CICLISMO

Tras un invierno a -20ºC, el campeón mongol de Burgos BH se luce en la Volta a Catalunya

Jambaljamts Sainbayar conoce el UCI WorldTour tras toda una vida de dedicación a la bicicleta y sueña con repetir la próxima semana en la Vuelta al País Vasco.

Jambaljamts Sainbayar, con el maillot nacional de campeón de Mongolia, rueda junto a sus compañeros durante la Volta a Catalunya. /BURGOS BH / SPRINT CYCLING
Jambaljamts Sainbayar, con el maillot nacional de campeón de Mongolia, rueda junto a sus compañeros durante la Volta a Catalunya. BURGOS BH / SPRINT CYCLING
Fran Reyes

Fran Reyes

Con sólo dos habitantes por kilómetro cuadrado, Mongolia es el país continental con menor densidad de población del mundo. Encajonado entre Rusia y China, con el Desierto del Gobi al este y distintas cadenas montañosas al oeste, buena parte de su territorio se encuentra en una meseta barrida por el viento. Es un entorno hostil para la vida donde el nomadismo y sus costumbres ancestrales (la cetrería, la equitación, la cría de renos) apenas sí ha sido reemplazado por la producción cuasi industrial de cachemira (una apreciada lana de oveja) y por la aglomeración de personas en torno a una descomunal y oscura urbe: Ulán Bator.

"Seremos tres millones de personas en todo el país, y la mitad vivimos en la capital". Así lo resume Jambaljamts Sainbayar (1996, Ulán Bator), el entrecejo fruncido por el esfuerzo de comunicarse en inglés. Poco a poco lo irá liberando para componer un gesto optimista: el propio de quien está asumiendo todavía que su nueva realidad es lo que hasta hace unos meses sólo era un sueño. Cuando nos sentamos con él, a mediados de enero, apenas han transcurrido 72 horas desde su segundo aterrizaje en España. Ya se ha montado en la bici dos veces: la primera, para hacer un 'test'; la segunda, para entrenar seis horas con sus compañeros, desafiando al 'jet lag'. "Y, pese a la paliza que lleva en el cuerpo y a lo poco que ha podido entrenar en casa por el frío que hace en su país en esta época del año, ha arrojado números muy decentes", susurran los técnicos de Burgos BH, ilusionados con el fichaje más exótico de sus dos décadas de historia.

Ulán Bator. "No hay mucha afición al deporte en Mongolia", explica el bueno de 'Jambal'. "Si acaso al boxeo, la lucha libre y el tiro. El ciclismo, en cambio, no es un deporte conocido. En la capital sólo hay una época buena para montar en bicicleta, de abril a octubre; en verano, de hecho, se está muy bien porque la temperatura normal está en 20ºC. Pero en otoño e invierno es muy diferente, porque lo normal es que todo esté nevado y fuera haga -20ºC. Algunos días se puede entrenar al aire libre una o dos horas, pero hay que ir muy abrigado; yo me suelo poner dos pantalones, y varias chaquetas. Lo más sencillo es entrenar en casa con el rodillo. Pero sí: ser ciclista en Mongolia es durísimo, por el viento y por el frío. Si no tienes un buen compañero de fatigas, te puedes pegar las cuatro horas que entrenes sufriendo por el aire. Por eso, los pocos ciclistas de élite del país solemos desplazarnos a Tailandia, Malasia…"

O China. Fue para irse allí que, siendo un juvenil de 16 años formado en las escuelas deportivas de un país donde todavía sobreviven las estructuras propias de casi siete décadas de comunismo, que Sainbayar hizo por primera vez las maletas de la mano del club ciclista en el cual competía siguiendo los preceptos de un técnico local formado en Rusia. Fueron tres meses que le abrieron los ojos. "Desde ese momento tuve claro que quería ser profesional, participar en unos Juegos Olímpicos y disputar una gran vuelta. Y ahora estoy alucinando, porque ya he cumplido el primer objetivo y voy camino de los otros dos…"

