CICLISMO

El nuevo Vingegaard arrasa tras cambiar de calendario y de apellido… por su mujer

El ciclista danés conquista en Galicia su segundo triunfo consecutivo en O Gran Camiño y no volverá a competir hasta la Tirreno-Adriático, del 4 al 10 de marzo.

Jonas Vingegaard celebra su primera victoria en O Gran Camiño 2024./Sprint Cycling
Jonas Vingegaard celebra su primera victoria en O Gran Camiño 2024. Sprint Cycling
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Como si fuera el pasillo de casa, Jonas Vingegaard se ha paseado, ida y vuelta, un año más, por las serpenteantes carreteras de Galicia. Nadie tose al danés en O Gran Camiño, la coqueta vuelta por etapas organizada por Ezequiel Mosquera y que, con inversión especial del imperio Inditex, aspira a alcanzar un estatus aún mayor en los próximos años. "Sabía que el clima en la carrera no iba a ser bueno, pero estaba preparado y por suerte ha salido todo bien", dice Vingegaard, campeón indiscutible de la prueba por segundo año consecutivo.

En 2023, el danés ganó todas las etapas y muchos lo achacaron a la ausencia de rivales. Ahora, un año después, y con otro Tour de Francia en sus vitrinas, Vingegaard ha repetido hazaña, ganando, otra vez, cada día de competición, esta vez ante una oposición de mayor enjundia: Carlos Rodríguez, Egan Bernal y Richard Carapaz, entre otros. Solo Joshua Tarling, el joven larguirucho que aspira a tiranizar la contrarreloj, ha emborronado el paseo de Vingegaard, pues se impuso en la crono inaugural, aunque la organización neutralizó la etapa por mala climatología y otorgó el mismo tiempo a todos los competidores.

El danés, en cualquier caso, igual de pálido, igual de fino e igual de sonriente que de costumbre, es decir, más bien poco, trae novedades para este curso que acaba de arrancar, cómo no, desde lo más alto del podio. Si bien al comienzo del curso la Strade Bianche italiana parecía estar en sus planes —entendible un año en el que el Tour de Francia contará con una etapa por caminos de tierra—, Vingegaard modificó su calendario para 2024 para, según dice, "pasar más tiempo con la familia".

La diferencia, aun así, no parece mayúscula. Desde este domingo, final de O Gran Camiño, hasta el 4 de marzo, inicio de la Tirreno-Adriático, el danés tiene una semana sin competición. De haber desempolvado, al fin, los arenosos senderos de la Toscana (2 de marzo), Vingegaard habría perdido solo un día para estar con los suyos. Ese margen, ahora ganado, sí parece ser diferencial para el danés y su entorno. "Era demasiado poco tiempo en casa", aseguró en una rueda de prensa previa a la ronda gallega. "Socializar significa mucho, sobre todo porque Frida [hija] y yo estamos solas seis meses al año", señaló su mujer al tabloide BT.

Sea como fuere, y pese al runrún que ha levantado la decisión, queda demostrado, una vez más, la importancia que el bicampeón del Tour de Francia brinda a la conciliación familiar. Tal es así que, según indica el perfil del propio corredor en la web de la Unión Ciclista Internacional (UCI), su segundo apellido, el materno Rasmussen, ha pasado a la historia. Ahora, el líder del Visma-Lease a Bike es Jonas Vingegaard Hansen, en honor a Trine, su esposa y madre de su única hija, Frida.

Una muestra de cariño más de alguien que, destinado a ser uno de los más grandes de todos los tiempos, actúa muy diferente a lo que el resto de estrellas nos tiene acostumbrados. Sin el perfil carismático de ciclistas como Pogacar, su némesis en carretera, con el que este año solo se verá las caras en el Tour de Francia, Vingegaard apenas utiliza las redes sociales, mantiene un perfil bajo y permanece gran parte del año en paradero desconocido. Aun así, el de Hillerslev, que a sus 27 años acaba de renovar su contrato con Visma hasta 2028, no está exento de polémicas.

Vingegaard acude al bus de Movistar Team para hablar con Enric Mas sobre la posible suspensión de la etapa 2, en La Vuelta 2023.El Maillot

Mientras hace unos meses, en La Vuelta, su última carrera hasta esta semana, veíamos a Vingegaard comandar el pelotón para, de forma deliberada, ordenar a todos sus rivales que aflojaran el ritmo, o visitar el autobús de otros equipos para suspender la etapa de Barcelona, ahora, en Galicia, el propio Ezequiel Mosquera reconoció que la neutralización de la crono inaugural, 14'8 kilómetros por las calles de La Coruña, nació de la presión de los "grandes equipos" y no de la organización de O Gran Camiño.

Como líder supremo de la estructura más dotada en tierras gallegas, Vingegaard, y por consiguiente todo el Visma-Lease a Bike, ha sido objeto de numerosas críticas durante el desarrollo de la ronda gallega. "¿Alguien sabe si Vingegaard se ha levantado con frío en los pies? Es para ponerme a la tele o no...", ironizaba un cronista en sus redes sociales antes de la etapa de este viernes. "El One Cycling de Plugge [director del equipo amarillo] será aún peor que esto", replicaba otro usuario por la misma vía.

Entretanto, Vingegaard, que ya suma otra victoria más, espera agrandar las vitrinas en un 2024 que no solo se reduce al Tour (del 29 de junio al 21 de julio). Si bien el triunfo en Niza —final de la ronda francesa este año, en lugar de París, debido a los Juegos Olímpicos— se antoja como el principal objetivo del curso, el danés también querrá probar las mieles del éxito en Tirreno-Adriático (4-10 de marzo), Vuelta al País Vasco (1-6 de abril), Critérium du Dauphiné (2-9 de junio) y los Mundiales de Zúrich (21-29 de septiembre). La Vuelta a España, por el momento, y presumiblemente hasta la conclusión del Tour, se mantendrá como una incógnita.