Pepe Pelegrín, el ultraciclista de 81 años que va a rodar 24 horas en busca de un récord del mundo: "He visto a gente dormida de pie encima de la bicicleta"
Pedaleará entre el sábado y el domingo con el objetivo de rebasar los 500 kilómetros: si lo logra será plusmarca mundial para mayores de 80 años en esta modalidad de ultraciclismo.

La edad es sólo un número, suelen decir. Y, aunque con frecuencia la biología tiene otra opinión, Pepe Pelegrín se dispone a hacer una demostración en defensa del adagio: a los 81 años, este ciclista aficionado zaragozano afronta el reto de pasar 24 horas subido a su bicicleta. Su objetivo: recorrer más de 500 kilómetros en un circuito cerrado y establecer el récord mundial para mayores de 80 años en esta modalidad de ultraciclismo.
La hazaña de Pepe maneja como referencia el registro del norteamericano Gerald Eddlemon, quien pedaleó 465,326 kilómetros en 24 horas. La marca está homologada por la WUCA (World Ultra Cycling Association) en la franja de edad entre 75 y 80 años. De modo que, como precisa Pepe Pelegrín, "en realidad no voy a batir ningún récord porque no lo hay en esta franja de edad: voy a tratar de establecerlo".
El intento tendrá lugar entre los próximos sábado y domingo. Para lograr su objetivo, Pepe Pelegrín deberá completar 269 vueltas a un recorrido de 1,9 kilómetros de cuerda, en el perímetro de la Feria de Zaragoza. "La previsión es rodar en sentido contrario a las agujas del reloj, si no sopla el cierzo; si lo hay, lo haré en el otro sentido", explica Pepe. Aunque el talud de la autovía próxima quita algo del viento del noroeste que suele azotar la ciudad, siempre es un factor a tener en cuenta en Zaragoza. Su verdadera afección no se podrá prever hasta tres o cuatro días antes.
En los ambientes del ciclismo aficionado en Aragón se conoce a Pepe Pelegrín como El Abuelo. "Pero hay gente con más años que yo y que hace más cosas que yo, eh", se apresura a aclarar. Por ejemplo su amigo Eloy Porroche, otro veterano incombustible de los arcenes: en 2016 estableció varias plusmarcas WUCA para más de 70 años. Ahora, con más de 80 también, asiste a su amigo en esta tentativa: "Fue él quien después de hacer las 24 horas de Cheste me insistió en que lo tenía a mi alcance".
Pelegrín lleva más de 40 años subido en la bicicleta. Y los últimos 30, enfocado en el ultraciclismo: ha completado 25 ediciones consecutivas de la Quebrantahuesos, una de las marchas cicloturistas más multitudinarias y duras de Europa. También ha participado seis veces en la legendaria París-Brest-París —"he corrido seis, pero en una cometí un error de cálculo con la alimentación, un fallo mío, y agarré un pajarón que no la pude terminar", recuerda—; ha completado dos veces la Madrid-Gijón-Madrid y en otra ocasión las 24 horas de Cheste.
Pepe fue durante años presidente del Club Ciclista Aragonés, una entidad clave en la introducción del ultraciclismo en España y franquiciada con el Audax Parisien, que organiza la exigente París-Brest-París: 1.200 kilómetros en un límite de 90 horas. Para acceder a esta prueba, cada cuatro años los ciclistas deben completar un ciclo de brevets, pruebas con rangos crecientes de 200, 400, 600, 800 y 1.000 kilómetros.
Desde mediados de los 90, Pepe ha completado más de 100 brevets: "Las brevets son una excursión homologada: es un concepto lúdico, no competitivo —aclara Pepe Pelegrín—. Te dan un carnet de ruta y tienes que pasar por una serie de puntos determinados. Los más rápidos acaban en 45 horas, yo hago la modalidad de 90... y hay muchos que no llegan".
"La idea es rodar unas 20 o 21 horas, a alrededor de 25kms/h, y el resto descansar. No he hecho nada especial para prepararme: desde los 90 hago cuatro o cinco 'brevets' por año y ese es el secreto: no haber parado nunca"
UltraciclistaDurante ese tiempo se rueda de manera continuada, día y noche, con controles cada 80 o 90 kilómetros y la posibilidad de descansar: "Tienes que andar deprisa para que te dé tiempo a parar algo, claro", matiza Pepe Pelegrín. "Conforme más son los kilómetros más crece la épica: como dice un amigo, en la París-Brest-París dormir dos o tres horas seguidas es un lujo: he llegado a ver a gente parada, dormida de pie encima de la bicicleta", cuenta el veterano ultraciclista.
