TOUR DE FRANCIA

¿Estamos ante el mejor Tour de Francia de la historia?

Con Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard luchando, un año más, por la gloria, el debate está abierto. En Morzine, otro mano a mano titánico.

Pogacar ataca a Vingegaard en Puy de Dome./REUTERS
Pogacar ataca a Vingegaard en Puy de Dome. REUTERS
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Atacó Pogacar, indomable, en la ascensión a Cauterets, rampa final del sexto día del Tour de Francia. El griterío en las cunetas, las bocinas y el humo de las bengalas crearon entonces un ambiente único, de esos que no se olvidan, incluso a través de la señal internacional. Al otro lado, aficionados de 190 países saltaron de sus asientos con el arreón del esloveno, enrabietado tras hincar la rodilla un día antes ante Vingegaard, vigente campeón. Uno de esos televidentes era Ander Izagirre, autor de Plomo en los bolsillos, lectura obligada para toda mente curiosa que, además, tenga cierto gusto por esto de la bicicleta.

El reportero donostiarra fue claro en su perfil de Twitter. "2022 y 2023, los mejores Tours del siglo, ¿no?". Y se abrió el debate. Muchos comenzaron a opinar. Que si el de 2003, cuando Beloki amenazó el reinado de Armstrong, que si los duelos entre Alberto Contador y Andy Schleck... "Al final, cada uno tenemos nuestra experiencia", reconoce Izagirre por teléfono.

Así, en el ecuador de la carrera, con el pelotón a punto de afrontar los temibles Alpes, Relevo recoge el testigo del autor y extiende el debate para que periodistas, escritores y exciclistas de renombre analicen la primera mitad de este Tour, sin duda, uno de los que más expectación ha generado de la historia. Palabras que llegaron incluso antes de un nuevo duelo titánico en Morzine, en el que se coló Carlos Rodríguez como invitado de excepción y un aspirante a dentro de no tanto tiempo pelear con los mejores.

Adam Yates, Pogacar y Vingegaard, en la primera etapa del Tour, en Bilbao. REUTERS
Adam Yates, Pogacar y Vingegaard, en la primera etapa del Tour, en Bilbao. REUTERS

"Es como si nos estuvieran devolviendo ahora lo que nos perdimos a comienzos de siglo", apunta Izagirre. "Veníamos de años feos, con desapego y arrastrando muchos casos de dopaje. Ahora creo que existe un contexto favorable, como de entusiasmo generalizado". Más aún, claro, si uno rebobina a las ediciones de la carrera antes de que aparecieran los Pogacar, Roglic, Vingegaard y compañía; esas en las que el trenecito del Sky sedaba cada edición sin titubeos.

"A mí eso no me parecían grandes carreras", admite Carlos de Andrés, narrador de ciclismo en RTVE desde hace algo más de dos décadas. "Si tú miras los Tours de Armstrong o los de Froome, creo que no eran grandes pruebas para el espectador. Incluso sucede lo mismo con Miguel [Induráin]. Si no fuera español, creo que hubiéramos pensado lo mismo de aquellos años".

Por suerte, todo ha cambiado. En un ciclismo de sálvese quien pueda, siempre al ataque, la percepción externa es otra. Javier Ares, voz del Tour en Eurosport, la otra cadena con derechos televisivos en España, no tiene dudas de que ésta ha sido la mejor primera mitad de carrera que él recuerda. "Tenemos dos actores que creo que no hemos tenido nunca", declara por teléfono. "Por un lado, posiblemente al mejor corredor de la historia, con permiso de Edy Merckx; por otro, a un tipo que no solo está a su altura, sino que ya le ha ganado en el Tour del año pasado".

Las comparaciones, claro, viajan a los mejores años de la carrera francesa. "Yo estos días me acordaba del Tour del 89, cuando Fignon y Lemond se fueron turnando el maillot amarillo hasta París y la diferencia final se quedó en tan solo ocho segundos", señala Izagirre. Ares, 22 años mayor que el escritor vasco, retrocede todavía más en el tiempo para encontrar algo similar. "Recuerdo el del 71 con parecidas proporciones a las de ahora, con Ocaña y Merckx peleando por la victoria final; también del 83, cuando veníamos de la miseria, de no rascar bola, y Ángel Arroyo nos devolvió esa ilusión".

¿Estamos ante el mejor Tour de Francia de la historia?

Y aún queda mucho Tour de Francia

Aun así, con los Alpes, la contrarreloj y los Vosgos todavía por disputarse, todo está abierto de cara a la segunda mitad de la carrera. Ojo, también el prestigio del propio Tour. "Yo no me atrevería a decir que estamos ante el mejor Tour de la historia por una razón muy simple: creo que todavía no se ha superado la etapa del Galibier del año pasado", declara De Andrés.

Coincide Samuel Sánchez, oro olímpico y subcampeón del Tour en 2010, aunque con un ligero matiz. "Este año, el Jumbo no tiene a un corredor clave como Roglic", asegura al otro lado del teléfono. "El año pasado, su mera presencia hizo que Pogacar saltara a todos los ataques, desgastándose más de la cuenta. Ahora creo que la cosa es diferente y Tadej no caerá en los errores de entonces".

"No sé si es el mejor Tour de la historia, pero siempre tendemos a acordarnos de lo último", dice Antonio Alix, comentarista en Eurosport. "Lo que está claro es que está siendo extraordinario y nos está brindando una batalla espectacular entre dos ciclistas de época".

Pogacar, segundo por la izquierda, y Vingegaard, de amarillo, antes de una etapa del Tour 2023. AFP
Pogacar, segundo por la izquierda, y Vingegaard, de amarillo, antes de una etapa del Tour 2023. AFP

Decantarse por un ganador, eso sí, parece difícil. "Nadie se atreve a quedarse con uno según lo visto", admite Sánchez, que corrió siete ediciones de la Grande Boucle. "La lógica, eso sí, invita a pensar que si Jumbo no cambia la actitud, esto se puede decantar hacia el esloveno. Creo que deben llevarle más al límite, desgastarlo más, como el año pasado, y que no llegue tan entero a los finales. Más aún teniendo en cuenta su punch para llevarse bonificaciones".

En cualquier caso, todos los entrevistados parecen coincidir: la expectación de este Tour es de otra época. "El recorrido me parece un grandísimo acierto", apunta De Andrés. "Creo que aumenta el espectáculo del Tour, que, por desgracia, ha vivido demasiados años de las caídas en la primera mitad de carrera. Este año el recorrido ha sido espectacular desde el primer día, con etapas preciosas y los favoritos siempre implicados".

"Yo es que viendo estas etapas disfruto muchísimo", sentencia Izagirre, devoto de la bicicleta desde crío. "Está siendo como volver a los mejores Tours de mi vida, volver a cuando veía el Tour del 89, volver al Galibier y el Granon del año pasado, a esos ataques desde lejos, en el que los mejores ciclistas del mundo mueven la carrera desde el Tourmalet, como hace solo unos días. Es lo que pasaba en los 80, con seis u ocho tíos a 60 kilómetros de la meta, ya sin gregarios, y con uno o varios puertos míticos por delante. Todo esto me evoca a los días en los que me enamoré del ciclismo. Y viniendo de donde venimos, es como un desahogo".