TOUR DE FRANCIA

Van Aert vuelve a disfrazarse de gregario perfecto: "Hace lo mismo que un equipo entero"

El belga firma su enésima exhibición en el Tour para ayudar a su compañero Vingegaard a dinamitar la carrera.

Van Aert, hoy, tirando de Vingegaard y Pogacar. /Reuters
Van Aert, hoy, tirando de Vingegaard y Pogacar. Reuters
Óscar Méndez

Óscar Méndez

"Es el mejor ciclista del mundo, he tenido la suerte de que me ha ayudado a ganar el Tour". Jonas Vingegaard se rendía en elogios hacia Wout van Aert tras conquistar el Tour de Francia hace ahora casi un año. El danés había conseguido superar a Tadej Pogacar para lucir por primera vez el maillot amarillo en las calles de París. Y para ello fue esencial la labor del ciclista belga, sobre todo en las etapas de pavé, donde únicamente él devolvió a su líder junto a los mejores adelantando a decenas de corredores por el camino, y en Hautacam, una de las cimas míticas de la carrera y en la que su locomotora destrozó al esloveno.

Porque Van Aert puede no ser el mejor ciclista del mundo, algo que no deja de ser subjetivo, pero sí es el más completo. En 2019 ganó una etapa en el Tour, en 2020 levantó los brazos en dos ocasiones y tanto en 2021 como en 2022 lo hizo en otras tres. Nueve victorias en cuatro años, algo de lo que muy pocos pueden presumir. Y no solo es el cuánto, sino el cómo, porque el belga es capaz de vencer en cualquier sitio.

En sus diferentes aventuras en la ronda francesa ha ganado sprints contra velocistas puros, se ha impuesto en contrarrelojs contra verdaderos expertos e incluso ha vencido en etapas de alta montaña, como cuando ganó en 2021 en Malaucene tras coronar en dos ocasiones Mont Ventoux. Y todo ello mientras se preocupaba porque sus líderes estuviesen lo más cerca posible del primer puesto de la general. En 2020, solo Pogacar pudo impedir en la penúltima etapa que Roglic se llevase el triunfo final, un año después ocurrió lo mismo con Vingegaard, que sí subió a lo más alto del podio hace doce meses.

Y habría sido imposible sin su presencia. Hoy mismo volvió a dar una exhibición como el gregario perfecto, ese con el que sueña todo líder. Atacó desde el primer kilómetro, formó la fuga, la encabezó durante las ascensiones al Cod d'Aspin y al Tourmalet, se descolgó para tirar de Vingegaard (y Pogacar) hasta las primeras posiciones y una vez ahí, dinamitó de nuevo la escapada para dejarles a ellos prácticamente en solitario. "Van Aert solo te hace lo mismo que un equipo entero", apuntaba hoy uno de los rectores de UAE mientras observaba la ceremonia de podio.

El propio ciclista belga se mostraba satisfecho con lo que hizo su equipo en la sexta etapa, aunque al final su líder cediese casi medio minuto con Pogacar. "Esta mañana tenía miedo de no tener piernas después del esfuerzo de ayer, pero sí que he tenido. Al final no se ha quedado exactamente el escenario que habíamos planteado con el equipo, pero es muy positivo que Jonas haya recuperado el maillot amarillo", sentenciaba minutos después de cruzar la meta exhausto.

Y es que así quiere afrontar las etapas, porque Van Aert no sabe cuando pondrá punto y final a su presencia en Francia. Su pareja está a punto de dar a luz y él ya dejó claro que no iba a perderse el nacimiento de su hijo, por lo que cada día puede ser el último. Todavía no ha levantado los brazos en la presente edición, y no espera hacerlo mañana, pero ya apunta al que será su próximo objetivo. "Mi objetivo será más bien la etapa de Limoges, el sábado: ésa encaja mejor con mis características", aseguró.