TOUR DE FRANCIA

Pogacar rescata los fantasmas del 'hombre del mazo': así se sortea una pájara, la peor pesadilla de un ciclista

La alimentación, antes, durante y después de las etapas, se ha convertido en el príncipal antídoto de las pájaras de los ciclistas

Tadej Pogaçar, en el Tour de Francia./EFE
Tadej Pogaçar, en el Tour de Francia. EFE
Rodra P

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Cuando todo lo ves negro. Cuando ya no puedes pedalear. "Estoy muerto". Las palabras de Pogacar resumen una pájara. El ciclista esloveno quedó KO en Col de la Loze y se despidió del Tour en la jornada del miércoles, perdiendo cerca de seis minutos con Vingegaard. La pájara apareció en el peor momento para el corredor de UAE Emirates.

"Al hombre del mazo todos le conocemos", cuenta Samu Sánchez, ex ciclista español y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, para referirse a las pájaras. Las define así: "Son una bajada drástica de azúcar, que te deja sin fuerza y no puedes ni dar pedales. Te quedas vacío y tampoco te entra nada".

Las pájaras ocurren cuando el ciclista se queda sin energía. La definición más científica las nombra como un 'catabolismo del cuerpo', en el que su cuerpo ha vaciado sus reservas y recurre a la destrucción del músculo para extraer energía de las proteínas, la fuente menos eficaz y más destructiva. La consecuencia es la destrucción de músculo, al no extraer la fuerza suficiente de los lípidos.

Las causas que explican este fenómeno en los ciclistas van unidas a la nutrición. Cuando sufres una pájara significa que tu cuerpo está exhausto. Bien sea por una carencia en la alimentación o la hidratación, o bien por una falta de asimilación de los nutrientes ingeridos. Tadej Pogačar, por ejemplo, refería ayer cómo comía de manera incesante pero la fuerza se quedaba en el estómago y no llegaba a las piernas. Los expertos en la materia comentan un 'agotamiento de las reservas de glucógeno del hígado y los músculos'.

Las pájaras más recordadas de la historia del ciclismo

El episodio de Pogacar recuerda a otras grandes pájaras en la historia del ciclismo. Las tres más señaladas, la de Perico Delgado en el Joux Plane en el año 1983, la de Miguel Indurain en Les Arcs, en 1996, y la de Eddy Merckx en 1975. La pájara de Indurain siempre será recordada como la que le dejó sin opciones de su sexto Tour de Francia.

Según cuenta Carlos Tigero en su libro sobre Miguel Indurain, "el ciclista navarro iba zombi, con los ojos hundidos, los pómulos marcados y la lengua seca, sequísima". Cuando todos esperaban verle volar en el último tramo de la etapa, llegó el desenlace más temido por el corredor y sus aficionados.

El Tour de Francia de 1975 también fue ilustre por una pájara. La del ciclista belga Eddy Merckx, invencible hasta aquel momento. Merckx, además de la pájara, recibió un puñetazo de un aficionado en esa edición del Tour, lo que cuentan que también le afectó para sufrir el desfallecimiento en la decimoquinta etapa.

Los avances en nutrición minimizan las pájaras

Por suerte, las pájaras ya no son ni tan habituales ni tan violentas como lo eran en el pasado. Y esto se debe a los avances en la nutrición de los ciclistas, que siguen un plan de alimentos antes, durante y después de las carreras. Íñigo San Millán, director de rendimiento del equipo UAE Team Emirates, lo comenta.

"La nutrición ha sido un gran cambio en el ciclismo. Ahora sabemos con mayor precisión que nunca lo que un deportista quema y oxida; toda la energía que utiliza y necesita durante el esfuerzo. Por eso, los corredores ahora consumen entre dos y tres veces más de carbohidratos por hora durante etapa. Es uno de los cambios que permite llegar con más fuerza a la parte final de las carreras. Eso para mí es una de las grandes contribuciones de la ciencia a los deportes de alto rendimiento", cuenta Íñigo San Millán, el preparador de Tadej Pogaçar.

Samu Sánchez también se detiene en la nutrición para hablar del ciclismo actual. "Los estudios de ahora van a la nutrición. Los ciclistas también tienen que entrenar el sistema digestivo. Los mejores corredores además son los que se alimentan mejor, también durante las etapas".

Algunos ciclistas llevan 'chuletas' en el manillar para apuntarse qué comer y cuándo. Las barritas energéticas, los pasteles de arroz, plátanos, geles, beber carbohidratos… Una alimentación muy bien trabajada evita pájaras. Y ya es un factor diferencial en el día a día de los ciclistas.

"Después de grandes pájaras, grandes recuperaciones", es otra de las frases repetidas por los ciclistas. El día siguiente a la pájara suele traducirse en una gran etapa para el corredor que la sufre. Seguro que a Tadej Pogacar se lo han repetido en las últimas horas.