuvieron que intervenir de nuevo justo cuando estaba iniciando la pretemporada", explica el colombiano en conversación con Relevo. "Tuve que parar en seco y después sufrí una especie de gripe en diciembre que alargó la convalecencia". Fuentes de Movistar Team comentan cómo, en la primera concentración del conjunto telefónico en Calpe, "no era persona". "No pude retomar los entrenamientos hasta enero", ratifica el interesado.

El bloque de competición de febrero le sirvió para sentar unas bases que continuará desarrollando este domingo en la Gante-Wevelgem, cuya previsible llegada masiva le ofrecerá una nueva oportunidad de anotar un buen resultado. Posteriormente se retirará a Sierra Nevada para una concentración en altura con vistas al Giro de Italia, que constituye su gran objetivo de esta primera mitad de temporada. Está en duda su presencia en el Tour de Romandía, donde coincidiría con Enric Mas.
En la 'corsa rosa', Gaviria ejercerá de jefe de filas de un Movistar Team que jugará dos bazas colombianas: la suya y Nairo Quintana, quien esta semana ha retornada a la competición con discreción en la Volta a Catalunya tras un dañino coronavirus. Para ampliar su cuenta de cinco victorias parciales en la ronda transalpina, el velocista antioqueño contará con el apoyo del experto lanzador Davide Cimolai, fichado a última hora este invierno y que está causando una grata impresión en el seno del conjunto telefónico.
"Le conocía sólo como rival", comenta Gaviria sobre su nuevo gregario. "Como compañero ya he tenido la fortuna de compartir días con él en el UAE Tour. Es un lanzador muy fuerte y lo aprovecharemos bastante. Mis carreras cambiarán mucho con él a mi lado, porque me facilitará los sprints. Ahora necesitamos ganar confianza y 'feeling' entre nosotros para poder hacerlo lo mejor posible en cada oportunidad". Su sintonía puede generar un caudal de resultados y puntos para Movistar Team.