Sufrieron una caída brutal y ahora vuelan juntas en Granada: "El deporte es una rueda y a veces necesitas parar"
Eukene Larrarte y Naya Mangas forman una de las parejas más consolidadas del ciclismo en pista nacional. Este domingo ruedan juntas en 'Reinas de la Alhambra'.

El Palacio de los Deportes nazarí no entiende de bicicletas, pero sí hay algo que une inevitablemente el hogar del Coviran Granada, gestionado por GEGSA, con Eukene Larrarte y Naya Mangas, una de las parejas más consolidadas del ciclismo español en pista. "Esto tiene que rugir que da gusto", aseguran mirando a unas gradas con capacidad para 8.000 gargantas. Y es ahí, en esa sensación de bullicio, donde ambas dan con algo familiar.
"El ciclismo en pista es un deporte único, incomparable a cualquier otra modalidad. Aquí no hay tiempo. Las decisiones tienen que tomarse en décimas de segundo. Es pura adrenalina", explican a dos voces quienes este domingo participan en la segunda edición de 'Reinas de la Alhambra', el único critérium de ciclismo femenino que se celebra en España gracias a Relevo, la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, la Diputación de Granada y el Ayuntamiento de Granada.
Ellas, acostumbradas a volar sin frenos —literalmente— sobre los velódromos más imponentes del mundo, parten con una ventaja este domingo en el circuito ratonero de la Gran Vía granadina. "Es nuestro perfil", asegura Mangas, de 21 años. "Al final, el recorrido de Reinas de la Alhambra es pura explosividad, de arrancar, parar, frenar, limar... Y de mucha técnica. Es ahí donde trataremos de estar a la altura de corredorazas como Mavi García o Elisa Longo Borghini".
Lo harán, además, poco tiempo después de haber sufrido una de las peores caídas de sus vidas. "Fue este verano, en República Checa", indica Mangas. "Era la primera prueba del día. No habíamos superado ni una cuarta parte de la carrera y una rival que iba por delante se cayó, empezaron a caer el resto y fuimos todas detrás".
"Yo no me acuerdo de nada, porque Naya sufrió muchísimo de las cervicales, que tuvo que estar con collarín varios días, pero yo tuve un golpe fuerte en la cabeza y se me ha borrado todo", añade Larrarte, cinco años mayor que su compañera. "Por lo que me han contado, fue muy aparatoso, todo lleno de sangre por el corte. Al final, vamos a mucha velocidad y era un velódromo de hormigón, no de madera. Claro, el golpe fue muy seco. Acabamos las dos pasando la noche en el hospital. Juntas y de la mano".
No obstante, si todo va bien, justo después de demostrar su poderío por las calles de Granada, ambas volverán a competir en Suiza, donde esperan volver a formar dupla en noviembre. Será el regreso a una competición oficial tras un año complicado, especialmente para Larrarte, que se quedó fuera de los Juegos Olímpicos a última hora. "Nadie de la Federación se ha puesto en contacto conmigo desde entonces", lamenta.
La donostiarra ha sabido, eso sí, darle la vuelta a su ausencia con mucho trabajo mental. "Yo claro que quería ir a los Juegos, pero mira, quedarme fuera me ha dado muchas cosas", explica. "He podido recapacitar, y mira, si hubiese ido a París, creo que hubiera sido una rueda que no pararía, porque además tú vas a unos Juegos y te premian, te alaban, qué bien, qué bien, pero tú no te das cuenta de que no estás bien. Y eso pasa muy rápido. Tú vas a los Juegos una semana y después ya nadie se acuerda de ti".
"Por eso, me gusta recalcar lo importante que es saber parar a tiempo", continúa. "Yo estoy aprendiendo todavía, pero he pasado a cuidarme más, a parar cuando me toca. Piensa que el deporte de alto nivel muchas veces se olvida de eso. Es muy resultadista, está muy automatizado, como si fuéramos robots. Y no. La salud mental es clave".
Por ello, ambas trabajan desde hace años con especialistas que ayudan a reajustar el foco dentro y fuera de la pista. "No nos cansaremos de decírselo a todo el mundo: ¡id al psicólogo!", cantan al unísono. "A mí", sentencia Mangas, "en lo que más me ha ayudado es en saber cómo dominar mi mente y que no sea ella la que domine a mí. Suena muy fácil y no lo es, para nada, pero cuando lo consigues, es una satisfacción increíble".