Las magulladuras y la sonrisa de Gleb Syritsa, la imagen más dura del día a día del ciclista

Primera etapa de los Cuatro Días de Dunkerque, prueba que se disputa en el norte de Francia y que a pesar de su nombre se disputa desde este martes al próximo domingo 21 de mayo, con seis etapas de duración. A 200 metros del final de la primera jornada, con el sprint desatado, una fuerte caída marca la llegada. El neerlandés Olav Kooji, del Jumbo-Visma, se impone en la línea de meta y se convierte en el primer líder.

Metros atrás, corredores y bicis por el suelo y parte de daños. El belga Arnaud De Li, líder del Lotto Dstny, tuvo que ser trasladado en helicóptero a un centro sanitario. "Tiene dolor en la espalda y el hombro y se someterá a más exámenes", explicaba su equipo.

Minutos más tarde, el equipo Astana subía a Twitter una imagen impactante de Gleb Syritsa, ciclista ruso también implicado en la misma montonera de la llegada. Ayudado por dos compañeros de equipo Syritsa pudo cruzar la meta, pero el parte de guerra se puede escribir viendo la imagen de cómo quedó su cuerpo.

Heridas que, a falta de confirmación oficial, no le impedirán continuar en la prueba y que demuestran nuevamente lo sobrehumano de un deporte como el ciclismo. En la imagen, Syritsa sonríe, como el que asume las magulladuras como un día más en la oficina.

"Gleb Syritsa golpeado por todo el cuerpo, pero es un luchador fuerte. ¡Cúrate bien, Gleb!", escribió su equipo junto a la impactante imagen.