Andy Schleck: "Contador era la razón por la que me levantaba cada mañana"
El ganador del Tour 2010, duelista por excelencia del madrileño junto a Chris Froome, rememora con Relevo la gran rivalidad que protagonizaron en su día, como ahora Vingegaard y Pogacar.

Sigue vistiendo de blanco, luciendo el emblema de Skoda en la pechera; como cuando se erguía sobre su bicicleta, a rueda de Alberto Contador, envuelto por la niebla del Tourmalet en julio de 2010. El atuendo apenas ha cambiado, todo lo demás sí. Cabría tildarlo de espejismo, pero no; diremos mejor que la camisa que viste es el espejo de lo que fue, y a la vez el reflejo de lo que es hoy día.
Andy Schleck (Luxemburgo, 38 años), su versión contemporánea más bien, con hechuras muy distintas a las aquel corredor espigado, de rostro enjuto y piernas afiladas que encumbró Bjarne Riis en el CSC, sigue en el Tour como anfitrión (y hasta 'jefe de filas': durante las rutas a pedales que organizan al amanecer todos los días) de los muchos invitados de Skoda. El fabricante automovilístico que lleva ya 20 años patrocinando la ronda francesa; el mismo del que es embajador también Alberto Contador. La némesis en su día del ciclista luxemburgués (o viceversa); y aún hoy, en cierto modo, también: es citar al madrileño, y al instante aflora en sus pupilas la sombra de aquella enconada rivalidad, que tantas polémicas y tardes de gloria brindó a la afición, antes de que la maquinaria perfecta del Sky aplastara ese ciclismo espontáneo, virtuoso y genial, que nos vanagloriamos ahora de volver a disfrutar.
¿Por qué el Tour es lo más grande a lo que un ciclista puede aspirar?
El Tour es la joya de la corona del ciclismo. Ha sido muy bonito que haya empezado este año en el País Vasco, la gente allí lleva el ciclismo en el ADN. Mis dos carreras favoritas cuando competía eran la Clásica de San Sebastián y la Vuelta al País Vasco. He disfrutado mucho las tres primeras etapas, ha sido espectacular el ambiente, con un recorrido de inicio mucho más duro que de costumbre.
¿Qué representa ahora el ciclismo en tu vida?
Estoy más implicado que antes, ahora puedo ver desde una perspectiva diferente todas las áreas que forman parte de él. El ciclismo es mi religión, he crecido montando en bicicleta y lo sé todo sobre este deporte. Como corredor, pasé por todas las facetas que hay dentro de un equipo. Ahora sigo ampliando mi campo de visión y así va a ser durante toda mi vida.
"Odiar es una palabra muy fea… Pero si peleas con alguien al límite de tus capacidades físicas y mentales, no tienes ganas de sonreír cuando vas a su rueda"
Sobre su rivalidad con Contador¿Ha cambiado mucho el deporte desde tu retirada?
Al final, la esencia del ciclismo es siempre la misma: tienes que pedalear más deprisa que tus rivales, independientemente de las bicicletas que se usen en cada momento o de la normativa que haya. Lógicamente, todo se moderniza y se vuelve más intuitivo. El ciclismo es un deporte en el que los equipos manejan cada vez presupuestos más importantes, pero aún así sigue ganando el más fuerte o el que mejores piernas tiene. Eso no ha cambiado ni cambiará.
¿Estamos viviendo una nueva era dorada?
Esto se lleva hablando toda la vida… ¿Qué pensaremos dentro del 20 años? Es el deporte más glorioso.
¿Te recuerda el duelo Vingegaard contra Pogacar al que tuviste con Contador?
Buena pregunta… Puede que sí, a veces me recuerda a cuando competíamos nosotros.

¿Quién sería Alberto y quién serías tú?
Alberto era más como Pogacar, yo era más como Vingegaard. La diferencia es que Vingegaard se vistió de amarillo el año pasado en el podio de París, y yo no tuve esa oportunidad, me dieron la victoria después de que la carrera acabara [Schleck fue proclamado campeón del Tour 2010 a posteriori tras la sanción por dopaje a Contador]. En cualquier caso no se pueden comparar corredores y épocas. Mi gran oponente fue siempre Alberto, pero no estoy seguro si va a pasar lo mismo con Pogacar y Vingegaard. Puede salir gente nueva que dé la sorpresa, como Ayuso u otros corredores que vienen por detrás. Ahora mismo hay mucha igualdad. Creo que el nivel es más alto que antes y viene gente creciendo mucho.
¿Qué supuso Contador para tu carrera deportiva?
Mucho dolor de piernas en los puertos… [Risas]. Alberto era la razón por la que me levantaba cada mañana, era mi motivación para entrenar y tratar de ser mejor. Estoy contento de que formara parte de mi carrera, sé que si él no hubiera estado yo habría ganado muchas más etapas y Tours, pero forma parte de mi legado. Esa rivalidad es de lo que se acuerda la gente, no de que yo crucé primero la meta del Tourmalet, sino de los 10 kilómetros anteriores en los que estuvimos luchando como leones. Si me hubieras hecho esta pregunta hace diez años, mi respuesta hubiera sido otra, seguro. Pero ahora lo veo así.
¿Llegaste a obsesionarte con él o incluso a odiarle?
Odiar es una palabra muy fea… Pero si peleas con alguien al límite de tus capacidades físicas y mentales, no tienes ganas de sonreír cuando vas a su rueda. Era mi enemigo y mi motivación al mismo tiempo. Me preguntaba siempre cómo le podía derrotar. Trataba de potenciar mis puntos fuertes, las subidas, la fuerza mental, el equipo… Era un juego mental para tratar de llevarlo al límite y dar otro envite más.

¿Los Contador y Schleck de 2010 estarían peleando por ganar este Tour?
La globalización del deporte ha hecho que ahora los corredores estén a otro nivel. No creo que nosotros estuviéramos fuera del top diez, incluso del top cinco, pero ahora se corre de manera un poco diferente. Puede que haya más desgaste desde el principio, por esa igualdad que te comentaba antes. No creo que Alberto ni yo ganáramos ahora mismo.
¿Te arrepientes de algo de tu etapa ciclista? ¿Te quedó algo por hacer?
No, no me arrepiento de nada. Todo lo que hice, lo decidí yo. Cuando quise dejar de competir, no tenía plan B, porque si lo hubiera tenido era porque no confiaba lo suficiente en el plan A. Ahora disfruto de mí, del deporte. No volvería a repetir mi carrera, porque tuve mi momento de gloria y de fama. Estoy bien con mi vida actual tal como es.