Carlos Rodríguez arranca 2025 con un cambio de entrenador no deseado y un equipo en revolución
El granadino comenzó con buena nota en Valencia una campaña en que será la referencia de un Ineos Grenadiers necesitado de triunfos y alegrías.
![Carlos Rodríguez, con el maillot de mejor joven de la Volta a la Comunitat Valenciana. /INEOS GRENADIERS / @GETTYSPORT](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202502/09/media/cortadas/20250209-rodriguez-carlos-ineos-gettysport-GjMatJ3WYAAL7sB-RA1IrvkXvaffCiTZvJJ5EBO-1200x648@Relevo.jpg)
Valencia. -En el actual Ineos Grenadiers queda poco de aquel laureado Team Sky que la petroquímica de Jim Ratcliffe, dueño del Manchester United e inversor contumaz en deporte profesional, se compró en mayo de 2019. La anterior fue la peor temporada de su historia, con sólo 14 victorias en el haber de un equipo acostumbrado a superar (o directamente duplicar) las 20 desde su creación. Siete meses exactos transcurrieron entre el penúltimo triunfo del equipo (de Filippo Ganna en la modesta Vuelta a Austria, el 6 de julio) y el último (de Egan Bernal en el Campeonato de Colombia CRI, el 6 de febrero). Demasiado tiempo en lo que constituía la sequía más pertinaz, con diferencia, entre los equipos UCI WorldTour.
La decepción ha generado una reacción contundente. Los ejecutivos representados por el mánager general John Allert acometieron una remodelación del efectivo de ciclistas, abriendo la puerta a talentos como Jhonatan Narváez y Tom Pidcock (vencedores de las dos primeras vueltas de esta temporada en Australia y Arabia Saudí) e incorporando apuestas como el impetuoso Axel Laurance (campeón del mundo sub23 hace dos años) y el veloz Caleb Ewan (ganador de cinco etapas en el Tour de Francia en su día, hoy en horas bajas). También incorporó a dos conjuntos ya existentes como filiales, después de muchas campañas siendo uno de los pocos WorldTour sin equipo de desarrollo al apostar por hacer crecer a los jóvenes directamente en su primera plantilla.
No obstante, la auténtica revolución llegó en el cuerpo técnico. Unos cambios fueron más discretos, como la marcha del jefe de mecánicos o el responsable de nutrición. Otros hicieron correr ríos de tinta, como el ostracismo y posterior desvinculación del director deportivo principal, Steve Cummings; la marcha del brillante experto en aerodinámica Dan Bigham; o el despido a sangre fría de Xabier Artetxe, jefe de preparadores y mentor de los dos principales vueltómanos del equipo, Egan Bernal y Carlos Rodríguez.
"Me enteré de la marcha de Xabi sólo una semana antes de empezar a entrenar, y fue un poco raro porque ya habíamos planificado toda la temporada juntos". Lo reconoce un Carlos Rodríguez (2001, Almuñécar) que, de natural sucinto, se muestra prolijo a la hora de elogiar a Artetxe. "Sobre él sólo puedo decir cosas buenas. Él ha sido quien me ha enseñado cómo funciona el mundo del profesionalismo, y quien más ha cuidado desde que llegué a Ineos para que mi progresión fuera la mejor posible. Le estoy muy agradecido y le deseo lo mejor. Me hubiese gustado seguir trabajando con él, pero las cosas son como son".
El nuevo tutor de la preparación física del sexitano es Tom Helleman, entrenador australiano residente en Andorra que llegó este otoño a Ineos desde el conjunto neerlandés Team dsm-firmenich PostNL previo paso por Bahrain Victorious, donde coincidió con John Allert. "Al ser un entrenador distinto, trabajo de forma distinta", explica Rodríguez. "De momento todo está siendo bastante específico. Habrá que darle un voto de confianza y hacer todo lo mejor posible, con la esperanza de que el esfuerzo se vea reflejado en los resultados".
Más allá de estas vicisitudes, el granadino ha comenzado la temporada en buena forma: sólo le molestó un problema de rodilla en diciembre, y en enero completó una buena concentración en las Canarias. Esta semana, su debut en la Volta a la Comunitat Valenciana se saldó con un papel muy activo, implicado en las escaramuzas lanzadas por su equipo, y un resultado esperanzador (6º en la general final y mejor joven). Ideal para comenzar a enjugar el mal sabor de boca de un 2024 en que recogió tres victorias UCI WorldTour (la general del Tour de Romandía y etapas en País Vasco y Dauphiné) pero firmó top10 grises en el Tour de Francia (7º) y La Vuelta (10º).
"El año pasado, sobre todo por temas de salud, no fue el mejor posible", explica Xabi Zandio, su director deportivo de referencia. "Esperábamos un pasito adelante y se mantuvo ahí un poco. En el gran objetivo del año, que era el Tour de Francia, contrajo la COVID y la última semana no salió como hubiéramos querido. No obstante, Carlos es un tío que aprende de todo y esta experiencia le sumará a largo plazo. Seguiremos trabajando para que crezca pasito a pasito, como ha hecho toda su vida. Somos muy optimistas con su futuro".
A corto plazo, ese 'futuro' pasa por el UAE Tour al que regresará en dos semanas, cinco años después de estrenarse en él como profesional, para medirse con Tadej Pogačar. "Nos gusta que empiece el año con carreras relativamente tranquilas, y además le viene bien el calor", razona Zandio. Posteriormente disputará la Volta a Catalunya (donde se encontrará con Jonas Vingegaard y Primoz Roglic) y la Vuelta al País Vasco para después centrarse en las grandes vueltas: el Tour de Francia es seguro, y La Vuelta una opción muy probable. Todos sus éxitos serán agua de mayo para Ineos Grenadiers.