Ion Izagirre correrá el Tour de Francia con una costilla rota: "No me duele tanto"

El 13 de julio de 2023, el día en el que la pequeña Iraia cumplía cuatro años, Ion Izagirre, padre de la criatura, celebró el aniversario de la mejor forma posible. El ciclista guipuzcoano cruzó la línea de meta antes que nadie en Belleville-en-Beaujolais y certificó el segundo triunfo de su carrera en el Tour de Francia.

"Esto va para mi hija", señaló, emocionadísimo, tras la conclusión de la etapa. Se trataba, no obstante, de la 18ª victoria del experimentado corredor del conjunto Cofidis, que también pasó por las filas de Euskaltel-Euskadi, Movistar Team, Bahrain Merida y Astana.

Una de las más especiales, seguro, fue la que consiguió en la primavera de 2019, cuando se impuso en la Vuelta al País Vasco, la carrera de casa... ¡por delante de Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard! "¿A los dos?", respondía a Relevo, sorprendido, cuando fue consciente del dato. "Ostras, pues no lo sabía".

Ahora, casi un año después de su triunfo en el Tour de Francia, y a poco menos de 48 horas de que arranque una nueva edición de la Grande Boucle, Izagirre ha protagonizado otro episodio de lo más curioso.

En Florencia, lugar en el que este sábado arranca la ronda francesa, y donde, dicho sea de paso, pululan miles de aficionados esta semana, Izagirre, de 35 años, ha reconocido que tras la caída sufrida en la pasada Vuelta a Suiza disputará su décimo Tour de Francia con una costilla rota.

"Por lo menos no estoy con dolores", ha señalado ante algunos de los medios españoles desplazados a la Toscana, Relevo entre ellos. "No es quizás la mejor preparación de cara al Tour, pero bueno, esperemos que según vayan pasando los días vaya mejorando".

"En la ecografía salió eso, que estaba rota", añade Izagirre ante el asombro de quienes le escuchan. "La verdad es que no me duele tanto. Todos me dicen que es algo muy doloroso, y sí que otras veces he tenido fisuras y me ha dolido al toser, al reír o con gestos así, pero la verdad es que lo estoy llevando bastante bien. He ido con calma en los entrenamientos, no me he esforzado mucho y por eso estoy aquí, porque no me duele encima de la bici. Si no, no estaría en el Tour".