¿Y ahora qué? Más Landismo que nunca, con permiso de Carlos Rodríguez
Tras el abandono de Enric Mas, Mikel Landa y el corredor de Ineos son las mejores apuestas españolas, a la espera de que Movistar asimile el mazazo.

Golpe durísimo para el ciclismo español. La mejor carta nacional, Enric Mas, se fue al suelo en la primera etapa y abandonó a las primeras de cambio, dejando un vacío enorme en las esperanzas españolas y haciendo renacer las peores pesadillas del año pasado. El autobús de Movistar era un funeral en los últimos kilómetros de la etapa, con Sebastián Unzué siguiendo por televisión el ataque de Pogacar en Pike Bidea mientras recibía las peores noticias. Mas abandonaba. ¿Y ahora qué? En caliente, la respuesta era complicada para los jefes del equipo telefónico. "No tengo ni idea. Me pillas recién llegado y no tengo ni idea", respondió Chente García Acosta.
Sebastián tampoco conseguía encontrar muchas más palabras. "Tenemos que cambiar un poco la idea con la que veníamos. Hemos perdido a nuestro gran líder y ahora habrá que buscar situaciones favorables de otra manera. Habrá que ir a pelear etapas o algún otro tipo de objetivo. Líder, como tal, no te voy a decir que tengamos uno porque es muy pronto y sería poco prudente por mi parte. "Día a día", analizó para Relevo en línea de meta. La realidad es que en Movistar no había plan B. Se apostaba todo a Enric, optimistas por la forma en la que llegaba, y ahora se han quedado huérfanos de liderazgo.
"Intentar digerirlo cuanto antes". "Cambiar el chip". Mensajes contundentes en los minutos posteriores al batacazo. Pero, sobre todo, un mensaje para futuro: "Tenemos un equipo excelente para poder pelear por etapas. Creo que hay corredores que lo pueden hacer muy bien en todo lo que queda de Tour. Tenemos que mirar hacia adelante y darle motivos a Enric para que esté orgulloso de nosotros desde casa.
"Muy mala suerte, este chaval estaba muy bien y se ha preparado todo el año pensando en el Tour. Todavía no lo creo, no teníamos plan B. Para el primer día es muy mala suerte, todavía no lo creo", analizaba Ruben Guerreiro en caliente tras acabar en los micrófonos de Eurosport. Las palabras del portugués resumen el sentir del equipo español en los minutos posteriores a la primera etapa, pensando en qué horizonte se les presenta ahora y cómo afrontar un Tour de Francia que acaba de comenzar.
No ha sido el inicio de @LeTour que me había imaginado, pero las cosas no salen siempre como queremos 🥲
— Enric Mas Nicolau (@EnricMasNicolau) July 1, 2023
Quiero desear toda la suerte del mundo a mis compañeros en las 20 oportunidades que quedan por delante 💙 @movistar_team
¡Eskerrikasko Bilbo! 🙌🏼 Sois una afición de 10 y es… pic.twitter.com/tNDB0SjdCa
Luchar por etapas parece hoy el objetivo más realista para el equipo telefónico, sin un líder marcado y estudiando bien el recorrido para dar rienda suelta en días señalados a corredores como Alex Aranburu o el propio Rubén Guerreiro. La general quedará para otra edición del Tour y, sobre todo, para la próxima Vuelta a España, que aún sin saber los resultados de los exámenes médicos tras la caída de Enric ya aparecía en el horizonte en las declaraciones de los jefes del equipo.
Landa y Carlos, opciones nacionales
"Mi objetivo es salir de aquí (País Vasco) sin contratiempos y poder pensar en las montañas y en el pódium del Tour". La frase es de Mikel Landa en la previa de la primera etapa y toma aún más relevancia tras la misma. Sabía el corredor alavés que serían días complicados y al menos en la primera etapa los salvó sin problema. Mejor aún, pudo estar con los mejores y cruzando la meta con el mismo tiempo que Pogacar.
Mikel Landa y Carlos Rodríguez llegaron con el grupo de los mejores en una gran presentación de ambos corredores.
"Sabíamos que iba a ser una etapa muy nerviosa y complicada, ha costado, pero estoy muy contento de haber acabado con el primer grupo", explicaba el ciclista vasco en la zona de llegada aún en caliente, antes de lamentar el incidente de Mas. Buen balance para él, que se mantiene con los mejores y, por tanto, sus máximas aspiraciones de luchar por el podio siguen vigentes.
Idéntico balance al de Carlos Rodríguez. El joven corredor de Ineos (22 años) fue el mejor de su equipo, aventajando en 19 segundos a Egan Bernal y Thomas Pidcock en la llegada a Bilbao. El equipo británico afrontaba a este Tour "sin un líder claro, pero con unos cuantos", según palabras de Jonathan Castroviejo, y el ciclista de Almuñecar demostró que él puede ser una de las cartas ganadoras del Ineos.
Aún es muy pronto para hacer quinielas, pero el rendimiento de ambos ilusiona y permite mantener vivas las esperanzas de ver a un español luchar en Pirineos y sobre todo en la segunda y tercera semana con los mejores del pelotón. El Landismo, ese fenómeno que él mismo define como seguir creyendo y soñando con el pódium pese a que nunca lo ha conseguido en la ronda francesa, está más vivo que nunca. Con permiso de un Carlos Rodríguez que se estrena en el Tour tras su séptimo puesto en La Vuelta a España del año pasado.