La advertencia de Luis León Sánchez se hizo realidad: "En este rol te juegas muchas caídas"

Otro incidente ha vuelto a ser protagonista en el Tour de Francia. Tras un inicio de carrera marcado por las dichosas chinchetas, esas que provocaron el pinchazo de Jonas Vingegaard y otros tantos corredores en el País Vasco, las caídas han tomado protagonismo en la cuarta etapa de la ronda francesa.

Luis León Sánchez, 39 años, corredor del conjunto Astana y cinco veces campeón de España —una en ruta y cuatro contra el crono—, ha sido uno de los damnificados y, tras caerse junto a Mohoric, Jakobsen y otros tantos corredores en el último tramo de la etapa, ha sufrido una rotura de su clavícula izquierda. 

Luisle, que había sido atendido por los servicios médicos de la carrera poco después de caer, confirma así los peores presagios y ya se encuentra de camino a España, donde será operado y se recuperará junto a su familia.

El murciano, que ya había sufrido un pinchazo en la etapa de este martes a 34 kilómetros de meta, llegaba a su duodécimo Tour de Francia, además, con un rol muy diferente al que le llevó a terminar décimo en la clasificación general de 2010, por entonces en las filas del Caisse d'Epargne.

"No soy un ayudante claro para Cavendish, pero le voy a echar una mano, está claro; eso sí, con casi 40 años es difícil hacer eso", advirtió a Relevo antes del pistoletazo de salida de la Grande Boucle en Bilbao. "Hay que saber hacerlo, te juegas caídas y el estrés que se vive al final solo lo pueden soportar los que están hechos para ello".

Con su abandono, obligado por las circunstancias, el murciano, querido como pocos en el pelotón, dice adiós por tercera vez a la ronda francesa, tras las bajas en 2018 y 2019. "Desde diciembre, los planes eran venir aquí con el equipo, aunque llegaba con un mes y pico sin competir, solo con el rodaje de los campeonatos nacionales" de hace una semana, en los que terminó 21º.