Usoa Ostolaza, la nueva figura del ciclismo vasco: "Podemos ganar casi cualquier carrera"

Al final de esta entrevista, celebrada a mediados de enero en el Hotel Cap Negret de Altea durante la concentración de pretemporada del equipo Laboral Kutxa, a Usoa Ostolaza (1998, Zarautz – Guipúzcoa) la aborda un aficionado francés. Es miembro de la organización de la Vuelta a los Pirineos, cuya etapa y general se anotó el pasado mes de junio, y quiere entregarle el pequeño obsequio junto al cual posa en la fotografía principal. La ciclista vasca ya es eso: una figura del deporte de la bicicleta.

En su antebrazo, todavía protegido por plástico, figura un tatuaje que representa con un corazón floreado abrazado por un brazo poderoso. Se lo acaba de realizar junto a varias compañeras, y representa muy bien el espíritu del actual Laboral Kutxa: un bloque unido, con una fuerte identidad, y que gana fuerza con cada carrera. Ya es el séptimo año de trayectoria para el conjunto femenino de la Fundación Euskadi, que poco a poco se ha introducido en la clase noble del ciclismo mundial por nivel y calendario. En 2024 ya disputó las tres grandes vueltas, y en éste aspiran a repetir presencia mientras suman los puntos necesarios para integrarse de pleno derecho en el UCI Women's WorldTour.

En este y otros retos, a Usoa Ostolaza le corresponde un papel capital. El título de campeona de España, sumado con esas victorias pirenaicas y una regularidad sobresaliente a lo largo de las últimas campañas, la ha encumbrado a un rol de jefa de filas que ella todavía está asimilando y comparte con Ane Santesteban, que está volviendo por sus fueros después del 'annus horribilis' provocado por una endometriosis y un quiste ovárico no diagnosticados. Estos y otros temas los aborda detenidamente en la siguiente entrevista.

Todavía no. Justo ahora estoy acabando el máster de profesorado, que lo hice después de completar la carrera de Fisioterapia y un posgrado de Fisioterapia Pediátrica. En otoño realicé las prácticas en el pueblo donde vivo ahora, Leitza, y fue una muy buena experiencia. En el futuro me veo trabajando tanto de 'fisio' como de 'profe' de Biología y Geología.

Sí, yo creo que sí. Durante el invierno tuve tiempo para pensar y asentarlo. Fue una temporada muy satisfactoria para mí, porque sólo me perdí la Vuelta a España por enfermedad y por lo demás no he sufrido lesiones, ni caídas, ni nada. Competí bastantes días y disputé todas las carreras que quise: Giro, Tour, Ardenas, Mundial… Hace unos años nunca me hubiera imaginado estar en ellas. Era un sueño que veía muy difícil de alcanzar. He disfrutado muchísimo, he aprendido mucho… y todavía me queda mucho que aprender, porque soy bastante nueva en este mundo.

Destacaría uno, la profesionalización: dejar a un lado mi trabajo de fisio y poder dedicarme 24 horas a la bici. Dormir tranquilamente, descansar bien, desayunar sin prisas, entrenar lo que me toca sin la obligación de cumplir súper rápido para llegar al trabajo; centrarte solo en tu rendimiento, y en mejorar los detalles del día a día. Todo esto te permite asimilar lo que entrenas, estar menos estresada, lesionarte menos, enfermar menos… Todo está unido. El cuerpo es sabio y, si le metes mucha caña, si no duermes y entrenas mucho, acabas por reventar. Y con la profesionalización no solo se incrementa el rendimiento: también el disfrute. Ahora asimilo más horas de entreno que hace dos años; puedo entrenar más. Y, como la mayoría de los deportistas somos muy cabezonas, exigentes y estrictas con nosotras mismas, vas mejorando también en la gestión del día a día.

Ahora mismo me entrena mi pareja, Julen Sagastibeltza. Primero fue mi novio y luego se convirtió en mi entrenador. Es la persona que mejor me conoce; vivimos juntos y puede ver si estoy cansada o no, si puedo apretar más o no, cómo voy progresando, qué tiempo hace afuera… Procuramos diferenciar bien qué es ciclismo y qué es casa, y hasta ahora lo llevamos súper bien.

