Isaac del Toro, el prodigio mexicano que aprende a no frustrarse a la sombra de Pogacar: "Soy muy duro conmigo mismo"

La irrupción de Isaac del Toro en el pelotón profesional fue uno de esos acontecimientos que no se olvidan fácilmente. La sensación mexicana, 21 años desde noviembre, se presentó al público con el UAE Team Emirates en el Tour Down Under del pasado año, donde terminó con el maillot de mejor joven en carrera tras conquistar un triunfo de etapa en su tercera cita como profesional.

Antes, en el verano de 2023, el ciclista nacido en Ensenada, a apenas 70 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, había avasallado a sus rivales en el Tour del Porvenir, la más prestigiosa vuelta por etapas del ciclismo sub-23; pasos, en definitiva, muy similares a los que un año después tomó el madrileño Pablo Torres, con quien hoy comparte filas en la estructura liderada por Tadej Pogacar.

"Nos llevamos todos muy bien", confesó Del Toro a Relevo tras la conclusión de la Clásica de Jaén, donde terminó segundo tras un hachazo a 12 km. de meta que le sirvió para romper el grupo de favoritos y engullir al vitoriano Ibon Ruiz, tercero en meta, pero no para dar caza al vencedor, Michal Kwiatkowski. "En el equipo tenemos muy buen 'feeling' y entre todos se hace muy ameno. Somos bastante amigos y eso se nota. Nos hace ser mejores como grupo".

Torito, como le llaman de puertas para adentro en el cuadro emiratí, ha arrancado el año con buenas sensaciones. Séptimo en la Vuelta a Murcia, donde la victoria fue a parar a su compañero Jan Christen, y segundo en los caminos de tierra de Úbeda, Del Toro no volverá a competir hasta el 1 de marzo, cuando arranque la doble ración de clásicas francesas con Faun-Ardèche y Faun-Drome.

"Aún no sé qué voy a hacer después", revela el mexicano con una sonrisa que no hace sino evidenciar la mentira piadosa que esconde su calendario. En su segundo curso como profesional, Del Toro viajará a Albania para formar parte del 'ocho' del UAE Team Emirates que tomará la salida en el Giro de Italia. Allí estarán, con aspiraciones de triunfo final, Adam Yates y Juan Ayuso.

Designados, pues, los líderes del equipo, el mexicano tratará de foguearse, aún desconocedor de su verdadero techo como ciclista. "De momento, soy un poco el corredor que el equipo quiere que sea", explica en referencia a su perfil como competidor, aún por definir. "Estoy bastante feliz, haciéndome poco a poco a todo esto, pero muy, muy tranquilo… A pesar de que a veces soy muy duro conmigo mismo".

"Tengo una gran presión, pero al final lo hago todo con una felicidad tremenda", sentencia Del Toro con un hilo de voz apenas distinguible en el animado fin de fiesta jienense. "Obviamente, quiero devolver todo el cariño y el apoyo a las personas que me apoyan en el día a día, porque hay veces en las que no me salen las cosas, pero bueno, esto va poco a poco. Al final, el tipo de ciclista que voy a ser se definirá cuando deje de montar en bicicleta. Hasta entonces, solo me queda entrenar. Me tengo que desarrollar, esperar a tener mejores piernas y ver cómo crece mi cuerpo".