Lo nunca visto... ¡Colchones para evitar caídas en el Tour de Francia!

Lo nunca visto. En la etapa de este miércoles del Tour de Francia —166 kilómetros entre Saint-Gervais Mont-Blanc y Courchevel, cuatro puertos mediante con más de 5.000 metros de desnivel—, la Amaury Sport Organisation (ASO), empresa organizadora de la carrera ciclista más prestigiosa del planeta, ha colocado protecciones en el descenso del Col de la Loze, el último del día y quizá el más peligroso de toda la prueba.

Así lo ha reportado este miércoles el irlandés Nicolas Roche, exciclista profesional con diez Tours a sus espaldas y actual colaborador de la Grande Boucle como comentarista. "Está muy bien añadir esto en algunas curvas", ha celebrado en su perfil de Twitter junto al vídeo en el que se muestran las protecciones.

Todo surgió, eso sí, hace unos días, cuando Adam Hansen, presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA), advirtió a ASO del peligro de la bajada. "Ayer estuve en el descenso de la etapa 17 y, para los ciclistas que no lo conozcan, por favor, echadle un vistazo", apuntó el pasado sábado. "Es un descenso muy técnico, mucho más que el de Joux Plane, en la etapa 14. La carretera es mucho más estrecha".

Preocupado, Hansen alertó a ASO del peligro al que se expondría el pelotón y la organización no tardó en responder, añadiendo en ciertas curvas una red de acolchado que se encargaría de absorber el impacto de los ciclistas en caso de que no midieran bien el descenso.

No es un detalle menor, ya que el Tour de este año, como cada edición, ha demostrado ser una carrera peligrosa y repleta de caídas en el pelotón. Así lo pueden corroborar Enric Mas, Richard Carapaz, Mark Cavendish, Luis León Sánchez y otros tantos corredores que han tenido que abandonar la carrera por diferentes lesiones tras irse al suelo.

Intentarán Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, claro, que no sea así. El esloveno, obligado a atacar y sacudir la carrera desde lejos para recortarle tiempo al danés, sobrehumano en la contrarreloj de este martes, pedía lluvia en la tarde de ayer, con el sofocón todavía en el cuerpo. Hoy, los Alpes han amanecido con un suave llovizno, algo que puede aumentar el riesgo en los descensos. "Lo ideal es que no se necesiten las protecciones", aclaraba Hansen. "Pero ahora la carretera es más segura que hace unos días".