La respuesta de Van Aert que puede cambiar el guion de la París-Roubaix: "Me sentí más fuerte que los demás…"

Pocos minutos después de que concluyera el Tour de Flandes, segundo monumento de la temporada en el que Tadej Pogacar se cobró su revancha particular frente a Mathieu Van der Poel, Wout van Aert, tercero en discordia durante años pero venido a menos de un tiempo a esta parte, atendió a los medios de comunicación para valorar su cuarto lugar en la línea de meta.

"Ha sido una carrera muy dura, pero creo que lo he hecho muy bien, así que estoy bastante satisfecho", apuntaba quien pocos días antes de volver a 'De Ronde' había entonado el mea culpa tras un final catastrófico en A través de Flandes, donde, con todo a favor, terminó segundo tras un sorprendente Neilson Powless. "Me hubiera encantado estar en el podio hoy, pero bueno, podré vivir con este cuarto puesto".

Fue ahí, en ese momento de la intervención, cuando Van Aert apuntó a Pogacar y a su némesis deportiva, Mathieu van der Poel. "Tadej ha sido más fuerte que el resto hoy, así que poco se podía hacer contra eso", reconoció. "Estaba muy seguro de que iba a probarlo en el Viejo Kwaremont, así que intenté anticiparme e intentarlo antes. No salió, pero bueno, creo que fue una buena idea".

"A partir de ahí, viví una lucha constante para saber si me mantenía con ellos [Pogacar y Van der Poel] o me quedaba rezagado", explicó el belga del Visma-Lease a Bike justo antes de exponer sus sensaciones tras una jornada en la que recuperó la confianza perdida. "Siendo sincero, en las últimas rampas del día me sentí más fuerte que los demás, excluyendo a Tadej, claro, que ya se había marchado en solitario; pero sí, hubiera sido genial entrar en el podio después de un día así".

Y efectivamente, hay motivos para pensar que Van Aert tiene razón. Si bien en A través de Flandes el desenlace fue desastroso, más aún por la forma que por el fondo, el belga llegó con opciones de victoria a los últimos metros de la prueba. La cita era, además, su segundo día de competición tras algo más de tres semanas recluido en Tenerife, donde el belga se concentró junto a algunos compañeros para afinar la preparación en altitud.

La primera bala, en la E3 Saxo Classic, salió desviada (15ª posición); la segunda, en A través de Flandes, rozó el centro de la diana (2º); y este domingo, en el Tour de Flandes, el belga rozó el podio (4º). Pudo ser más incluso. Y Van Aert lo sabe.

La de este domingo fue la edición más rápida de la historia de 'De Ronde'. Pogacar, el vencedor, culminó los 269 kilómetros que separan Brujas y Oudenaarde en cinco horas, 58 minutos y 41 segundos, lo que supone una velocidad media de 45 kilómetros por hora. Van Aert, cuarto en meta, resumió el mismo esfuerzo a 44,87km/h, un ritmo que, atención, le hubiera permitido ganar cualquier otra edición del centenario Tour de Flandes.

No por nada ningún capo del pelotón quiere descartar al belga para la París-Roubaix del próximo domingo, especialmente desde los autocares de UAE y Alpecin. Sin ir más lejos, el propio Van Aert dejó entrever en Relevo su —sorprendente— estrategia ideal para las clásicas de adoquines. "Para mí, es más fácil cuando corre Tadej [Pogacar] porque es muy probable que proponga un final largo y durísimo", sentenció a este medio desde Jaén, antes incluso de confirmarse la presencia del esloveno en el 'Infierno del Norte'. "Si tienes las piernas para seguirlo, puedes encontrarte con una nueva carrera a partir de ese momento".