Alberto Contador: "Vingegaard me recuerda a mí; Pogacar solo hay uno"
El ciclista madrileño, doble campeón del Tour de Francia, atiende a Relevo para analizar la carrera ciclista más importante del mundo.

Con Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard atacándose por tercer julio consecutivo bajo el bochorno francés, muchos aprovechan para tirar del hilo y rescatar, nostálgicos, otras grandes rivalidades en la historia del Tour. Jacques Anquetil y Raymond Poulidor. Luis Ocaña y Edy Merckx. Greg LeMond y Laurent Fignon. Miguel Induráin y Bjarne Riis. Y, claro, igual que ellos, Andy Schleck y Alberto Contador.
El duelo que mantuvieron el ciclista pinteño, por entonces en el Astana, y el luxemburgués del Saxo Bank, quedó en la retina de los aficionados al ciclismo en todo el mundo. Más aún en España, donde miles de personas se volcaron con los hachazos vespertinos de aquel chico que escalaba de amarillo por la ladera del Tourmalet.
Ahora, más de una década después de su último Tour, el de 2010 —también vencería en París un año después, pero el resultado quedó invalidado por dopaje—, el madrileño, comentarista en Eurosport desde 2018, recibe a Relevo en el plató de la cadena para analizar la actualidad de la ronda gala.
¿Es el Tour que más estás disfrutando desde fuera?
Es posible. También disfruté mucho de los de Armstrong y Ullrich, pero creo que estamos teniendo un Tour de ensueño. Que haya dos corredores a este nivel es una delicia. Quizás es una pena que sean tan superiores al resto, pero lo bueno es que están tan a la par que un día descuelga uno al otro, al día siguiente lo opuesto… Creo que de momento es el Tour soñado.
Eres Pogacar y el líder, como es el caso, te saca 17 segundos. ¿Dónde atacas?
Si fuese Pogacar lo que haría es no volverme loco. Yo creo que con la situación actual, con el Jumbo llevando el peso de la carrera, UAE puede estar satisfecho. Creo que todavía queda terreno más que suficiente y si se tienen que jugar alguna etapa de tú a tú, las bonificaciones pueden jugar un papel muy importante para el esloveno, que puede picar algunos segunditos en meta. Aun así, es complicado responder. Y te explico por qué. Para saber dónde probarlo, tú necesitas tener las sensaciones. Necesitas tener ese feeling, esa intuición de coger y decir 'oye, creo que hoy le puedo poner contra las cuerdas aquí o allá'. Lo único que te puedo decir es que Pogacar no tiene que ponerse nervioso. Está a poco tiempo, el peso de la carrera lo lleva el Jumbo y creo que poquito a poco lo puede ir encarrilando a su favor.
¿Qué día se decide esto?
Uf, es difícil. Ahora vienen los Alpes y el desgaste puede jugar un papel clave. Vingegaard, con ese cuerpo de escalador que tiene, intentará aprovechar los puertos más largos, pero el cómputo de las tres etapas alpinas será importante. Aun así, creo que la contrarreloj será la que abra un poco los ojos y nos indique de verdad dónde está cada uno.
La táctica de Jumbo y UAE, entonces, te está gustando.
Yo creo que lo están haciendo muy bien, sí. Hay gente que ha cuestionado estos días la estrategia de Jumbo cuando en Cauterets arrancó Pogacar y Vingegaard no pudo seguirle, después de hacer toda la carrera a tope en Aspin y Tourmalet, pero es que ellos intentaban sentenciar el Tour. Te puede salir bien o te puede salir mal, pero es lo que buscaban. Quizá sí que fue innecesario que fuera tirando Vingegaard en Cauterets llevando a rueda a Pogacar, porque te puede rematar en cualquier momento, pero creo que las tácticas están siendo buenas.
Con matices, este Tour recuerda al del año pasado, pero hay una gran diferencia: en el Jumbo no está Roglic. ¿Cambia mucho la película?
Yo creo que cambia por eso y por lo que sucedió el año pasado. Pogacar no viene con el mismo pensamiento ahora que después de haber ganado dos Tours consecutivos, como le ocurría hace un año. Si ves que se te escapa una victoria así, entrenas más duro que nunca. También lo ha hecho el UAE, ojo, que ha invertido todo lo habido y por haber en material, en corredores y en otros pequeños detalles.
"Sinceramente, yo a Carlos Rodríguez le veo en el podio de París"
ExciclistaAlgo ha cambiado entonces en el esloveno.
