Enric Mas se va "contentísimo" del Tour y ya sueña con la general de La Vuelta: "Ojalá tenga piernas"
El mallorquín del Movistar buscó la victoria en la 20ª etapa desde la fuga y terminó perdiendo opciones en la parte final de la subida decisiva.

Faltó poco para la victoria, pero se volvió a escapar. Tras coger la fuga buena del día, Enric Mas conoció "un nuevo ciclismo" lejos de la lucha por la general y buscó mejorar su sabor de boca con un triunfo de etapa que sanara sus heridas. No llegó porque Pogacar no perdona y menos cuando los pocos que le consiguen seguir el ritmo de vez en cuando quieren mover la carrera. A falta de una cronoescalada de Niza que se tomará con calma, da por finiquitado un Tour que ha definido como "muy duro y difícil" pero que los últimos días dice haberle dejado "contentísimo" para pensar desde ya en la general de La Vuelta.
Suenan las trompetas, ¡𝗮𝘁𝗮𝗰𝗮 𝗘𝗻𝗿𝗶𝗰 𝗠𝗮𝘀! 🎺🎺🎺
Eurosport.es (@Eurosport_ES) July 20, 2024
El corredor español lanza un órdago en la fuga y se lleva a Carapaz en busca de la victoria de etapa.#TDF2024 | #LaCasadelCiclismo pic.twitter.com/Euz50hMtVr
El corredor del Movistar avisaba el pasado martes en conversación con Relevo que buscaría una victoria en las últimas tres etapas de montaña — "Son etapas bonitas y duras", comentaba — y en su objetivo pareció marcar el corto pero intenso recorrido de este sábado que discurría entre Niza y el Col de la Couillole [132 km.]. En una fuga de mucho motor con grandes nombres como Carapaz, Kelderman o Tratnik, el español quiso demostrar que no está para mirar a la cara a los mejores pero sí para demostrarse que puede ser competitivo. Y jugó al ataque. Lo intentó, lo volvió a intentar y terminó muriendo en el intento ante la llegada, casi sin querer, de los mejores de la carrera.
"Ha faltado muy poquito", declaraba el mallorquín a Eurosport nada más cruzar la meta. Lo cierto es que, en el inicio de la última subida y con un Pogacar que había anunciado que correría con la bandera blanca, podía sonar factible que los escapados llegaran y el telefónico parecía saberlo. Arreón tras arreón buscó limpiar a sus compañeros de aventuras hasta que se quedó solo con Carapaz. No se entendieron y decidieron jugar al "gato y al ratón", como analizaba el propio ciclista español, que facilitó la llegada de Pogacar y Vingegaard, decidió dejarse ir y terminar 5º.

La imagen de hoy mejora, al menos para él, una carrera que ha sido complicada para Mas, perdiendo pronto las opciones de luchar por los puestos de honor y que terminó apostando todo a las victorias de etapa en un cambio de chip que no ha ejercido en demasiadas ocasiones en su carrera. "He disfrutado muchísimo esta semana de la carrera", comentaba justo antes de subir al podio a por el premio de la combatividad de la etapa. "Ha sido un Tour muy diferente para mí, muy difícil, pero me marcho contentísimo con estos últimos días. He aprendido mucho de los mejores del equipo, de la gran gente que hay aquí, y espero 'empezar' aquí La Vuelta. Ojalá tenga piernas para poderlo hacer en la vuelta disputando la general".
El líder del Movistar parece que quiere que llegue pronto la próxima Gran Vuelta [17 de agosto] y no oculta las ganas de mantener la adrenalina de lo ocurrido este sábado. "No hay tiempo de desconectar; vamos a por todas, a dar lo mejor posible en La Vuelta. El equipo espera el máximo de mí y así tenemos que rendir". Ni quiere escuchar hablar de un nuevo Enric fijado en las victorias parciales y olvidándose de la regularidad: "Creo que Eusebio [Unzue] me paga para hacer o intentar hacer generales, vamos a por ello".