El Landismo asoma con "buenas sensaciones" y deseo de "estar más presente"

Brilla el sol en Novelda, salida de la segunda etapa de la Volta a la Comunitat Valenciana, y brilla el humor resplandeciente de Mikel Landa. ¿Cómo estás? "¡Estoy bien!", afirma con una risa; "mi forma física es buena y estoy contento de empezar una temporada". El ciclista vasco nunca fue un personaje oscuro: de ahí el Landismo, ese club de fans informal que él azuza con ánimo socarrón. Sin embargo, tanto él como todos sus compañeros de Bahrain Victorious parecen especialmente relajados estos días. Se sacudieron pronto la presión de sumar resultados gracias a la excelente actuación de Pello Bilbao en el Tour Down Under. Y ahora, disfrutan.

Bahrain Victorious ha traído a la Comunidad Valenciana un bloque digno del Tour de Francia, todos debutando la campaña con excepción del mentado Bilbao. Ya en la primera jornada se pusieron a prueba en las subidas a Rates y Bernia para diezmar el pelotón en favor de Fred Wright. "Es un terreno conocido para todos y estábamos muy motivados para destacar", cuenta Mikel Landa a Relevo. ¿Y cómo fueron las sensaciones? "Muy buenas".

Con su hijo cumpliendo semanas en casa, la pretemporada de Mikel Landa (1989, Murgia) ha sido "como todas": "un buen período de descanso, retomar poco a poco, y un par de concentraciones del equipo". La base adecuada y necesaria para encarar un curso donde la salida vasca del Tour de Francia se antoja todavía lejana porque le espolean las "ganas" de destacar antes.

El alavés, que en toda su vida profesional nunca ha ganado una carrera antes del 10 de marzo, se ha marcado el reto de "estar más presente" en la primera parte del año. En ella identifica tres pruebas clave, tres "carreras muy potentes": "La Tirreno-Adriatico es una carrera que se me ha dado muy bien en el pasado, y me motiva especialmente. La Volta a Catalunya llevo ya tiempo sin correrla, y este año parece más montañosa que de costumbre. Y la Vuelta al País Vasco es simplemente la cita de casa".

Que el trabajo invernal ha sido bueno y la mentalidad está en sintonía quedó patente en la exigente segunda etapa de la Volta a la Comunitat Valenciana. Mikel Landa definió el resultado en el Alto de Pinos con un acelerón dentro del último kilómetro que buscaba servir de lanzamiento para Pello Bilbao. Sin embargo, el italiano Giulio Ciccone sacó mejor partido del mismo e inspiró un momento de duda en el gernikarra, que vio escapar el triunfo parcial ante sus narices. Y pese a todo, ambos Bahrain Victorious sonreían a posteriori. "En la parte final todos nos estábamos mirándonos entre nosotros porque nadie se siente súper fuerte", comentaba Landa, cuarto en meta. "Estoy feliz con el resultado y con mis piernas". El Landismo asoma y halla sus primeros motivos para venirse arriba.