Es que cuando se te escapa una victoria en el Tour como le sucedió a Pogacar en 2022, ahí, en ese momento, es cuando cambias la mentalidad y trabajas de verdad en mejorar tu nivel. Pese a la sangre caliente que tiene, quizá debería ser un poquito más cauto y saber frenarse en algún momento. Creo que eso puede marcar la diferencia y no tanto la ausencia de Roglic.
¿A quién te recuerda Pogacar y a quién te recuerda Vingegaard?
Guau [suspira]. Pogacar, lo siento, pero es que me recuerda a Pogacar. Lo que ha hecho ese chico no lo ha hecho nadie que yo haya visto. O sea, alguien que es capaz de disputarte cualquier clásica, que por cierto, yo estoy convencido de que puede ganar la París-Roubaix, y que es capaz al mismo tiempo de ganar cualquier vuelta por etapas… ¡Es que no me recuerda a nadie! En cuanto a Vingegaard [piensa]. Es un corredor que ha disputado carreras durante la temporada, que las ha ido ganando y en el Tour vemos que no falla. Quizá en cierto modo sí que me veo identificado con Vingegaard, un corredor que no lucha por las clásicas, sino por las vueltas por etapas y centrándose siempre al 100% en el Tour. Luego, claro, si no vas de líder como va él ahora, pues ya ahí puedes hacer esas locuras que tanto me gustaban a mí.
Andy Schleck dijo en Relevo que te veía más a ti en Pogacar y a él en Vingegaard.
Sí, pero porque, a ver… Yo creo que en la manera de preparar la temporada yo era más Vingegaard, pero sí es verdad que en cuanto al factor sorpresa.... Yo siempre lo he dicho. Cuando se dan oportunidades, hay que aprovecharlas. Ya sea por viento, ya sea porque la lluvia hace que la carrera se rompa en mil pedazos o por cualquier otro motivo. Eso siempre lo tienes que tener. Y ahí Pogacar es más valiente. De todas formas, creo que no es cuestión de comparar. Cada uno es cada uno.
También decía el pequeño de los Schleck que ni tú ni él podríais ganar hoy el Tour.
Hombre, si fuéramos hoy al Tour, desde luego que no [ríe]. Yo creo que todo son generaciones. Hay que ser conscientes de que los vatios que se necesitaban en 2009 para ganar el Tour no eran suficientes para ganar el Tour de 2010. Los del 2010 no valían para el 2011. Y así continuamente. ¿Cómo se consigue esto? Con mucha preparación, con un mayor conocimiento de la alimentación, sabiendo cómo acelerar la recuperación. Ahora se controlan las horas y la calidad del sueño. Todo ha evolucionado muchísimo.
¿No debemos atender a los vatios?
Comparar vatios entre una época y otra no es una referencia clara. Eso me lo comentaba Rigoberto Urán, que un día le dije, en referencia a Vingegaard y Pogacar: "Joe, cómo van estos, ¿no?". Y él me respondió: "¡Pues igual que ibas tú!" [ríe]. La cuestión es que todo evoluciona. Las bicicletas, el cómo se rueda. Todo. Tú ahora mismo sales con una bicicleta medianamente normal a rodar y sacas unas medias muy altas. De 35, 36… Es decir, yo no sería tan rotundo como Andy en este caso.
Cambio la pregunta, entonces. Con la preparación actual, ¿moverías los vatios de Vingegaard y Pogacar?
Uf, eso es hablar por hablar. Nunca se podrá saber. Si no lo haces, si no entrenas de verdad con la preparación y los cuidados que tienen los ciclistas de ahora, es algo que no se podrá comprobar nunca.
Antes de acabar, te tengo que preguntar por Carlos Rodríguez y Pello Bilbao. ¿Cómo les ves?
Estoy muy ilusionado. Vamos a ver cómo evolucionan tanto ellos como el resto de corredores con los que se jugarán el tercer puesto. Yo a Carlos le estoy viendo muy, pero que muy bien. El otro día Simon [Yates] y Pidcock le picaron unos segundos, pero fue porque él empezó a tirar y al final le cayó un poco de tiempo, pero le estoy viendo sólido y el equipo le está apoyando muchísimo. Pello tendrá ahora la moral por las nubes después de su victoria de etapa. Se lo merece. Es un corredor muy serio, correoso, y yo creo que va a hacer un gran puesto en la general.
¿Te la juegas con alguno?
Sinceramente, yo a Carlos lo veo en el tercer puesto de París.