CICLISMO

Qué son los látigos y el efecto acordeón en ciclismo profesional

La aparición de látigos es uno de los grandes temores del pelotón.

Saber posicionarse dentro del pelotón es clave dentro de una carrera ciclista./EFE
Saber posicionarse dentro del pelotón es clave dentro de una carrera ciclista. EFE
Javier Mercadal

Javier Mercadal

En el ciclismo se suele poner el acento en el esfuerzo y el sufrimiento. Cualidades que, sin duda alguna, ha de tener todo corredor. Sin embargo, existen facetas como la táctica y la técnica que son casi tan importantes para realizar una buena carrera a nivel profesional. Navegarse sobre un bicicleta es mucho más complicado de lo que pudiera parecer a simple vista. Sobre todo, cuando se hace en un pelotón. Rodeado de otros ciclistas, con todos ellos circulando a toda velocidad. Saber moverse en esas circunstancias es importante tanto para no sufrir accidentes como para no perder tiempo.

Muchas veces, probablemente la mayoría de las veces, es algo instintivo. La forma de moverse, la velocidad a aplicar… No se calcula de manera consciente, pero se calcula. Los ciclistas más inteligentes sobre dos ruedas, no obstante, tienen en cuenta las diferentes circunstancias que suceden cuando se rueda en grupo. Generalmente, para aprovecharlas a su favor. Como mínimo, para no verse afectado por ellas.

Qué es el látigo en ciclismo

El látigo en ciclismo es una circunstancia de carrera que ocurre cuando varios corredores circulan en grupo a alta velocidad entran en una curva cerrada. En ese momento, la cabeza de la carrera tiende a estirarse y logra salir con velocidad del giro. Por su parte, los ciclistas que circulan en las posiciones traseras se ven ralentizados, saliendo mucho más lento de la curva y teniendo que sobrecompensar esa falta de ritmo con un aumento de la velocidad. Cuanto más atrás, más inercia se pierde y, por tanto, más posibilidades de verse cortado por el látigo.

Este fenómeno, que es muy habitual en el pelotón, aunque también puede ocurrir durante una escapada, no supone un mayor problema si sucede en una ocasión durante una carrera. Sin embargo, en aquellas etapas en las que se puede dar en más de una ocasión, sobre todo aquellas con circuitos ratoneros, puede causar estragos sobre las piernas fatigadas de un corredor. Un ejemplo claro de ello es el recorrido utilizado durante el Mundial de ciclismo de Glasgow 2023.

De hecho, los equipos bien entrenados tácticamente pueden utilizar el látigo a su favor. No hay que olvidar que aquellos corredores que se encuentran tirando del grupo apenas se ven afectados por este fenómeno. Por ello, poner al equipo a tirar en una zona de curvas cerradas puede hacer mucho daño a los rivales, especialmente a aquellos que no se saben posicionar bien dentro del pelotón.

Qué es el efecto acordeón

Al látigo en ciclismo también se le conoce como efecto acordeón, por la consecuencia que sus apariciones poseen sobre el grupo. En esencia son sinónimos, pues uno es consecuencia del otro. En el momento de producirse un látigo, el pelotón se va a estirar irremediablemente. La cabeza sigue rondando a la velocidad que lo hacía previamente, mientras que la parte trasera se va a ensanchar en la entrada de la curva. Posteriormente, los ciclistas que ruedan en la parte posterior aumentarán la velocidad para volver a reagruparse, un movimiento que visto desde arriba recuerda al de un acordeón.

En ocasiones, el efecto acordeón puede hacer que el grupo se corte por completo. Evitar los temidos látigos y el efecto acordeón es uno de los motivos por lo que los favoritos siempre ruedan en la parte delantera del grupo. Un buen posicionamiento es aquel que permite aprovecharse de las ventajas del drafting , minimizando la posibilidad de verse afectado por el látigo.