CICLISMO

¿Es el Joux Plane la bajada más peligrosa de este Tour de Francia?

Este sábado se afronta en la Grande Boucle este mítico puerto, rodeado de una leyenda de pájaras brutales, caídas decisivas y clavículas rotas, cuyo ascenso es tan temido como su descenso.

Jarlinson Pantano, durante el descenso del Joux Plane en el Tour de Francia 2016. /ASO / ALEX BROADWAY
Jarlinson Pantano, durante el descenso del Joux Plane en el Tour de Francia 2016. ASO / ALEX BROADWAY
Fran Reyes

Fran Reyes

11,6 kilómetros al 8,5% de pendiente media, cuesta arriba desde Samoêns hasta la cima del Joux Plane. 3,5 kilómetros de falso llano hasta alcanzar el Col du Ranfolly, la otra cima de la montaña. 6,8 kilómetros al 9,6%, cuesta abajo hasta Morzine. Ocho curvas de herradura. Varios giros que se enlazan entre sí, sin posibilidad de corrección entre uno y otro más allá de cruzar los frenos y rezar. Una leyenda que envuelve a esta carretera de fatalidad y temores.

La primera vez que el Joux Plane se utilizó en el Tour de Francia fue en 1978; desde entonces se ha afrontado 11 veces más, siempre con meta en Morzine tras un descenso vertiginoso. En la sexta ocasión, 1984, el ciclismo español conoció la gloria y la pena. La cara de la moneda fue el abulense Ángel Arroyo, que coronó destacado y se lanzó cuesta abajo para firmar una preciosa victoria de etapa. La cruz, su paisano 'Perico' Delgado: quinto en la general y con opciones de podio, respetó la ofensiva de su compañero en la ascensión y atacó en la bajada para irse al suelo en una curva y chocar contra un pretil. El resultado: una fractura de clavícula que le permitió acabar aquella etapa, pero no el Tour. Tuvo suerte: ese mismo día, el italiano Carlo Tonon sufrió una caída a raíz de la cual pasó varios meses en coma y no volvió a competir.

No fue la única historia de 'Perico' en el Joux Plane. Cuando todavía era una promesa sub23, consiguió una victoria de etapa en el Tour del Porvenir en estas pendientes. Después, en su Tour de debut, la irrupción de Reynolds en 1983, perdió el 2º puesto de la general con un pajarón Joux Plane arriba.

Avanzamos tres décadas en el tiempo y nos encontramos con el último Joux Plane de la Grande Boucle. Fue en 2016, bajo una intensísima lluvia. Ion Izagirre se jugó la victoria cuesta abajo con Jarlinson Pantano y Vincenzo Nibali y, aprovechando sus cualidades de bajador, se lanzó a por la victoria. Un error de Pantano provocó un corte que nunca se suturó y permitió al vasco anotar su primera victoria de etapa en la gran ronda francesa, que replicó este jueves en el Beaujolais. "Con lluvia, la gente no quiere arriesgar tanto y se hacen más diferencias", recuerda Izagirre en conversación con Relevo. "Quizá otro día arriesgo así y me voy al suelo. Recuerdo un descenso muy técnico, con varias curvas ciegas".

La última vez que el Joux Plane se afrontó en una competición de gran calibre fue en el Dauphiné de 2021. Aquel día, un Jonas Vingegaard que todavía no era el Vingegaard actual se metió en la escapada y sólo un Mark Padun en estado de gracia le arrebató el triunfo. En el recuerdo del pelotón quedó un descenso complejo y con un asfalto imperfecto que comprometía las trazadas, y con ello la seguridad. A raíz de eso, la Asociación de Ciclista Profesionales (CPA) solicitó a ASO, organizadora del Tour de Francia, que se ocuparan de mejorar el firme.

"ASO ha hecho exactamente lo que le dijo que iba a hacer", se felicitó Adam Hansen, presidente de la CPA, el pasado jueves. "Han arreglado todas las secciones donde el firme era malo. No hay ningún problema en la calzada, desde la cima hasta el pie de la bajada". Adjuntaba un vídeo y finalizaba el tuit con una advertencia dirigida a los ciclistas: "El ciclismo es un deporte peligroso. Vosotros decidís cuántos riesgos tomáis. Bajad con seguridad". Con un poco de suerte, el rápido descenso del Joux Plane no sumará este sábado ninguna desgracia a su fatal leyenda.