LA VUELTA

El apestado Lance Armstrong tiene un monumento… ¡en España!

El estadounidense, despojado de sus siete Tours de Francia por dopaje, tiene una estatua en Castilla y León, territorio por el que transcurre La Vuelta.

El monumento a Lance Armstrong en Antigüedad (Palencia)./EFE/Brágimo
El monumento a Lance Armstrong en Antigüedad (Palencia). EFE/Brágimo
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Aquella calurosísima tarde de septiembre, aún con el sol propio de agosto, un carismático tejano de 28 años inició en Córdoba su primera Vuelta ciclista a España. Era 1998. Su nombre era Lance Armstrong. Su equipo, el US Postal. Su virtud, más allá de la mostrada en la bicicleta, haber sobrevivido a un cáncer testicular con metástasis pulmonar y cerebral y volver después al deporte de élite. Un guión redondo. Cinematográfico.

Tres semanas después, el estadounidense llegó al madrileño Paseo de la Castellana como cuarto clasificado de la general, rozando su primer podio en una gran vuelta, solo por detrás de Abraham Olano, Fernando Escartín y José María 'El Chava' Jiménez. A la postre, aquella sería su única participación en La Vuelta. El siguiente verano ganó su primer Tour de Francia. Con el tiempo vinieron otros seis. Y más tarde, como un recuerdo imborrable, el mayor escándalo de dopaje de la historia del deporte.

Ahora, 25 años y muchas controversias después, con el americano convertido en un apestado, en una suerte de personaje innombrable dentro y fuera del ciclismo, Relevo rescata uno de los hechos más insólitos que rodean a su figura. Quizás no muchos lo sepan, pero Lance Armstrong —sí, el dopado Lance Armstrong— tiene una estatua honorífica en España. Para ser exactos, en Castilla y León, comunidad por la que hoy, cierre del círculo, transcurre la undécima etapa de La Vuelta 2023.

Monumento original, con la bicicleta apoyada en el suelo. EFE/Brágimo
Monumento original, con la bicicleta apoyada en el suelo. EFE/Brágimo

"Él se cayó y se rompió la clavícula aquí, en nuestro pueblo", dice Alba Román, presidenta de la asociación cultural El Torreón, en Antigüedad (Palencia). "Cuando lo vimos nos quedamos en shock. Se había ido al suelo Lance Armstrong... ¡En nuestro pueblo!".

Fue en la Vuelta a Castilla y León de 2009, primera carrera española en la que competía el norteamericano tras dar marcha atrás y volver del retiro. Armstrong, por entonces en el equipo Astana, donde compartía filas con Alberto Contador, se retiró de la prueba a las primeras de cambio.

"Esa carretera estaba muy descuidada, había un cambio de asfalto lleno de baches y agujeros", recuerda Román por teléfono. "La mejoraron después de la caída, así que, igual suena un poco cruel, pero nos arreglaron la carretera del pueblo gracias a Lance Armstrong".

Antes de aquella remodelación, el pueblo decidió hacerle un guiño al ciclista de Austin. "Se nos ocurrió ponerle un monumento a modo de homenaje", declara. "Fue una idea común, compartida, que es como funcionamos aquí en el pueblo. Alguien debió decir que tenía una bicicleta sin usar en el desván y la idea fue hacia adelante".

Primero, el monumento estuvo en el suelo, con la rueda trasera de la bicicleta apoyada sobre una base de piedras con una placa: A la clavícula de Lance Armstrong. "Desde fuera, muchos pensaron que con ese mensaje nos reíamos de la caída, pero nada de eso. Era un guiño a su trayectoria, a la carrera de un ciclista único".

Algunos, seguramente recelosos de los méritos de Armstrong, trataron de vandalizar la pieza ya por entonces. "La intentaron destrozar", recuerda Román. "De hecho, si la gente se fija, a día de hoy se puede ver que el manillar de la bicicleta está roto".

Si alguien quiere comprobarlo, tendrá, eso sí, que elevar la mirada, pues desde hace unos años la figura se encuentra a varios metros del suelo, sobre un poste y un cartel atado a unas bridas en el que se lee el siguiente mensaje: En reconocimiento a la vida personal y deportiva de Lance Armstrong. "La placa está hasta sin cambiar", advierte Román. "Nos olvidamos tanto de Armstrong que desde que salió todo lo relacionado con el dopaje se nos pasó hasta cambiar la placa".

Así, 14 años después de la inauguración, y un cuarto de siglo de la única participación del tejano en La Vuelta a España, la intención de Román y del resto de vecinos de Antigüedad es acondicionar el monumento. "Nuestra idea es bajar la bicicleta, pintarla y colocar bien la placa", sentencia al otro lado del teléfono. "Queremos quitar cualquier rastro de reconocimiento a Lance Armstrong y convertirlo, de una vez por todas, en un homenaje al ciclismo".