Yo tenía claro que quería seguir en este equipo. Era consciente de que, tal y como fue la temporada, igual podía recibir alguna que otra oferta. Y está bien saber qué te pueden ofrecer para saber cuál es tu valor… pero yo tenía claro que quería seguir en este equipo porque, sí, el dinero importa, pero a mí me pesa más sentirme en casa. Me siento a gusto en mi equipo, y eso no te lo pueden pagar con dinero. Me siento valorada, disfruto del día a día encima de la bici y fuera de ella, me siento arropada cuando tengo un mal día, puedo llorar y reír. Por eso tenía claro que quería seguir aquí. Además, pienso que todavía tengo mucho que aprender de este deporte y aquí lo estoy haciendo. Laboral Kutxa es un buen lugar para crecer y para seguir disfrutando. Estaré aquí al menos hasta 2027; y ojalá más años.

No quiero definirme con esa palabra. En cada carrera brillan características diferentes. Yo me identifico con las vueltas; cuantos más días, más distancia y más dureza, mejor. Pero, en una clásica, otra chica será la líder. Yo creo que hay corredoras muy buenas en el equipo, con diferentes características, y cada una va a ser 'líder' en sus carreras. No obstante, es cierto que he dado un paso y sí que tendré mucha más responsabilidad en muchas carreras de la temporada. Eso lo tengo claro y lo asumo. Yo me suelo encontrar mejor por mayo o junio, y ahí también llegan las grandes vueltas por etapas en las que me gustaría hacerlo mejor. En ese punto de la temporada probablemente tendré que ejercer como una de las líderes.

Sin duda. Cada año vamos mejorando nuestro rendimiento. Estamos entrenando mucho mejor y tenemos ya otro punto de calidad. Las nuevas son muy buenas corredoras y sus características nos van a aportar mucho. Una ciclista tan rápida como Arianna Fidanza, por ejemplo, nos suma bastante. Tenemos un equipo completo y podemos hacerlo muy bien.

Es una de mis referentes. Aporta mucho al equipo en todos los sentidos. Nos enseña mucho porque tiene mucha experiencia y la comparte. A mí, en particular, me da tranquilidad. Además, su nivel y su calidad están ahí aunque su 2024 no fuera bueno. Ojalá pueda sacar su máximo rendimiento; nosotras estaremos ahí para ayudarle.

Sí, sí, sí, sí, sí es difícil. Fue duro ver que no se encontraba bien en una vuelta grande, que son ocho días, y ella seguía al lado, sufriendo. Nosotras hemos intentado apoyarla lo máximo posible, obviamente, pero aun así es duro. Por eso le deseo mucha suerte y que este año se encuentre bien.

Ojalá al menos igualar el año pasado, que será muy difícil en cuanto al disfrute y a la suerte con las lesiones. Me encuentro mejor que el año pasado y, si todo va bien, se supone que tendré mejor rendimiento. Me gustaría hacerlo bien por ejemplo en la Itzulia, la carrera de casa, la que más disfruto. Y, si conseguimos la invitación para ir al Giro y al Tour, me gustaría mejorar el resultado del año pasado. No obstante, rechazo centrarme en los resultados porque el resultado viene determinado también por el rendimiento de las demás y eso no lo puedo controlar.

Sí. Me gustan mucho las vueltas por etapas y, las 'grandes' son las más largas y duras. Me motivan mucho y ojalá consigamos las invitaciones. Yo creo que es posible, porque el año pasado ya las conseguimos y yo creo que lo hicimos bien. Si Ane se encuentra bien, yo creo que le puedo aportar mucho. Ella en 2024 me ayudó mucho en el Giro, y le estoy súper agradecida. Estaba ahí todo el rato para decirme dónde colocarme, para ayudarme a remontar posiciones, para subirme bidones… Ojalá este año yo pueda devolverle esa ayuda en estas tres grandes citas.

Yo creo que puedo dar otro salto de calidad respecto al año pasado. Si en 2024 pude ganar tres carreras, este año puede que haya ocasión de ganar carreras de mayor nivel. El equipo está en buena dinámica para llegar a nuestro objetivo de ser WWT y ahí sí que este año vamos con la mentalidad de que tenemos que hacerlo bien, de que podemos ganar… Antes esa palabra no entraba en nuestro diccionario, pero ahora podemos soñar con ganar casi cualquier carrera. Quizá no la general del Tour, ¿pero por qué no una etapa?