La experiencia en ese tipo de pruebas es lo que le da confianza de poder afrontar con éxito el reto de los 500 kilómetros en 24 horas: "A lo mejor soy un poco ingenuo, pero me encuentro bien y creo que está a mi alcance". La WUCA también quiere aprovechar para homologar récords de las seis y doce horas: "Si salen, mejor aún, pero mi objetivo son las 24 horas. Me lo tomo como una brevet más —subraya Pepe—: suelo rodar alrededor de los 25 kilómetros hora y haré tres o cuatro paradas para descansar, comer algo e hidratarme unos 20 minutos cada vez. Salvo que venga un bajón, esa es la idea: rodar unas 20 o 21 horas y el resto, de descanso".

Un circuito seguro
Pepe manejó varias opciones en la búsqueda del escenario para su reto. Tenía la referencia de Cheste y algunas alternativas para las que o no encontró la implicación y las condiciones de seguridad necesarias. Pero "tenía claro que quería que fuera en Zaragoza. Tengo que agradecer a la Feria las facilidades que me han puesto", reconoce.
Las vías que recorren el interior del recinto ferial abrigan bien las necesidades en este desafío: "El circuito tiene varias curvas: no va a ser excesivamente rápido, pero a cambio tiene muchas ventajas. Sobre todo la seguridad, porque rodaré solo, sin preocuparme del tráfico ni de nada; además, contamos con un hangar en el que se puede instalar el equipo que me acompañará, sistema eléctrico para el cronometraje, la posibilidad de descansar yo, ir al baño, etc.", explica el veterano ciclista.
Pelegrín contará con la iluminación de la Feria de Zaragoza. Pero, además, en la noche del sábado al domingo lucirá luna llena, una ayuda nada desdeñable: "Por la noche ruedas más despacio, pero el peligro es menos de lo que puede parecer incluso en carretera: con buenos focos en la bici vas bien y a los coches los ves enseguida". Las fechas también se han elegido para garantizar las mejores condiciones posibles, como explica Diego Camarero, presidente del Club Ciclista Borau y coordinador del reto: "Hemos buscado el momento del año con la menor diferencia de temperatura entre el día y la noche".
Estos días, Pepe completa sus últimas salidas de preparación con la bicicleta, antes de dejar varias jornadas para que las piernas descansen, asimilen el trabajo y estén en condiciones cara al gran desafío. "La clave de encontrarme bien hasta ahora es que nunca he parado de hacer esto. No he hecho nada especial —dice sobre el estado de forma a su edad y ante el evento—. Lo único, complementar la bicicleta con otro deporte: en mi caso era correr a pie, que se me daba yo creo que mejor que la bici, gimnasio, cross-fit". Pero advierte: "No hay que estar obsesionado con el ejercicio. El ejercicio tiene que ser algo que te ayude a estar bien para hacer otras cosas en la vida".
Diego Camarero define con entusiasmo las capacidades de Pepe Pelegrín: "Su estado físico a los 81 años es absolutamente increíble: tiene unas analíticas que las quisiéramos nosotros", bromea. Pero hay mucho de verdad en el comentario: "Mientras las piernas respondan, seguiré pedaleando", dice Pepe, cuyas condiciones físicas no pueden estar lejos de lo excepcional: "El lunes hice 300 kms. en 12 horas y el martes a las ocho de la mañana tenía 50 pulsaciones", cuenta el protagonista. "Normalmente tengo alrededor de 45 pulsaciones, he llegado tener menos. Por arriba alcanzo unas 160 o 165".
"Estoy más ilusionado con la parte solidaria que con el reto deportivo: me lo tomo como una fiesta del ciclismo y espero que sirva de inspiración, es una forma de decir que hay otra forma de hacer deporte"
UltraciclistaEl desafío está organizado el Club Ciclista Aragonés, el Club Ciclista Borau y la Fundación Luis Pinilla, dedicada al desarrollo personal y profesional de los jóvenes. Además, colaboran Cámara de Comercio de Zaragoza, la Feria de Zaragoza y el ex ciclista profesional Ángel Vicioso, padrino del intento de récord. También se le ha dado un marcado componente solidario: a través de la plataforma Mi grano de arena se pueden hacer donaciones de 10 euros por kilómetro, con el objetivo de alcanzar los 5.000 euros para ATADES (Asociación Tutelar Asistencial de Discapacitados Intelectuales) y ASPANOA (Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Aragón).
"La parte solidaria para mí es vital —subraya Pepe, hombre siempre ligado a iniciativas relacionadas con el tiempo libre y la juventud—. Estoy más ilusionado con la parte solidaria que con el récord deportivo", asegura Pepe. Su intención va más allá de la superación personal o la vanidad de una marca: "Me lo tomo más como una fiesta del ciclismo", asegura Pepe. "Ahora hay nuevas generaciones que se toman el ultraciclismo de otra manera, van deprisa, en pocas horas, más como una competición. Esto mío es otra cosa: quiero que sirva como inspiración para la gente que decir que hay otra forma de hacer deporte".