TOUR DE FRANCIA

Bardet se viste de líder en el arranque más duro que se recuerda del Tour de Francia

El ciclista francés gana en Rímini tras una etapa infernal y toma el maillot amarillo gracias al esfuerzo de su compañero Van den Broek.

Diez años separan a Van den Broek y a Bardet, compañeros en el DSM y triunfadores de la jornada inaugural. /EFE
Diez años separan a Van den Broek y a Bardet, compañeros en el DSM y triunfadores de la jornada inaugural. EFE
Daniel Arribas

Daniel Arribas

El Tour es una maratón, una agonía interminable, así que hay que empezar con calma, dicen, para poder llegar con energía a la decisiva última semana. Muy bonito, pensarán los 176 ciclistas que este sábado han salido de Florencia camino a Rímini, pero toda esa teoría hace aguas si en la práctica, la etapa inaugural de la carrera más importante del mundo ofrece un perfil como el de hoy.

Con más de 206 kilómetros y hasta seis puertos de montaña, el perfil del día, atípico como pocos de entre todos los primeros días del Tour, se asemejaba más al de una gran clásica, con su montaña rusa, sus muros rompepiernas y su público encendido, sumado además, por si fuera poco, a una temperatura que rara vez bajaba de los 30 grados en la larga travesía por los Apeninos.

Por allí se retorcía, pálido y sofocado, Mark Cavendish, sprinter generacional reducido a mero cicloturista por las rampas que abrían su último Tour, ese en el que el británico pretende sumar una victoria que le permita desmarcarse de Eddy Merckx y, con 35, elevarse al olimpo del ciclismo como el hombre con más triunfos en la historia de la ronda francesa.

Pronto cayó distanciado del grupo de favoritos, claro. Inevitable si se tiene en cuenta el ritmo que quiso imponer el UAE Team Emirates cuando aún restaban algo más de 80 kilómetros para la línea de meta. Ahí empezaron a sufrir los primeros grandes nombres ajenos a las volatas. Oier Lazkano, Stephen Williams, Mikel Landa. Uno tras otro fueron cayendo.

Red Bull BORA-hansgrohe e INEOS Grenadiers mantenían la estela del equipo de Pogacar, siempre rezagado, pedaleo alegre, pero fue Visma-Lease a Bike, el cuadro de Jonas Vingegaard, el que tomó el relevo de sus grandes rivales para formar el trenecito amarillo —ahora de azul— camino a Rímini.

Atacó a 50 kilómetros de meta Romain Bardet, ya veterano, ya de vuelta, pero siempre combativo, valiente y con calidad suficiente como para enseñar a más de uno cómo se corre esta carrera con la que todos sueñan desde niños. Pronto se reunió el galo en cabeza con Frank van den Broek, compañero en el Team dsm-firmenich PostNL, y juntos comenzaron una improbable aventura hasta meta que, agónica, tuvo final feliz.

Los corredores del conjunto neerlandés —el mismo que comenzó ganando la crono por equipos de La Vuelta 2023— llegaron de la mano con pocos metros de ventaja sobre el pelotón, consumaron su gesta particular y, a orillas del Adriático, lugar inmejorable, aunque también novedoso, vistieron de amarillo al más veterano de la pareja, Romain Bardet, que se convierte, en el año de su retirada, en el primer líder del Tour de Francia 2024.

Por detrás, a solo cinco segundos, Van Aert se impuso en el sprint del grupo principal por delante de Pogacar, Van Gils y un Alex Aranburu (Movistar Team) que, con el sexto puesto de hoy, por delante de Pedersen, Evenepoel y otros gallos de la Grande Boucle, completa su semana fantástica y estrena por todo lo alto su maillot de campeón de España.