La trayectoria de 'Jambal' es un compendio de ese 'infraciclismo' que las instituciones internacionales tratan de alentar y fomentar con vistas a la globalización; su llegada a Burgos BH es un éxito de esa política. El extenso calendario Continental asiático (el chino Tour de Fuzhou, la Vuelta al Azerbaiyán Iraní, la tailandesa Copa de la Princesa Maha Chakri Sirindhorn, el malayo Tour de Langkawi…) fue el escenario donde Sainbayar pudo hacer sus pinitos. "Son carreras muy diferentes a las europeas. Casi siempre competimos por autovías, sin subidas duras ni complicaciones técnicas, y con buenas temperaturas. En Europa vamos por carreteras más estrechas, de repente cambia el firme y te encuentras con adoquines, muchas veces con lluvia y frío…"

Jambaljamts Sainbayar, durante su escapada en la Volta a Catalunya.  BURGOS BH / SPRINT CYCLING
Jambaljamts Sainbayar, durante su escapada en la Volta a Catalunya. BURGOS BH / SPRINT CYCLING

Las escasas experiencias europeas de 'Jambal' se reducían a las pruebas de la 'sui generis' escena turca, donde complejos hosteleros registran fechas de competición para ofrecer un aliciente a los equipos rusos y asiáticos de cara a concentrarse en sus instalaciones, y a los Campeonatos del Mundo. "También he competido en algunas pruebas griegas, y en un viaje para un Mundial aproveché para hacer 'kermesses' en Bélgica". El año pasado, en Glasgow, pudo disfrutar de rodar con Mathieu Van der Poel en la entrada al circuito final. "Fue como hacer tras-moto", ríe.

La consistencia y el éxito de Sainbayar en el calendario asiático, donde se convirtió en un nombre a seguir hasta el punto de rivalizar con los kazajos de Astana en los Juegos Asiáticos del pasado octubre y acumular 665 puntos UCI (más que ciclistas asentados en el WorldTour como Fernando Gaviria, Nils Politt ó John Degenkolb), llamaron la atención de Burgos BH. Su director francés Damien Garcia, con experiencia en esa escena competitiva, le echó el ojo y le escribió un mensaje en enero del año pasado: "Si andas bien esta temporada, te daremos una oportunidad". Las referencias de su entrenador, el británico Jeremy Hunt, y la insistencia de su agente, el madrileño Marcelino Pacheco, hicieron el resto para que 'Jambal' pudiera cumplir su sueño de ser profesional en Europa tras años ejerciendo como tal en el Terengganu malayo.

Con 27 años y la licenciatura de Ciencias del Deporte completada, Sainbayar ha hecho las maletas por enésima vez para instalarse en Burgos con su nuevo equipo. Tras debutar en el calendario asiático con la solvencia habitual para colocarse bien en las generales a base de 'punch' en subidas cortas, la semana pasada disputó la Volta a Catalunya recién llegado de luchar por los puestos de honor en el Tour de Taiwán. Ni corto ni perezoso, protagonizó una escapada en la segunda etapa camino de Vallter 2000; logró concluir la carrera ("he sobrevivido; esto me hará mejor ciclista"); y, lo más importante de todo, ha dejado huella en los aficionados.

Completada su primera experiencia en la primera división del ciclismo mundial, es posible que pronto llegue la segunda: Burgos BH podría alinearle también la semana que viene en la Vuelta al País Vasco. El sueño de disputar una ronda de tres semanas deberá esperar, toda vez que los hombres de Julio Andrés Izquierdo y David Cantera no han sido invitados a la próxima Vuelta a España tras seis participaciones consecutivas. Los Juegos Olímpicos, en cambio, le esperan: en tanto que artífice de la clasificación de Mongolia para la cita, la plaza del país en París 2024 le pertenece. Una muesca más para el bueno de 'Jambal', que letra a letra está escribiendo historia para su país.