CICLISMO

Lotte Kopecky, la súper ciclista de los Súper Mundiales: tercer maillot arcoíris con exhibición

La belga hizo buenos los pronósticos y corona una temporada fantástica con el título de campeona mundial de ciclismo en carretera, que suma a otros dos obtenidas en la pista.

Lotte Kopecky celebra su triunfo en los Súper Mundiales de Glasgow. /EFE / ROBERT PERRY
Lotte Kopecky celebra su triunfo en los Súper Mundiales de Glasgow. EFE / ROBERT PERRY
Fran Reyes

Fran Reyes

Glasgow. - No por esperado fue menos inapelable. Todo el pelotón sabía que Lotte Kopecky arrancaría en la última vuelta al circuito de Glasgow en la prueba en línea femenina de los Súper Mundiales; y sin embargo, cuando lo hizo, nadie pudo contestar. La única que tal vez hubiera tenido piernas para ello era la neerlandesa Demi Vollering, compañera suya en SD Worx, y justo un kilómetro antes del instante decisivo sufrió unos calambres eliminatorios dejando el maillot arcoíris en manos de la gran estrella del momento, quien ya había sido campeona del mundo esta semana otras dos veces en la pista, aplastante en las modalidades de Eliminación y Puntuación. Tres títulos que la convierten, sin duda, en la corredora más destacada del evento.

Lotte Kopecky (1995, Rumst) es hoy por hoy la ciclista del momento dentro del equipo del momento, un SD Worx que se fue extrañamente de vacío en la contrarreloj individual y se desquitó hoy en la línea copando cuatro de seis medallas posibles: oro y plata Elite con Kopecky y Vollering, más oro y bronce sub23 con la húngara Blanka Vas y la británica Anna Shackley. Maillot amarillo del Tour de Francia durante seis etapas, acabó en el podio final en detrimento de Annemiek van Vleuten (Movistar Team) gracias a una impresionante ascensión al Tourmalet. Era la primera vez que ella, rodadora pura, se retaba a sí misma cuesta arriba. El resultado fue una exhibición memorable.

En Glasgow, la carrera por el arcoíris se rompió pronto, bastante antes de la entrada en un circuito final que se definía como "ratonero" y cuyas implicaciones técnicas jugaron un papel bastante menor de lo esperado. Un grupo de siete ciclistas entre las que estaban Lizzie Deignan, líder de la selección británica y ya campeona del mundo en 2015, o Juliette Labous, jefa de filas gala que fue 2ª en el Giro y 5º en el Tour, se marchó temprano sin ciclistas neerlandesas, alemanas ni italianas. Entre las 'azzurre' y las germanas tomaron las riendas del pelotón en el largo repecho previo a Glasgow, y su impulso destrozó el grupo hasta dejarlo en unas cuarenta mujeres que atraparon a las fugadas antes del circuito final. Entre ellas, ninguna española: sólo Mavi García y Sandra Alonso seguían en la contienda, pero cortadas en un segundo grupo.

Los ataques se sucedieron hasta que Élise Chabbey, médico de formación y gregaria de Canyon//SRAM por devoción, abrió hueco a unos 75 kilómetros de meta, todavía con cinco vueltas por delante. La respuesta por parte del pelotón fue tibia, con todas las selecciones especulando mientras desde atrás García arrancaba a la desesperada tratando de empalmar. A la balear se le apareció entonces Annemiek van Vleuten, líder de Movistar Team, quien víctima de un pinchazo unió fuerzas con Mavi para reintegrarse en el grupo principal.

La belga Justine Ghekiere se vaciaba para su compatriota Kopecky. No obstante, el movimiento que acabaría con la fuga en solitario de Chabbey y definiría la carrera lo propinaron la rediviva Van Vleuten y la italiana Silvia Persico, que agitaron el árbol a 35 del final para generar una selección de siete mujeres con la neerlandesa Demi Vollering, la danesa Cecilie Uttrup Ludwig, la austriaca Christina Schweinberger, la suiza Marlen Reusser y las mentadas Deignan y Kopecky. Atrapada Chabbey, Persico perdería contacto por piernas y Van Vleuten, ya en la última vuelta, por otro problema mecánico.

Vollering levantó el pie tratando de forzar un parón para que Van Vleuten regresara a cabeza de carrera; tanto quiso ralentizar que acabó viéndose cortada en una rueda de ataques, y obligada con ello a un gran esfuerzo para regresar al par de las mejores. Nada más conseguirlo ensayó un ataque que la acalambró, obligándole a estirar de forma ostensible mientras sus rivales afilaban sus cuchillos. Uttrup Ludwig reabrió las hostilidades a 7,5 de meta y Kopecky aprovechó para ajusticiar a Vollering y lanzarse con la incómoda compañía de la danesa, a quien sentenció rápidamente. Vollering lograría rascar la plata y relegar a Ludwig al bronce, sin amenazar jamás el oro de su coequipier.

Por su parte, Mavi García compitió con tenacidad y valentía hasta marcharse en solitario del segundo grupo en el cual había quedado confinada, lo cual le permitió llegar a la línea de meta en una valiosa 10ª posición que supera las expectativas de la selección rojigualda y supone el mejor resultado de una española en la prueba en línea de unos Mundiales desde el 8º puesto de Sheyla Gutiérrez en Doha 2016.