CICLISMO

"Se quedó colgando del tendón y la arteria": Marc Soler casi perdió un pulgar en la Vuelta al País Vasco

El ciclista catalán compite en el Tour de Francia como gregario de Tadej Pogačar y Adam Yates tres meses después de una caída que pudo tener consecuencias irreversibles.

Marc Soler lidera el pelotón del Tour de Francia este domingo en el País Vasco. /EFE / MARTIN DIVISEK
Marc Soler lidera el pelotón del Tour de Francia este domingo en el País Vasco. EFE / MARTIN DIVISEK
Fran Reyes

Fran Reyes

En la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco de este año, los ciclistas se jugaron los cuartos en la tendida subida a Arkiskil y su vertiginoso descenso hasta Leitza, patria chica de Mikel Nieve. El grupo de favoritos coronó muy compacto y sus miembros se lanzaron cuesta abajo a toda velocidad, buscando un triunfo que acabaría en manos del neerlandés Ide Schelling (Bora-Hansgrohe), que pese a su victoria criticó en meta el trazado del final por ser "demasiado peligroso".

"En una curva nos pasamos de frenada unos cuantos corredores". Lo cuenta, con la tranquilidad que otorga la distancia, Marc Soler (1993, Vilanova i la Geltrú – Barcelona). "Cuando quise rectificar, alguien me dio un golpe por detrás con tan mala fortuna que, cuando fui a caerme, puse las manos por instinto… y fui a dar con un guardarraíl que me seccionó todo el dedo pulgar de la mano izquierda".

"En un primer momento, pensamos que lo perdía". No hubiera sido baladí; ni en lo personal ni en lo profesional. Para un ciclista, el pulgar es básico a la hora de aferrarse el manillar; también para cambiar, y para frenar. "Por suerte, se quedó colgando del tendón y la arteria. Aguantó y, ya en el hospital, el doctor hizo un gran trabajo. Gracias a él puedo estar aquí". Sutura y un clavo por fuera para sujetar los huesos; tres meses después, una cicatriz de casi 360º. "Todavía me falta un poco de movilidad por recuperar, pero eso no es nada dentro de lo que pudo haber sido".

La desagradable experiencia frenó en seco una temporada en la que Soler estaba cumpliendo con creces su rol en UAE Team Emirates: eficaz como gregario, capaz de acabar 4º en la general final de la Volta a Catalunya, y en la pomada de la Vuelta al País Vasco hasta su caída. Tras un mes de parón, con el pulgar ya operativo, se desplazó a Sierra Nevada para concentrarse con el bloque del conjunto emiratí para el Tour de Francia.

Tras quitar carbonilla en el Campeonato de España, este sábado demarró la Grande Boucle desde Bilbao. "Estoy con confianza y con muchas ganas; nuestro Tour pinta muy bien", confía el catalán. Hasta ahora, han recogido una victoria de etapa con Adam Yates y ocupan los dos primeros puestos de la general con el propio Yates y con Tadej Pogačar. "Contar con dos ciclistas delante no nos cambia mucho la carrera", explica. "Vamos más tranquilos, de hecho: al tener dos personas en la pelea, si uno tiene un día malo, el otro puede tomar el testigo".