Una de las mejores ciclistas de la historia vuelve de la retirada… para liderar el equipo al que dirige

Hace cuatro años, en plena pandemia, Anna van der Breggen (1990, Zwolle) anunció por sorpresa su retirada del ciclismo profesional. En aquel momento, la neerlandesa se disputaba la corona de reina del panorama femenino con su compatriota y enemiga íntima Annemiek van Vleuten. Era la vigente campeona olímpica, tras su triunfo en Rio 2016; la dueña de la racha más impresionante jamás registrada en una clásica de primer nivel en tanto que ganadora de la Flecha Valona cinco veces consecutivas (ampliaría su cuenta con dos triunfos más antes de colgar la bici); la líder del mejor equipo, el Boels-Dolmans que actualmente se denomina SD Worx-Protime. Y sin embargo, lo dejaba.

"Es el momento de cambiar", reflexionaba. "Es bonito retirarse siendo todavía competitiva. Quiero empezar a pensar en cosas diferentes, en nuevos retos profesionales y en formar una familia". Esto no lo dijo en el momento del anuncio, sino en el mes de septiembre después de proclamarse campeona del mundo tanto de línea como de contrarreloj en la atípica cita de Imola 2020. Al año siguiente se despediría a lo grande, victoria en el Giro de Italia incluida, para pasar a un nuevo rol: directora deportiva de SD Worx y mentora de Demi Vollering, su sucesora designada por cualidades, heredera asimismo de la rivalidad con Van Vleuten.

Después de dos años en el coche, Van der Breggen comenzó el pasado invierno a sentir la llamada de la competición. "Prácticamente nos soltaba en los entrenamientos", confiesa ahora Lorena Wiebes, la mejor velocista del mundo y su pupila en SD Worx. "Estaba claro que había recuperado la motivación", señala Erwin Janssens, dueño y mánager general del equipo. A principios de mayo, no ejerció como directora del triunfo de Demi Vollering en La Vuelta Femenina 24 by Carrefour.es para disputar The Traka, una prueba de 'gravel' celebrada en Girona, junto a dos ciclistas del equipo, Marie Schreiber y Femke Markus. A sus 34 años y después de más de dos temporadas sin competir, no pudo con Schreiber… pero sí con Markus, a quien aventajó en minuto y medio en meta.

"Ser directora es bonito y estimulante, pero lo puedo hacer dentro de diez años". Así lo ha afirmado, sin cortapisas, en una rueda de prensa convocada el miércoles y acaecida al día siguiente. "Para ser ciclista, es ahora o nunca. En su momento estaba desmotivada después de tanto tiempo haciendo lo mismo, pero ahora vuelvo a sentir esa ambición. No voy a concentrarme tanto en buscar victorias como en disfrutar de este deporte, si bien mi objetivo es llegar a ser una ciclista mejor de lo que era antes de retirarme".

El retorno de Van der Breggen es una bendición para un SD Worx-Protime que, víctima de su propio éxito, había debido renunciar a conservar a dos de sus jefas de filas: la número uno del mundo Demi Vollering, en principio comprometida con FDJ-SUEZ, y la contrarrelojista suiza Marlen Reusser, que está en la órbita de Movistar Team. Ella, su directora, está llamada a reemplazarlas en las carreras más duras por altimetría para complementar a la veloz Wiebes y a la poderosísima Lotte Kopecky.

"Una campeona como Anna van der Breggen sólo nace una vez cada muchos años", expresa Janssen. "En su día ganó la práctica totalidad de las mejores carreras del mundo; de hecho, es una de las mejores de la historia". La propia Kopecky le da la bienvenida: "Estoy deseando correr a su lado. Cuando vine al equipo, ella se acababa de retirar y me dio mucha pena. Creo que es una buena decisión por su parte y que no se arrepentirá". Para los aficionados, su regreso es un golpe de nostalgia y una atracción más de cara a las dos próximas temporadas que ya se ha comprometido con SD Worx.