Mathieu Van der Poel llora emocionado en memoria de su abuelo Raymond Poulidor
El ciclista neerlandés no pudo aguantar las lágrimas en la ceremonia de salida de este domingo, novena etapa del Tour de Francia.

Mathieu Van der Poel, ciclista bestial a sus 28 años y lanzador del velocísimo Jasper Philipsen en la presente edición del Tour de Francia, ha vivido un momento de lo más emocionante en la salida de la novena etapa. En Saint-Léonard-de-Noblat, localidad en la que vivió y murió su abuelo, el célebre Raymond Poulidor, el ciclista neerlandés ha recibido un obsequio que, seguro, no olvidará.
We're not crying, you are 🥹 Emotions are high for @MathieuvdPoel in his grandfather's town.
— Tour de France™ (@LeTour) July 9, 2023
On ne pleure pas, c'est vous qui pleurez 🥹 L'émotion est grande pour @MathieuvdPoel dans la ville de son grand-père. #TDF2023 pic.twitter.com/UMxDYQXqj9
Allí, ante el aplauso generalizado de todos los asistentes, Van der Poel contemplaba, emocionado, una de las bicicletas Mercier con las que Pou Pou, mote por el que se conocía a su abuelo, fallecido en 2019, compitió en el Tour de Francia, la carrera que, de manera increíble, nunca pudo ganar.
Y no fue por falta de intentos. Poulidor, ciclista de época, es el mejor corredor que nunca vistió el maillot amarillo en París. Sufriendo a Jacques Anquetil y Edy Merckx, dos de los ciclistas que han sido pentacampeones del Tour de Francia, Poulidor fue segundo en tres ocasiones y tercero en cinco. Ocho podios en total que, unido a otras dos ocasiones entre los diez mejores, conforman un historial brillante, sí, pero sin triunfo final.

Nada que pueda emborronar la figura del mítico corredor. Mucho menos, claro, en los ojos de su nieto, vidriosos ante el sentido homenaje que la ronda francesa ha organizado este domingo en la salida de la novena etapa, esa cuyo final se disputa en Puy de Dôme, el volcán dormido donde Poulidor y Anquetil escribieron uno de los capítulos más emblemáticos de la Grande Boucle.