La locura de siete días y 710 kilómetros para ver la Copa del Mundo de ciclocross en Benidorm: "¡Nos encontramos con Van der Poel!"
Julio, Dani y Roger cogieron su bici en Girona y llegaron una semana después a Benidorm para ver a Van der Poel y compañía.

Este domingo se celebra la Copa del Mundo de ciclocross UCI - Benidorm Costa Blanca, pero la carrera por los caminos, los obstáculos y la aventura de tres amigos, Roger, Dani y Julio, comenzó hace ya más de una semana. Ideada en un encuentro habitual de colegas que termina en ideas locas y animada por la afición de Dani a esta disciplina ciclista, el grupo decidió cruzarse la península de arriba a abajo para ver a sus ídolos.
¿La locura? El recorrido lo harían en bici, durante siete etapas y en invierno, con alerta por viento incluida. "Salió como broma y acabamos liados una semana de camino, como nadie dijo que no...", nos desvelan en conversación con Relevo ya a las orillas de la playa de Levante.
De Girona a El Masnou, de ahí a Comarruga. Después Camarlas, Benicarló, Sagunto, Gandía y finalmente Benidorm, tras unas seis u ocho horas diarias dándole a los pedales con una planificación estudiada. "Julio lo propuso y yo me puse a planificar como un tonto", señala Dani, que también recuerda que la temporada baja en el Mediterráneo le obligó a hacer etapas más largas en busca de hoteles abiertos donde poder dormir. La más larga fue de 130 kilómetros.
Por el camino, como se puede prever, mil aventuras marcadas por caminos rurales y rutas de gravel, carreteras desviadas que obligaban a hacer más kilómetros, tramos con bici al hombro por escalones al más puro estilo profesional del ciclocross, el GPS equivocándose de vez en cuando y una compañera de viaje: "La AP-7 la hemos cruzado 27 veces".
Quien 'peor' lo ha pasado es Roger, el amigo que se deja liar en la locura "por amistad" aunque el destino no sea su gran sueño y reconoce que es "cero aficionado al ciclocross". "Era el menos equipado, iba con una BTT de 2005 que pesa lo suyo. El primer día pinché tres veces y al tercer día se me rompieron las zapatillas. Las iba arreglando con bridas, cinta americana... me negué a comprar unas nuevas, estas iban a llegar porque se lo merecían y lo han hecho".
La aparición de Van der Poel
Los tres tuvieron un premio a su esfuerzo, quizás el más inesperado para un grupo de aficionados que está haciéndose 710 kilómetros para ver a quien es su gran ídolo y uno de los motivos de la aventura: "¡Nos encontramos a Van der Poel!", cuentan a Relevo. El doble campeón del mundo neerlandés, gran favorito a la victoria en Benidorm, se encuentra estas semanas entrenando en tierras alicantinas mientras lo compatibiliza con las pruebas de ciclocross. "Fue en la última subida antes de descender hacia Calpe, estábamos reagrupándonos y justo pasó... a toda mecha", nos cuentan mientras sueñan con que el nieto de Poulidor conozca su andanza y tengan la oportunidad de conocerle en persona.

La vuelta a casa, al menos, sí será en coche. Eso sí, ya preparan su próxima aventura: el Europeo de ciclocross en Pontevedra el año que viene. "Hemos visto que aquí hay señales hacia Santiago de Compostela, a lo mejor tenemos que volver a venir hasta Benidorm y ya hasta Pontevedra", bromea Julio.