El ciclista español que ganó a Pogacar y Vingegaard y no lo sabía: "Ostras, ¿a los dos?"
Ni Contador, ni Valverde, ni Landa… En el Tour de Francia compite Ion Izaguirre, el único corredor nacido en España que le ha ganado una clasificación general a los dos mejores del mundo.

Primavera de 2019. Tras seis etapas con cambios constantes en el liderato, río revuelto para los favoritos, la Vuelta al País Vasco concluye entre praderas, flores y cunetas repletas de ikurriñas. Un joven Tadej Pogacar, debutante esa temporada en el UCI WorldTour, llega con los mejores a la meta de Eibar y termina sexto en la clasificación general. Jonas Vingegaard, más desconocido que el esloveno, aunque también de estreno como profesional, finaliza lejos de los elegidos con el 32º mejor tiempo de la carrera. Primero, muy por delante de ellos y con el maillot amarillo, triunfador, descorcha el champán un ciclista guipuzcoano.
"¿A los dos? ¿Dónde? ¡Ostras, pues no lo sabía!". Es lo que responde al otro lado de la pantalla un extrañado Ion Izagirre, sonrisa casi vergonzosa al cerciorarse de que es el único español que ha derrotado a los dos colosos del ciclismo contemporáneo en una vuelta por etapas. "Sí me acuerdo de Pogacar, que llegó el último día a Eibar con nosotros, pero no sabía que estaba también Vingegaard. Claro, no les conocíamos como ahora", reconoce entre risas a Relevo.
Fardar del dato, con todo, no entra en los planes del pequeño de los Izagirre, ganador en la duodécima etapa del Tour de Francia. "Hace ya cuatro años de aquello... Ya sabemos qué nivel tienen ahora", apunta. "En 2019 acababan de llegar al mundo profesional y, como quien dice, todavía no estaban hechos. No tenían el nivel que tienen ahora, así que no es algo con lo que sacar pecho".
Sea como fuere, desde la irrupción de las dos bestias en el profesionalismo, solo otro ciclista ha conseguido quedar por delante de ambos en una clasificación general: Primoz Roglic. Fue en 2021, dos años después de Izagirre y también en la Itzulia, como se conoce a la competición vasca en euskera. Vingegaard, segundo, y Pogacar, tercero, le escoltaron en el podio.
"Hasta que no corres con ellos no te das cuenta del nivel estratosférico que tienen"
CiclistaNo ha habido más ocasiones. Ningún otro ciclista ha ganado nunca una vuelta por etapas por delante de los dos extraterrestres del ciclismo moderno. "Lo que hacen no está al alcance de nadie", dice Izagirre, que conoció personalmente a Pogacar dos días antes de que comenzara aquella Itzulia de 2019, en el Gran Premio Miguel Induráin; y a Vingegaard, cuatro meses después, en el Tour de Polonia.
"Es una cosa... Increíble. Es que desde enero o febrero están ganando los dos. Da igual la carrera, si es de una semana, de cinco días, de contrarreloj, de clásicas. Lo ganan todo. Aplastan en todo", afirma Izagirre, abrumado por el poderío de ambos en todo tipo de terreno. "Hasta que no estás con ellos no te das cuenta. Estás a la par, subiendo las mismas cuestas y ves que ellos tienen cuatro o cinco marchas más que el resto".
Él, ya veterano a sus 34 años, también ha convivido con algunas de las más imponentes supremacías ciclistas. "Los tiempos del US Postal de Armstrong, por ejemplo, era una época en la que también aplastaban a sus rivales", dice. "Pero dos corredores a un nivel tan superior al resto... Igual el año de Alberto Contador y Andy Schleck", asegura el guipuzcoano desde la habitación del hotel.
Allí estudia cada tarde las etapas del Tour en diferido, justo después de haberlas disputado. "No tengo tiempo de verlos [a Pogacar y Vingegaard] in situ, especialmente cuando pica para arriba", bromea, resignado. "Es impresionante ver la velocidad a la que suben los puertos de estos días. Luego ya analizas los números [tiempos, vatios] y alucinas aún más".
"Aquella victoria en la Itzulia fue la más especial de mi carrera; no lo voy a olvidar nunca"
Ciclista"Es que son extraterrestres. Si estás con ellos, no hay nada que hacer. Es mejor que sigas tu ritmo, porque si intentas entrar en su juego, estás perdido", declara, con los hombros encogidos. Es lo que debieron pensar los otros 174 corredores que comenzaron el Tour de Francia hace ya 18 días. No había opción. La victoria final estaba entre ellos.
"Desde el comienzo se rompió todo. Sobre todo por estos dos monstruos", cuenta Izagirre. "Ya desde Bilbao demostraron que eran los más fuertes y marcaron las diferencias. Está siendo un Tour muy diferente también por eso. Antes, los primeros días eran etapas llanas, para los esprinters, pero ahora ya se ve desde el comienzo quiénes están para ganar y quiénes no".
Algo parecido ocurrió en aquella Itzulia, "la más especial" para el ciclista guipuzcoano, que, siempre entre los candidatos, no se puso el maillot amarillo hasta el último día de la prueba. "Ya tenía algún que otro podio, pero levantar los brazos como ganador en Eibar, rodeado de tu familia y de tus amigos... Es algo que no se me va a olvidar nunca", sentencia Izagirre, campeón, además, por delante de Pogacar y Vingegaard, algo que ningún otro ciclista español ha conseguido en la historia. Y, visto lo visto, que sigan contando.